31 de marzo de 2023

Sobre el patriarcado

 Por Ileana Medina Hernández


(Sobre el patriarcado, un resumen rápido). Es un concepto útil y existe. Es esto:

El fin último del patriarcado no es someter a las mujeres, sino a las criaturas. Pater, padre.

Y someter a las criaturas, para luego de adultas poder convertirlas en esclavos. El objetivo es que unas personas adultas puedan ser dominadas por otras. Pero para eso, hay que someterlas de niños (quebrarlas en la indefensión aprendida a través de la educación en la obediencia).

Para poder someter a los niños sin que las madres los defiendan fieramente (como haría cualquier madre del reino animal), hay que someter también a las mujeres. Una vez las mujeres estamos desconectadas de nosotras mismas, desactivadas, dejamos en desamparo a nuestras criaturas, o nos comportamos como madres ausentes, narcisistas o violentadoras a su vez, y así convertimos a niñas y niños, en futuras dominadas y dominadores, eternizando el ciclo. Las madres jugamos un papel fundamental en la transmisión del patriarcado, pero no cuando le decimos a un niño "no te vistas de rosa" o cosas así (vaya boberías) sino cuando somos cómplices primero en una crianza fría (sin teta, sin colecho, sin cuerpo, sin protección, transmisoras de vacío...) y luego cuando somos parte activa de la educación en la obediencia.

Alguien que se educa en la obediencia (todos nosotros) solo podemos luego ser o dominantes o dominados, o mandados o mandadores, y vamos alternando ese rol a lo largo de la vida, por eso las personas muy dañadas suelen ser muy sumisas con los superiores y muy crueles con quienes creen que están en posición inferior. Una persona violenta siempre fue primero un violentado. 

Ese es el proceso de transmisión de la dominación de unas generaciones a otras. Todo eso ocurre durante miles de años, y de manera inconsciente, pero es así.

Claudio Naranjo dice que el patriarcado es la represión de las emociones, el dominio del cerebro intelectual sobre el emocional, y sí, porque para este proceso ocurra, debemos reprimirnos emocionalmente desde que nacemos (déjalo llorar, si no te comportas como digo te castigo, no te quiero). De ahí la falta de eso que llaman "inteligencia emocional" que no es más que represión emocional, falta de amor inconsciente, coraza, sombra.

Al ser desamparados o maltratados por quienes deben protegernos, confundimos para siempre el papel y la naturaleza del amor, y entramos en la lógica nefasta del "por tu propio bien" (Alice Miller), lo que desactiva que sepamos por nosotros mismos lo que es el bien (el amor, el cuidado, el buen trato siempre) del mal. Además de desarrollar neurosis, patologías mentales, enfermedades, falta de autoestima, inseguridad y miedos.

En esto, todos somos parte, víctimas y victimarios, pasivos y activos, dominantes a veces y dominados otras, también los hombres. Por eso, no tiene sentido interpretar el patriarcado como "los malos son ellos" ni el feminismo como una lucha contra los hombres. Y por eso las feministas van tan despistadas cuando no entienden ni papa sobre la función maternal.Y por eso las revoluciones fracasan, porque todos los cerdos quieren caminar en dos patas (Orwell), y el único camino que puede hacer algo es el de la libertad y el amor (propios) .

