16 de abril de 2009

Lactancia materna y sueño infantil




Por Ileana Medina Hernández

Los primeros meses no compartía la cama con mi hija, aunque sí amamantaba, claro.

No sabía que lactancia materna y colecho tienen mucho que ver.

Mientras fue pequeña, hasta los 9 ó 10 meses más o menos, le daba el pecho y luego la ponía en la cuna, con un chupete, y la acompañaba hasta que se dormía, o se dormía en los brazos, y luego la colocaba. Ella no se quejaba.

Si alguien me hubiera dicho de acostarla conmigo, hubiera respondido lo que todos: "¿y si la aplasto?" Aunque es un tema poco estudiado, los casos de muerte infantil por aplastamiento de sus progenitores son realmente muy extraños, y siempre menos que los casos de muerte en la cuna. (Más bien parece al contrario: que antiguamente, como era mucho más frecuente que los niños durmieran con los padres, se atribuyera a asfixia lo que en realidad era muerte súbita).
Pero a partir de los 10 meses ya no podía ponerla en la cuna despierta, porque se ponía de pie, y quería salirse de allí. Empecé a dormirla en brazos, pero ya en brazos tampoco se quedaba, quería saltar y correr, jejeje....

Así que opté por acostarnos las dos juntas en nuestra cama: si ella está más despabilada, pues da unos cuantos saltos y vueltas, hasta que se va relajando, coge la teta y se queda frita. Pasarla luego a su cuna, imposible, sobre todo porque tampoco quiso más el chupete, al ser mayorcitos también se despiertan con más facilidad al moverlos, y lo único que la vuelve a dormir es de nuevo la teta, así que se queda en nuestra cama. (Este detalle es el aspecto práctico que me permitió pasar de una cosa a la otra).

La lactancia materna -PROLONGADA, o sea, natural sin ser interrumpida por administración de biberones o por voluntad de la madre- me llevó al colecho, sin buscarlo, sin saber ni lo que era, simplemente porque es la manera en que lo desea el niño grandecito que mama, el niño que ya sabe expresar lo que quiere, y que no ha sido adiestrado previamente para consolarse con sustitutos como el chupete, el osito o la mantita. Una vez más el camino de la lactancia materna me ha enseñado muchas cosas.

Y entonces aprendí a disfrutar el colecho, a sentirme maravillosamente bien sabiendo que allí es donde ella quiere estar, donde se siente segura, donde duerme casi toda la noche sin despertarse o con algún despertar muy breve que enseguida concilia de nuevo, no aferrándose a un osito de peluche ni a un chupete de plástico, sino chupando un momentito la teta de su mami. Y descansamos los tres perfectamente.

La naturaleza lo ha previsto así (y la maternidad nos da la maravillosa oportunidad de descubrir qué ha previsto la naturaleza para nosotros). El bebé necesita de la teta y del cuerpo de su mami durante varios años, por lo menos los mismos que tan felizmente creemos que necesita el biberón, el chupete o un osito para dormir (todos sustitutos de la teta): 2 ó 3 ó 4 años.

El chupete no es más que un sustituto de la teta de la madre, un "consolador", que hace más daño y que sabe peor. Me da gracia cuando alguien dice: "es que me coge la teta de chupete". ¿Y qué fue primero, la teta o el chupete? El chupete es un invento para que el niño calme su instinto de succión lejos del cuerpo de la madre, y no al revés. Eso puede ser muy cómodo para la madre, pero nadie le ha preguntado al niño qué preferiría. Y el osito, también es un sustituto, frío, plástico y made in China, del cuerpo de los padres. La naturaleza no crea niños que necesiten chupetes y ositos, crea niños que necesitan el contacto físico con sus progenitores.

El niño no se ha "acostumbrado" a los brazos, ni a dormir con nosotros, viene así "de fábrica", viene de estar acostumbrado a nuestro vientre, al calor, al movimiento, a los ritmos del cuerpo de su madre.

