15 de abril de 2009

Las espinitas clavadas


En los debates apasionados que mantenemos sobre este tema en el foro, Mosim abre su corazón y comparte su experiencia. Gracias, Mosim, muchas gracias.

Me ha permitido gentilmente reproducirla aquí, creo que es el testimonio más emocionante que he leído jamás sobre la maternidad:




"Yo al igual que otras mamis tengo varias espinitas clavadas en el centro de la diana de la maternidad:

1) Embarazo que no llega a término porque no supe mantener la calma (tela como se portó mi marido, tela, mi suegra, tela, mi madre, tela, mi cuñada... cuando no recibía una daga por un lado era por otro.... Y yo como una tonta, con mi falta de seguridad en mí misma, el miedo pardo que tenía y otras muchas cosas recogía y era herida por cada palabra y cada frase).
2) No-parto, es decir, inducción que acabó en cesárea (¿Y cómo no? Me pusieron el goteo, me obligaron a tumbarme y no me dejaron ni levantarme a hacer pis. Solo les faltó colgarme los pies del techo para que estuviera con el canal del parto en la dirección opuesta)
3) El no poder coger a mi hija, el no saber cómo era siquiera hasta después de una semana. Le preguntaba a la gente que venía a verme y que ya la había visto a ella cómo era. Mi hija nació con 1.750 gramos y se la llevaron a otra clínica porque en la mia no había neonatos.
4) La no lactancia materna.
5) Que mi hija tiene síndrome de Down

Hay más cosas pero estás serían las más importantes.

Al principio defendía a los médicos y cada cosa que había pasado a capa y espada. Hasta que mi hija no cumplió los tres años y empecé a tener algo de tiempo para mí, no me di cuenta de que ese agujero en el alma no era porque ella tuviera Síndrome de Down, era porque había acumulado una pérdida tras otras, todas relativas a la maternidad, a mi capacidad para engendrar, llevar en el interior de mi vientre, dar a luz y criar a mi bebé.

Cuando me di cuenta, lloré ríos de lágrimas, tuve ataques de ansiedad, he necesitado repensarme, reconstruirme. Durante años he querido tener otro hijo para "enmendar" todo esto, para que me dieran una segunda oportunidad de "hacerlo bien". Sí, es una barbaridad, pero así es. Lo he pasado y aún lo paso refatal con cada una de estas cosas. Después de más de 3 años de terapia psicológica me miro al espejo y al menos no me dan ganas de salir corriendo, pero hay temas como el del parto que me ponen del hígado sin que yo pueda evitarlo.

La lactancia materna fue cortada de raíz por el neonatólogo de la Milagrosa que "haciéndome un favor" me dijo que lo mejor que podía hacer era tomarme unas pastillas para que se me cortara la subida de la leche. Cuando la beba tenía 3 meses la puse al pecho para ver qué se sentía ¡y se agarraba, sólo que no había producción en la fábrica! He llorado lágrimas de hiel con esto.

Creo que buena parte de la infertilidad que sufro ahora tiene mucho que ver con lo incapaz que me siento con la maternidad. Ni embarazo a término, ni parto, ni bebé conmigo, bebé pequeño, sin lactancia, con síndrome de Down. Creo que lo único que salió bien es que ella está, yo estoy y nos amamos a pesar de todos los obstáculos. Y, como alguien ha dicho, creo que el amor es capaz de redimirnos, de curarnos, de volver a conectarnos aunque sea tarde, aunque sea a "la fuerza", pero ahí estamos, unidas. Somos madre e hija. Me siento orgullosa de ello.

Creo que nos quedan kilómetros aún que recorrer "socialmente" para poder ser madres completas de nuevo. Una sociedad que no es capaz de proteger a las madres y a los bebés me parece que es una sociedad en rodaje, en modo "pruebas".

Otra cosa que quiero comentar de lo que habéis escrito y que yo siempre digo cuando la gente fracasa con la lactancia es que nadie nace enseñado y antes, como alguien ha dicho, alrededor de la madre había siempre otra madre que había dado de mamar. Es más, esa madre primeriza estaba "harta" de ver a otras mujeres dar de mamar a sus bebés. ¿A cuántas mujeres hemos visto nosotras dando teta?... ¿Cuántas veces? La que llegue a 30 es una privilegiada. Jo, ¡qué pena!

Yo me siento menos madre por no haber podido darle teta a mi hija. Cuando estaba embarazada llamé a la liga de la leche para que me explicaran (entonces internet era un raro lujo), seguí todas sus indicaciones pre-amamantamiento, no tenía comprado ni un solo bibe... ¡Qué dura fue la caída! En septiembre del año pasado me pasé casi 15 días viendo de forma compulsiva este vídeo:http://www.youtube.com/watch?v=1MXwCUWjT34y llorando a moco tendido y mi hija va camino de los 11 años.

Creo que una pieza fundamental de todo este sarao es la culpa. Me he sentido tremendamente culpable por todo... Y no, hay cosas que simplemente no era capaz de ver en ese momento, otras que simplemente escapaban de mi control y otras que yo puse en manos de los que creía expertos y que en realidad no lo eran tanto. "

3 comentarios:

  1. Gracias Ileana por publicarlo otra vez, y gracias a Mosim por ser tan valiente.
    Mil besos a las dos.
    Laura, mami de Candela...
    Y por cierto, deja de publicar cosas tan interesantes que aquí me tienes sin estudiar, jodía... (esto si quieres, no lo publiques)

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  2. gracias mariposa por compartir tantas cosas con nosotras y amosim por abrirnos su corazon...y sentir que no somos las unicas que sufrimos. besitos

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  3. Impresionante... precioso y a la vez terrible. No tenemos suficiente con la realidad, con los hechos objetivos (1.750 gramos, cesarea, Sindrome de Down) si no que además las madres tenemos que soportar lo que nos rodea (el no apoyo, la incomprensión, la falta de sensibilidad...)

    Gracias a las dos por compartir estos sentimientos.

    Besos

    Más aventuras y desventuras de una madre primeriza en: http://ahoralamadresoyyo.blogspot.com

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