2 de diciembre de 2021

El concepto de vida

Por Ileana Medina Hernández





Aprecio:
1.- Que estamos asistiendo al fin de una etapa histórica y el comienzo de otra. Igual que cuando el fin de la edad media y el feudalismo, dio paso al capitalismo industrial. Asistimos al inicio del capitalismo tecnológico.
2.- Las ideas conocidas como de "izquierdas" o "progresistas" son enarboladas por la nueva clase dominante de ese capitalismo tecnológico: los dueños de Facebook, Twitter, etc... además de la mayoría de la clase intelectual.
3.- Esas ideas "progresistas" ya no representan a la clase "trabajadora" (si es que alguna vez lo hicieron, dado que surgieron de una clase intelectual que las sigue elaborando, no tienen que ver con la realidad material del mundo sino con la ideología y la utopía, son "constructos" simbólicos), ahora representan y encarnan a ese nuevo globalismo tecnologizado. Como toda ideología dominante, no defiende a los "de abajo", sino a una nueva clase dominante en pugna con la vieja.
4.- Nunca como ahora es tan evidente que el sentido de ese "progreso" va en dirección de la tecnología, la robotización y el transhumanismo. La notoriedad de teorías como la "queer" no tiene tanto que ver con la defensa de ciertas minorías, como con su relación con el fin de la biología y el advenimiento de la des-sexualización de la reproducción y la robotización de nuestros cuerpos.
5.- Ignoro lo que está "bien" y está "mal" de todo esto. El cuerpo (o la edad) me pide un pensamiento conservador, pero a la vez intuyo que el proceso de tecnologización es irreversible y avanza hacia nuestra fusión con los robots.
6.- La pregunta quizás sería si es compatible con el humanismo, con la humanización en el sentido en que la hemos conocido hasta ahora, o si realmente no tenemos por qué aferrarnos a ella, y el transhumanismo no tiene por qué ser el fin ni el apocalipsis.
7.- El debate ideológico predominante hoy día tiene más que ver con la biología que con la política. Con los cuerpos de las mujeres y los hombres; con las formas de sexualidad, reproducción, gestación y nacimientos; con nuestra relación con los virus, bacterias, enfermedades y epidemias; con nuestra relación con el resto de los seres vivos... Es el concepto de "vida" lo que está en revisión.

7 de enero de 2021

El paquete ideológico de la Tercera Ola

 Por Ileana Medina Hernández




En 1979, antes de la presencia de internet en nuestras vidas, el sociólogo Alvin Toffler publicó con mucho éxito un libro llamado La Tercera Ola, donde dividía la evolución humana en tres olas civilizatorias. 

La Primera Ola, que abarcaría desde el neolítico hasta el siglo XVIII, era la Revolución Agrícola. El principal recurso era la tierra y la fuente de energía era el esfuerzo físico humano. 

La Segunda Ola, a partir del siglo XIX, fue la Revolución Industrial. Comenzó con la modernidad y la imprenta, y cuajó con el reemplazo del esfuerzo humano por la máquina de vapor y posteriormente la electricidad. La producción se vuelve masiva y en serie. 

Las revoluciones tecnológicas siempre vienen acompañadas de una transformación de clase dominante y su paquete ideológico correspondiente. La revolución industrial vino acompañada de las llamadas Revoluciones Burguesas, que se expresaron a través de los ideales de la Revolución Francesa (igualdad, libertad, fraternidad, derechos humanos) y la Constitución de la Independencia Norteamericana. Los ideales de los distintos liberalismos burgueses fundaron las llamadas democracias modernas.  Podemos decir que el "paquete ideológico burgués" fue el dominante en la segunda ola, aunque todo paquete ideológico trae su opositor y así inmediatamente apareció el marxismo como contrapartida a aquel. 

A finales del siglo XX y principios del siglo XXI, comienza entonces la llamada Tercera Ola (que no hace referencia a la tercera ola del coronavirus ni al experimento sobre las ideologías autoritarias de Ron Jones ni a la tercera ola feminista, aunque sorprende la coincidencia y metafóricamente pueden ser significativas) sino a la tercera fase de la historia humana que coincide con la Revolución Digital. 

También ha sido llamada Aldea Global (concepto acuñado por Marshall McLuhan también mucho antes, en 1962), sociedad de la información, sociedad del conocimiento, globalismo, sociedad de la velocidad, y más recientemente, Nuevo Orden Mundial, conceptos cada uno que hace hincapié más o menos optimista o peyorativamente, en alguno de sus aspectos predominantes. 

Tiene su origen en la posmodernidad y en lo que también se ha llamado sociedad postindustrial o capitalismo tardío. La revolución industrial da paso a la digitalización, la robotización,  la Economía Intangible y al fin del petróleo, el carbón y las energías fósiles como fuentes de energía. 