A dormir SOLO sí tendrás que acostumbrarlo, con métodos conductistas de adiestramiento que a veces implican el llanto del bebé durante noches y noches. Y cuando deja de llorar no es porque sea feliz durmiendo solo, sino porque ha aprendido que su llanto no sirve de nada, que sus padres no acudirán por mucho que él llore. Qué triste aprendizaje.

Podrás "adiestrarlo" para que duerma solo, pero sabiendo que le estás negando lo que él más desea y necesita para desarrollar su autoestima, su cerebro y sus sentidos: el calor, el olor, el movimiento, la energía de sus padres. Eso es lo que para un bebé, para su conciencia y sus sentidos, es amor. (Y también para un adulto: ¿o estaríamos dispuestos a cambiar el sexo con nuestra pareja, el contacto, el calor y el olor de nuestra pareja, por un "consolador" de plástico? ¿Nos sentiríamos "amados" por un amante que nos niega su cuerpo y nos propone cambiarlo por un muñeco de plástico? ¿Por qué lo que vemos normal en un amante que acabamos de conocer, nos parece mal para el bebé que acaba de salir de nuestras entrañas?)

¿Cuándo aprenderá a dormir solo el niño, cuándo no necesitará succionar para dormirse, cuándo dejará la teta, cuándo podrá dormir en su propia habitación por sí mismo? Cuando haya madurado. No hay que enseñarle, aprenderá solo. A lo mejor a los tres o a los cuatro años, no lo sé. Pero lo que sí sé es que ese día llegará. Llega en todas las culturas, en todas las sociedades, en todos los grupos humanos que crían a sus hijos siguiendo su instinto protector.

¿Dormir con con los padres puede traer problemas en el futuro? Bueno, quizás tengamos el problema de que tenga que dormir con nosotros 3 ó 4 años. Pero eso no es un problema para el niño. Es un problema para los padres que se sientan incómodos con su presencia en la cama.

Quizás yo saque a mi hija mañana mismo de la habitación, pero será "porque estamos cansados" "porque queremos recuperar nuestra intimidad" "porque no descansamos bien", "porque quiero mi cama para leer por las noches", o por lo que sea, pero son razones todas PARA LOS PADRES, NO PARA LOS NIÑOS. DAÑO AL NIÑO NO LE HARÁS NINGUNO POR ACOSTARLO EN TU CAMA, AL CONTRARIO.

Buscamos el pretexto de que "es malo para los niños", para disfrazar nuestra propia comodidad, para disfrazar nuestra propia incapacidad de sentirnos cómodos compartiendo nuestro espacio con el bebé, e inconscientemente, aparecen argumentos para que parezca que pensamos en el bienestar del niño. Algunos teóricos, psicólogos y médicos lo han prescrito así, y luego el resto de la sociedad utiliza esas doctrinas sin saber muy bien por qué.

El niño algún día irá a su cama, e irá con más seguridad, habiendo seguido su propio ritmo, lo sentirá como una conquista propia de su madurez, y tendrá menos pesadillas, menos miedos, más seguridad y más autoestima que si siempre se ha visto solo a la hora de dormir. Y una independencia mejor construida, a su tiempo, con madurez, y con la certeza de ser amado, que es lo único que nos permite ser independientes sin miedo.


16 comentarios:

  1. El problema, como bien dices, es que muchos padres ven un problema el dormir con sus hijos. Cuando yo digo que me gusta dormir con Candela, la gente se extraña, no lo entiende. Está tan arraigado el hecho de que "nunca debes meter a tu bebé en tu cama" que la gente lo ve como una especie de aberración. Incluso me han llegado a decir que el colecho acabará con mi relación de pareja.
    Existen muchos prejuicios todavía con respecto al colecho, y lo triste es que mucha gente prefiere ir a lo cómodo, y hacer lo que "funciona", lo que hizo su vecina o su prima y que es "mano de santo" para que duerman sus hijos (sin "molestar" a los padres, claro), por eso "venden" tanto los métodos conductistas, porque los padres lo que quieren es dormir, a costa de lo que sea, y está claro que, como según la "ciencia" no puedes meter a tus hijos en tu cama, y no hay quien pase más de cuatro noches de despertares pasillo p´arriba y pasillo p´abajo, pues hala, metodito al canto, y a dormir todo el mundo....
    Y así vamos, que mientras unas pocas seguimos durmiendo con nuestros hijos, la inmensa mayoría vive cantando alabanzas al susodicho método, y recomendándolo a todo el mundo, y claro, esa madre ojerosa, que no puede más, que no sabe ya a que santo encomendarse para que su niño/a duerma, que está harta de las quejas de su marido porque al niño/a no hay quien lo calle de noche y a la que el pediatra de turno le ha dicho y redicho que ni se le ocurra dormir con el niño/a porque se "malacostumbran" y ya jamás lo sacará de la cama.... pues ve el cielo abierto, y convencida de que hace lo "mejor" para su hijo/a, pues hala, a llorar que "ensancha los pulmones" y no pasa nada, que sino el bebé nos toma el pelo..... que triste....
    Pero sin embargo, las que lo hacemos mal, las que malacostumbramos a nuestros hijos, las que les estamos creando un trauma, somos nosotras... pues eso, que me lo expliquen otra vez, que no lo entiendo.
    Por cierto, ya sabes que yo finalmente he hecho caso a todo el mundo y he sacado a Candela de mi cama... ahora soy yo la que duerme en la suya, jejejejeje
    Un besote.
    Laura, mami de Candela

    ResponderEliminar
  2. ESTOY EXTASIADA (ASI SE ESCRIBE?) ... TENGO BB DE 1 AÑO ...
    AMELUJAN

    ResponderEliminar
  3. Yo duermo con mi bebe desde que nació (ahora tiene 9 meses)y le doy el pecho varias veces en la noche cuando se desvela, por ahora no le veo ningún inconveniente pero me preocupa cuando tenga el año y yo vuelva al trabajo porque puede que tenga que ausentarme 2 noches seguidas y el no logre dormir sin mi teta... a alguna le ha pasado?
    gracias de antemano

    BECK

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, varios años después estoy leyendo tu pregunta y yo ahora pasaré por exactamente lo mismo, como te fue con eso ? Gracias :)

      Eliminar
  4. HOla, Beck!!! Gracias por visitarnos.
    Tu temor es bastante comprensible, si has de ausentarte de noche, sí que puede ser un problema...
    Quizás te sorprenda y en ausencia de mami se duerma con papi o con otra persona sin problemas, es cuestión de probar fórmulas distintas cuando llegue el momento, porque no ganas nada con probar ahora ya que su madurez y sus necesidades van cambiando.
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  5. Ileana: excelente tu blog! estoy leyendo con lagrimas en los ojos. Me siento tan identificada. Mi hijo Joaquin tiene 22 meses, toma teta, nunca tomo mamadera y desde hace unos meses duerme con nosostros. Recibo tantas criticas y tantos cuestionamientos de la gente que me rodea, es doloroso y triste sentir que para la mayoria uno esta haciendo las cosas mal, que uno es "mala madre". Pero en esos momentos de desaliento miro a mi gordito, lo veo tan sano, tan feliz, tan mamero, tan dulce, que confirmo que elgimos el camino acertado , el que va con nuestras convicciones, con nuestra idea de crianza... hermosos tus articulos. Te felicito!! Un beso grande desde Argentina. Gabriela

    ResponderEliminar
  6. Otro beso para ti y para tu pequeño Joaquín, Gabriela!!! Bienvenida y aquí estamos!!!