Igual que sucedió con la revolución industrial y su paquete ideológico del liberalismo burgués, la Revolución Digital trae su nueva clase dominante (los grandes empresarios de las empresas informáticas, Microsoft, Google, Amazon, Facebook, etc..) y un nuevo paquete ideológico, cocinado en las universidades y centros intelectuales norteamericanos y europeos, que parece provenir del lado "izquierdo" (recordemos que el concepto de izquierda y derecha también tiene su origen en la revolución francesa, y la izquierda se apropió desde entonces de la noción de "progreso"). 

La Agenda 2030 de la ONU representa ese "paquete ideológico" en toda su dimensión, basada en los conceptos de ecología, desarrollo sostenible, el fin del hambre en el mundo, la igualdad de género, producción y consumo responsables, etc... 

En su lado distópico o negativo también se ha asociado a un plan "globalista" que significaría el fin  de los gobiernos nacionales y del estado-nación tal como lo conocemos, igualitarismo humano universal, robotización y sustitución del cuerpo humano y la biología por las máquinas, las prótesis digitales y la asexualización, etc.

Las llamadas "teorías de la conspiración" avisan sobre la existencia de este "plan" y de unas élites supuestamente unánimes en sus objetivos de establecer un gobierno único, colectivista y totalitario, similar a las distopías orwellianas o huxleyanas, en un hilo "secreto" cuya historia se remontaría desde los iluminati o los masones hasta el Club Bilderberg, derivando hoy día en un capitalismo totalitario con tintes comunistoides al estilo chino, cuya economía y modelo también lucha por su trozo de pastel en este nuevo orden. 

Se trataría al fin y al cabo de la lucha permanente e histórica entre un orden o evolución "natural" del mundo, digamos conservador, y unas fuerzas "progresistas" que pretenderían implantar la justicia social a la fuerza, derivando a veces en infiernos homogeneizadores y empobrecedores. Siempre hay digamos dos fuertes corrientes ideológicas enfrentadas, que a la vez que se enfrentan van generando la espiral del desarrollo, algo así como la espiral del ADN. 

Más que dada a creer en teorías simplificadoras que ven el mundo en blanco y negro donde unos cuantos "malvados" pretenden someternos (al fin y al cabo el poder siempre ha sido algo así, pero no tan así) interpreto lo que está ocurriendo como la expresión del cambio hacia esta nueva fase del desarrollo humano, con sus contradicciones típicas y luchas de poder económico por los recursos materiales y energéticos, a la vez que también se reajustan los conceptos de democracia y participación, la inclusión social, los papeles de los gobiernos y de las grandes trasnacionales, el imparable y veloz poder de las tecnologías y los cambios en la forma de entender la biología tal como la entendíamos hasta ahora. 

Como tengo hijos pequeños, me resisto a creer en el apocalipsis,  intentando mantener mirada lúcida y optimista a la vez, si es que eso es posible. 

Tecnología, Salud y Política se están reconfigurando en la nueva sociedad de los robots: la cura, la solución y el conjuro contra el mal, tal vez, siga siendo el Amor.

25 de noviembre de 2020

"8 predicciones para el mundo en 2030"

Por Ileana Medina Hernández

El 22 de octubre la revista Time publicó este artículo firmado por Klaus Schwab, empresario alemán presidente del Foro Económico Mundial, quien también publica este video en 2017:




Se trata de la llamada "Agenda 2030" obviamente.
Aunque estas fuerzas las representen ciertas personas, no creo que sea una "conspiración" de unos malos, ni tampoco el remedio para todo que nos traen unos "buenos". Creo que tanto los "malos" como los "buenos", sea esto lo que sea, somos expresión de unas fuerzas universales que están ahí, antes, después y por encima de nosotros.
La evolución humana nos ha llevado, por un lado, quizás a ser una plaga insostenible. Por otro, a una ética contraria a la "ley del más fuerte", es decir a una consideración cada vez mayor por los "débiles" que son mayoría. Y esto va más allá del conflicto de la izquierda y la derecha, o de su representación hoy en día, que podría ser entre Trump y Soros, por ejemplo.
Estamos hablando en todo caso de millonarios que son los que "empujan" tanto una fuerza como otra: la tradicional izquierda, el "progreso", no nos engañemos, hoy es el lado de la tecnología y la robotización. El progreso, llegados a este punto, no consiste en el humanismo, sino en el transhumanismo, tal como vamos viendo.
Tendremos corazones artificiales, y brazos artificiales, y cerebros conectados a máquinas que se modificarán mutuamente (ya los tenemos, ya nuestros cerebros están todo el día conectados a máquinas que modifican la forma en que se conectan y funcionan nuestras neuronas).
La reproducción sexual y la condición mamífera caen en picado (control de natalidad, infertilidad, aborto, cesáreas, lactancia artificial, vientres de alquiler, transgénero...) es el fin del cuerpo, el fin de la biología y de sus funciones sexuales y reproductivas tal como las veníamos entendiendo, unida a una tendencia clara a la disminución de la población. "Nuestras decisiones" no son nuestras decisiones, son el síntoma de lo que va cambiando.
Probablemente suponga también, a la larga, el fin de la especie humana tal como la conocemos, y su evolución hacia otro tipo de organismos, del tipo de los que hoy llamamos "robots". Es decir, fusionados con la tecnología.
La corriente marxista se ha convertido en la corriente de la lucha por los grupos identitarios (los "dominados" ya no solo por la economía, sino por la cultura) pero la derecha también se ha sumado (la llamada "ideología de género" y la ecología están ya en todas las agendas) y sobre todo la clase intelectual, académica, tecnológica y los medios de comunicación están de forma casi unánime adscrita a esto, tanto en Estados Unidos como en Europa. Ya no son la resistencia, son la hegemonía. Hay matices y conflictos entre ellos, siempre los habrá mientras haya dos humanos que opinen, pero la fuerza arrasadora de la tecnología es quizás hoy lo único indiscutible. La convergencia entre las llamadas "ideas progresistas" y la "robotización" no es siempre bien admitida por la gente que se autodefine de "izquierdas", pero parece innegable.
Esto es lo que está en el plato cuando hablamos de "guerra cultural". Es decir la lucha ideológica que acompaña a la implantación de un modelo económico y político u otro. La guerra es siempre una guerra de poder y muchas veces de ambición personal. Una guerra por la riqueza, que va cambiando de manos. De los terratenientes a los industriales, de los industriales a las petrolíferas, de las petrolíferas a las tecnológicas. De la tierra al intelecto. Del cuerpo a la mente. Las guerras se libran hoy en y con la mente. Estamos evolucionando de lo "material" a lo "inmaterial".
La guerra de poder se disfraza de lucha por la "justicia social" y el bienestar común, pues al fin y al cabo, que unos u otros lleguen al poder significa también mayor bienestar para otros grupos de humanos, nadie llega ahí solo. De ahí que pueda vestirse de utopía, e incluso convertirse en ella. ¿Cuál de los modelos propuestos es mejor para las personas, en qué sentido es "mejor", para cuántas personas, para qué tipo de personas? Esa es la pregunta compleja.
Hubo un momento en que todo esto para mí parecía el apocalipsis. Hoy me he dado cuenta de que es inevitable y no lo para nadie.
Me propongo a mí misma la observación de esta realidad tan apasionante sin luchas internas ni externas, (no siempre lo consigo obviamente, no es fácil abandonar los juicios), lamento si con esto decepciono a menudo tanto a gente "progresista" como a gente "conservadora".
Yo iba para intelectual y me he quedado en la orilla, viendo pasar el río. Ya no soy una persona demasiado informada, no leo mucho, para bien o para mal, así las ideas que aquí comparto no las copio de ningún dogma vendido por ningún medio, de ninguna revista de lenguaje críptico, de ningún congreso patrocinado por nadie... sino que las he ido viviendo en mis propias carnes: la carne de la niña de altas capacidades que se fue de Pinar del Río no a estudiar matemáticas como todo el mundo esperaba, sino periodismo. La carne de la niña que vivió en La Habana de los 90, pasando literalmente hambre y necesidades a la vez que se abría su cerebro y su cuerpo a las experiencias de la vida. La carne de la jovencita que salió de su país muy pronto, con un futuro por delante, pero que llegó a unas islas apacibles que más que a ser catedrática invitaban a la playa, a la contemplación y al amor... y la carne de una mujer madura que tuvo hijos y se dio cuenta de que en la concepción, el embarazo, el parto y la lactancia radica una esencia humana que nunca nadie ha escrito bien, y que venimos a darnos cuenta ahora, cuando ya están en peligro de extinción.
Es la carne quizás hoy lo más revolucionario o reaccionario, según como se mire. La carne de un cuerpo no modificado genéticamente, no modificado por el gimnasio ni por la cirugía, no modificado por las corrientes de la moda... solo modificado por el amor, por la sexualidad bien vivida, por el canal que se abre para que lleguen los hijos, y por el paso del tiempo.
Las mujeres no llegamos a poder comprender bien lo que era una sexualidad femenina bien vivida, en libertad y en poder, acompañadas de hombres grandiosos y generosos... y ya casi se nos hizo tarde.
Todo cambio entraña la tentación del totalitarismo o de la libertad... Las revoluciones burguesas trajeron las democracias pero también trajeron el fascismo y el comunismo. La revolución tecnológica puede usarse para una cosa o para la otra. El control sobre los humanos es hoy más posible que nunca, el pensamiento único, la unanimidad, el linchamiento de los que piensen distinto. Pero también la línea de la evolución humana parece abrirse a lo largo de la historia hacia cada vez mayores cotas de libertad. ¿Podemos confiar? 
Estamos viviendo el paso de lo Material a lo Inmaterial. De la economía de recursos a la economía intangible, de lo industrial a lo intelectual, del cuerpo a la mente, de la tierra al cielo, del petróleo al sol, de lo lleno a lo vacío, de lo humano a lo transhumano. ¿Es eso la Muerte? Siempre fue eso la Muerte para nosotros. Pero también están los que dicen que no existe la Muerte y es solo Evolución.
Sea lo que sea que este mundo traiga para nuestros hijos e hijas, esperemos que sea para bien. Sea lo que sea lo que sientas, cuando veas este video, que sea para bien. Cuando una tiene niños, no puede creer en el apocalipsis, y tal vez empieza a creer en ¿Dios?.