    ResponderEliminar
  7. Hola Ileana:
    he leido tu entrada y me ha recordado mucho a mi historia. Cuando mi hija vino al mundo tenía preparada una mini-cuna... en fin, la usó la primera noche. Cuando me tuve que levantar a las 4 de la mañana(mi hija nació en diciembre), sentarme en el salón y dar la teta durante cuarenta minutos... ví que algo fallaba. La metí en la cama y si tenía hambre me levantaba la camiseta y ¡ya está! a dormir todos. Así hemos estado hasta los tres años, cuando decidió que quería dormir en su cama, aunque a media noche se pasaba a la nuestra. Ahora, a punto de cumplir cinco, ya no lo hace, duerme de tirón y si tiene sed se levanta al baño a por un vaso de agua y ni nos despierta... a veces tengo suerte y se viene a nuestra cama. La verdad es que echo de menos su cuerpecillo tan cálido y suave cerca. Pero a las que tenéis dudas de si los niños se van de la cama: si, se van y luego seréis vosotras las que tengáis que aceptar que crecen y se hacen mayores y cada vez nos necesitan menos... pero ese es otro tema.

    ResponderEliminar
  8. Hola Ileana. Te escribo desde Navarra. He leído tu artículo y he visto mis pensamientos reflejados.Yo me hago constantemente esas mismas preguntas: ¿Cuándo aprenderá a dormir solo el niño, cuándo no necesitará succionar para dormirse, cuándo dejará la teta, cuándo podrá dormir en su propia habitación por sí mismo? Y me respondo a mí misma: "Cuando haya madurado. No hay que enseñarle, aprenderá solo. Tranquila."

    Nuestro niño tiene ahora 20 meses y hemos pasado por diferentes fases. Cuando era un bebé tuve un posparto muy duro (fisura del esfinter anal...) muchos problemas para darle el pecho (grietas que no acababan de curar, mala posición...). Pero encontré a una persona formada en lactancia materna a la que estaré eternamente agradecida (gracias Ana)que me apoyó, me enseñó, me tranquilizó, me animó y juntas vencimos los problemas y gracias a mi constancia (que a tozuda no me gana nadie) todo pasó y ahora puedo decir que estoy orgullosa, que es maravilloso ver esos ojillos que pone nuestro niño cuando mama, sé que me está diciendo "gracias ama, qué agustico estoy". Y eso es oro.

    No pude amantarlo en la cama pues tenía que cuidar mucho que la postura fuera correcta y tenía muchos dolores debido a las grietas. Pasaba horas y horas de madrugada dándole la teta, pues no agarraba bien, no tenía mucha fuerza, se quedaba dormido, volvía a mamar... en fín... cada vez que lo recuerdo...

    Cuando por fín acababa, despacito, ponía en práctica todo un protocolo para no despertarlo, levantándome despacito, dando pasos sin hacer crujir la tarima... hasta dejarlo en el cuco. Era dejarlo y volver a despertarse. Y vuelta otra vez a la tarea!.

    Bueno. Más adelante en la cuna, en su habitación; me quedaba al lado para acunarlo y con paciencia, se quedaba dormido.

    A los 9 meses más o menos en la cama de su habitación. También me quedaba al lado hasta que se dormía. Pero luego recuerdo que ya no hacía falta. Le daba un beso, le hacía caricias, le dejaba una lucecilla y él se dormía sólo. Y yo salía de la habitación.

    Hacia los 15 meses todo cambió. Ya no se dormía solo. Lloraba. Y los dos, pues eso, pasillo arriba, pasillo abajo. Lo siguiente fue quedarnos a su lado a dormir. De este modo sí se dormía pero en cuanto notaba que salíamos, otra vez a llorar. Y así durante un mes DESESPERADOS. Mal en casa y mal en el trabajo. La siguiente fase fue traerlo a nuestra habitación, a nuestra cama. Y aquí sí se dormía. Ahora bien, nosotros nos levantábamos "como un ocho", pues dormíamos en ambas esquinas y el niño en la mitad, todo ancho. Qué granuja!

    Así que una mañana, en un ataque de "hastaaquíhemosllegau" decidí lo siguiente: trasladar su cama a nuestra habitación. Es decir, que duerme en su cama, al lado de la nuestra. Y AHORA DORMIMOS TODOS! Y SE ACABÓ! ESTO ES SALUD PARA TODOS!

    Yo sigo dándole el pecho (dos tomas: para la siesta y antes de acostarlo). Para la siesta no necesita a nadie pero para acostarlo... el granuja de él no se conforma con darle la teta y dejarlo en su cama, no. Quiere conciliar el sueño con nosotros. No pasa siempre, pero últimamente bastante amenudo.

    Y e ahí mi gran dilema: entramos en su juego y lo metemos en nuestra cama hasta que concilie el sueño y luego lo cambiamos a su cama? Es lo que solemos hacer, pero ¿nos estará probando? ¿De verdad lo necesita o dejamos que se queje un poco hasta que se duerma? (A ver, no llora desesperadamente, que no me malentienda nadie, vale?

    Bueno, supongo que son dudas que nos preocupan a la mayoría. Yo quiero pensar que llegará el día en el que dormirá sólo y en su habitación, pero... tengo mis miedos, ya sabeis, miedo a sobreprotegerlo quizás, miedo a "malcriarlo".

    Dejadme sincerarme por favor, es lo que siento y agradezco este lugar para hacerlo.

    Y espero que este testimonio ayude (o consuele) a aquellos/as que estén pasando por lo mismo.

    Muchas gracias. Eskerrik asko.

    Idoia.

    ResponderEliminar
  9. Hola, Idoia!!!

    Muchas gracias por encontrar este rincón como un lugar acogedor para sincerarte.

    Como cuentas, mucho de lo que has pasado lo hemos pasado todas, y la verdad la verdad, que sería todo más fácil si desde el primer momento de nacido cogemos al niño con nosotras y no lo soltamos hasta que él lo haga por sí mismo.

    YO he aprendido -tarde, no fue así desde el principio con mi hija- que lo verdaderamente lógico es que al bebé lo pongan sobre nuestro pecho al momento de nacer, y a partir de ahí, solo se separe en la misma medida que él lo vaya pidiendo. Porteo, colecho... Eso es sin duda lo mejor para el bebé.

    No lo "malcría", no lo "sobreprotege", todo lo contrario, lo hace más seguro e independiente en el futuro, cuando verdaderamente necesite ser independiente. Será un adulto con un esqueleto emocional fuerte, que no necesitará constantemente reforzar su autoestima, porque ya la tendrá incorporada. Es en esta etapa cuando se forma la base de la autoestima y del desarrollo emocional.

    Claro está, que esa disponibilidad de los padres para portear o para colechar está muy dañada en nuestra sociedad, y cada uno llega hasta donde llega.

    Pero si vosotros la tenéis, aprovechadla. Si tu miedo es a malcriarlo, no temas. El amor y la compañía no malcrían a nadie. Tu hijo crecerá más seguro, seguro de que te tiene cuando te necesita, y por tanto, a la larga, con una mejor relación con la sociedad en su conjunto.

    Desgraciadamente esto es algo que hay que "verlo", intuirlo, se sabe como una "iluminación", no se puede convencer a nadie de esto con argumentos racionales. Pero si lo ves, adelante, eres una privilegiada y tu hijo también.

    Un abrazo y muchas gracias por tu visita!!!

    ResponderEliminar
  10. Hola Ileana,

    Aguantaste bastante... 10 meses!! Seguramente porque tu beba se quedaba tranquila en la cunita... Yo luego de dos meses con Sam durmiendo en el capazo pegado de mi cama, ya parecía zombie, no podía con mi alma...

    Yo le daba teta, manteniéndome despierta, lo cual tomaba unos 40min, luego esperaba a que se quedara profundo para pararme con cuidado e intentaba ponerlo en el capazo. Antes de terminar de estirar los brazos, y antes de que siquiera llegara a tocar su sábana, se ponía a llorar de nuevo... Ahí tocaba empezar otra vez con la teta, y 40 min más... Leí que le dicen a eso "síndrome de la cuna con púas".

    Cuando tocó ponerle las vacunas de los 2 meses, yo estaba tan agotada tanto física como emocionalmente (lloré muchísimo cuando lo vacunaron, me dió mucha impresión... y eso que soy odontólogo y que he inyectado muchas veces, pero es diferente con mi bebé).