8 de mayo de 2020

Congreso HOGAR SANO, VIDA PLENA del 3 al 7 de junio

¡Ya puedo contarles una sorpresa!

Es un orgullo para mí participar como ponente en este Congreso, organizado por María del Mar Jiménez Redal, fundadora de El Blog Alternativo, uno de los primeros grandes blogs que existieron en español, y líder en temática espiritual, alternativa y ecológica en España.





Este congreso HOGAR SANO, VIDA PLENA, me pareció una idea genial, mucho más en este momento, cuando todos estamos "obligados" a pasar muchas horas en el hogar,  necesitando convertirlo en un lugar donde verdaderamente queramos estar, nutridas emocionalmente, en armonía y belleza.

El congreso incluye muy variadas herramientas prácticas sobre diferentes temas, mi ponencia específicamente trata sobre EL AMOR Y LOS CUIDADOS EN EL CENTRO DE LA VIDA

-> 5 días, 27 personas sabias y expertas
Una gran oportunidad para cambiar tu realidad a muchos niveles
-> Del 3 al 7 de junio 2020
"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa"
Podéis verlo todo de 2 formas:
🌟 gratuitamente del 3 al 7 de junio al apuntaros. Cada día se da acceso a varias conferencias y se pueden ver durante 24 horas
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Espero que pueda serles de mucha utilidad y ¡vayan corriendo a afiliarse! Aquí toda la información:
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