    En fín, con tal agotamiento temía no sentir si gemía un poco en la noche, o dormirme muy profundamente y no darme cuenta si le daba un poco de fiebre. Allí recordé los consejos de mi matrona, diciéndome que lo mejor era dormir con el bebé durante al menos el primer año de vida, y lo intentamos. Durmió toda la noche bajo "mi ala", incluso dormida sentía su temperatura (no tuvo fiebre), le dí teta sin ninguna molestia y podíamos seguir durmiendo los dos, sin interrupción.

    Por primera vez en muchos meses logré dormir bien, y de allí en adelante seguimos. Ya Sam tiene 23 meses, y seguimos durmiendo juntos, divinamente. Hay noches en las que pide mucha teta y se retuerce mucho y no logro dormir profundo, pero luego me pregunto cómo hubiera hecho si no durmiéramos juntos, para pararme, ir hasta su cama, darle teta manteniéndome despierta, luego tratar de acostarlo de nuevo sin que se despierte...

    Seguimos oyendo muchos comentarios del tipo "¿cuándo lo vas a sacar de tu cama?" y "¿hasta cuándo le vas a dar teta, ya es un hombre?"... Perdón: ¿un hombre de 23 meses?? Siempre respondo lo mismo: "Por ahora estamos bien y felices así, cuando esta manera nos deje de funcionar o alguno de los dos se incomode, buscaremos otra solución" y ya está...

    Estoy de acuerdo con ustedes en que es un proceso de maduración, una necesidad de estar pegaditos, y creo que a medida que se van saciando de cercanía, mimos, etc. se van alejando poquito a poco, a su propio ritmo.

    Estoy escribiendo mi propia historia de colecho, pero aún no la he terminado...

    Un abrazo y como siempre, es un gusto leerte :)

    Louma

    ResponderEliminar
  11. Hola, he llegado a este blog gracias, k curioso, al reportaje de "El Mundo". Ya sabeis, lo de mamá o vaca. Y mirad, de algo de lo k me alegro de ese artículo es k me dio la oportunidad de conocer a personas k como yo creemos en la lactancia materna. Mi bebe tiene 18 meses y ahí esta gordito y feliz. Muchas gracias a todas.
    Arantxa

    ResponderEliminar
  12. Bienvenida, Arantxa!!!

    Cada vez somos más, y lo tenemos muy claro clarísimoooooooo, como nadie puede tener algo de claro, de ahí que la reacción de los carcas no se haga esperar, jejeje..

    Gracias, y un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  13. BRAVO, ILEANA!!! Gracias por hacerme entender que estoy en el camino correcto, porque es lo mejor para mi hijo, que no soy una mala madre; la "sociedad" tiene mucho que aprender. Yo me paso los días luchando contracorriente: mi marido, los abuelos, las amistades...no hagas eso que consientes al niño, no lo malacostumbres, déjalo que llore para que se haga fuerte, déjalo que aprenda a base de llorar o tropezarse, no le facilites el camino...ni se te ocura dormir con él. ME DA IGUAL, MI HIJO ES MÍO, LO PROTEGERÉ DE TODO LO MALO HASTA QUE YO VIVA, Y LE HARÉ LA VIDA LO MÁS AGRADABLE POSIBLE!!!!

    ResponderEliminar
  14. mi hija durmio en nuestra cama hasta los 5 años, una semana antes de empezar el colegio primario me pidio dormir en su cama, y desde ahi nunca mas, hay veces que se pasa pero siempre quire empezar su noche en su cuarto, fue mas duro para nosotros que se fuera que para ella que lo hizo con toda la simpleza, fui muy feliz durmiendo con ella y disfrute cada suspiro , no trajo daño alguno a nadie

    ResponderEliminar
  15. Facilita la lactancia con baberos para tus hijos. No solo protegen la ropa, sino que también crean un ambiente cómodo. Un detalle práctico que hace que ese momento especial sea aún más placentero.

    ResponderEliminar