15 de mayo de 2009

El gen de la "mala leche"

Por Ileana Medina Hernández





Para Marga V y Miriam R,
madres sabias.

Según el dogma católico (Catecismo de 1992, CEC 404-419), "el pecado original, en el que todos los hombres nacen, es el estado de privación de la santidad y de la justicia originales. Es un pecado «contraído» no «cometido» por nosotros; es una condición de nacimiento y no un acto personal. A causa de la unidad de origen de todos los hombres, el pecado original se transmite a los descendientes de Adán con la misma naturaleza humana, «no por imitación sino por propagación». Esta transmisión es un misterio que no podemos comprender plenamente."

Como vemos, la doctrina de la Iglesia Católica, basada en el mito bíblico del pecado original, defiende que el "mal", el pecado, la violencia, es una "condición de nacimiento", un estado en el que nacemos todos los hombres. Los seres humanos seríamos innatamente malos.

El sacramento del bautismo cristiano tiene su fundamento precisamente en esta creencia, ya que el bebé, nacido pecador, necesitaría el antídoto del bautismo -la presencia de Dios, el bien- para no desarrollar ese mal que innatamente ha contraído.

Esta postura, muy extendida en la civilización occidental, ha sido defendida por muchos filósofos y pensadores a lo largo de la historia: desde la conocida frase de Hobbes: «el hombre es lobo para el hombre», hasta Freud o Malthus. La larga historia de guerras, genocidios y terrorismo parece además darles la razón.

Sin embargo, el Catecismo no puede explicar cómo ese pecado original se transmite a todos los descendientes de Adán, lo cual sería un «misterio».

Desde el punto de vista científico, pensaríamos inmediatamente en una transmisión genética. Existiría un gen responsable de ese mal, que todos heredaríamos. Algo biológico, que estaría presente también en los animales.

Todos los defensores de la "violencia innata" han buscado sus orígenes en la naturaleza, en el mundo animal. Otros analistas recalcan que las formas de violencia organizada y gratuita que se ve en los seres humanos, no existe en el resto del reino animal. El ensañamiento y la violencia gratuitas, el placer de matar o de dominar al otro (un adolescente que apalea a un mendigo en la calle, por ejemplo), parece algo propio únicamente del ser humano, de algunos seres humanos. "La razón engendra monstruos", dijo Goya. Y de hecho, el propio mito bíblico relaciona el conocimiento (la razón) con el mal, serían adquiridos al mismo tiempo.

Probablemente separar el análisis entre mundo "animal" y mundo "humano", sea falso. No hay quizás ninguna cualidad que sea única y exclusivamente humana. Los científicos descubren cada día más cualidades supuestamente humanas que también están presentes en otros animales, sobre todo en otros primates. Los antrópologos tienen cada vez más dificultad para definir cual puede ser "el primer hombre" (cada vez lo encuentran más "atrás"). Al final, será un "convenio": a "esto" le vamos a llamar hombre. En realidad, la evolución de las especies es un continuum, y probablemente sea más correcto decir que las cotas más alta de violencia se ven entre los humanos, aunque también exista en otros animales.

Además, si abrimos la definición de violencia más allá del maltrato físico, y aceptamos la existencia de una violencia psicológica, mucho más frecuente y base de aquella, tendremos que reconocer que los hombres tenemos entonces muchas más posibilidades de ser violentos.

Apropiándonos de la definición de violencia que da Laura Gutman en su libro Crianza. Violencias Invisibles y Adicciones (Editorial Del Nuevo Extremo, 2006), podemos entender por violencia "la imposibilidad de que coexistan dos deseos diferentes", lo que le da una dimensión inequívocamente humana.

Supongamos incluso que pudiera haber un componente genético. Que todos los seres humanos naciéramos con un gen del "bien" y otro del "mal, o con la predisposición para hacer el bien y el mal, venga de donde venga. ¿Qué sería entonces lo que permite que esa predisposición se expanda y se desarrolle? El entorno. La crianza.

El psiquiatra Luis Rojas Marcos, uno de los mayores expertos en gestión de salud pública del mundo (conocido además por ser el responsable del sistema sanitario de Nueva York en el momento del atentado contra las Torres Gemelas) en su libro Las semillas de la violencia, Premio Espasa de Ensayo 1995, explica:

"Un dato a considerar a la hora de estudiar las semillas de la violencia es la gran plasticidad del cerebro humano, o la capacidad de transformarse en respuesta a estímulos del entorno, en especial durante los primeros doce años de vida. En este período de tiempo, el cerebro casi se cuadriplica de tamaño.

(...)A los pocos días de nacer, las criaturas normales ya se relacionan activamente con su entorno y se adaptan a los estímulos externos. Desde estos primeros instantes, si sus necesidades biológicas y emocionales se satisfacen razonablemente, los pequeños comienzan a desarrollar el sentido de seguridad en sí mismos y en los demás. Si, por el contrario, sus exigencias vitales son ignoradas, muchos tienden a adoptar un talante desconfiado, temeroso y agresivo."

He destacado los primeros 12 años de vida. El cerebro del niño crece cuatro veces de tamaño en ese tiempo. El cerebro se está formando, y en su formación incidirán todos los estímulos que el bebé reciba desde el primer minuto del nacimiento, incluso desde la etapa prenatal (es lo que se conoce como neuroplasticidad). Si esos estímulos son violentos contra sus necesidades básicas (que como hemos reiterado para un bebé son muy simples: leche y contacto maternos), es lógico que la formación de ese cerebro no sea igual en un niño que ha recibido amor y ha visto sus necesidades satisfechas, que en un niño que es criado fuera de ese espacio cálido maternal.

"El amor satisfecho conduce a la autoestima, a la generosidad y a la capacidad de amar. El amor frustrado produce inadaptación, amargura y odio." dice en otro lugar Rojas Marcos.

El amor para los bebés es la presencia de su madre, el cuerpo materno, el contacto y el cariño que recibe cada día. Eso es lo que establece las bases para que vaya madurando seguro, para que a los 5 años sea un niño tranquilo, a los 12 no sea un adolescente problemático, a los 20 sea un joven solidario, a los 40 sea un adulto centrado y generoso. Las bases de todo están en la primera infancia, cada etapa se construye sobre lo que se ha recibido en la anterior.

Muchos otros autores y estudios (Michel Odent, Casilda Rodrigáñez, Rosa Jové, Nils Bergman, Margaret Mead, J W Prescott, A N Schore, Lloyd de Mause...) han demostrado la importancia de la neuroplasticidad, y han hecho notar la correlación entre la "ausencia de unión con la madre" y diferentes trastornos psicológicos y el comportamiento criminal y violento.

El bautismo cristiano como "antídoto" de la maldad tiene un fuerte componente simbólico. Efectivamente, los bebés necesitan un ritual que los proteja del mal. Ese ritual es el amor. Y fundamentalmente el amor y el cuerpo de la madre. De hecho, el cristianismo exime a María del pecado original, la redime y la deja "inmune de toda mancha de pecado original".  La poner virgen y pura, tergiversando el sentido original y a la vez ocultándolo, como casi todo en las sagradas escrituras.

Muchas expresiones populares demuestran la relación de la violencia con la falta de cariño y cuidado maternos: fulano "no tiene madre" o fulano es un "hijo de puta" (suponiendo que las putas no tienen tiempo para atender a sus hijos), o "se armó tremendo desmadre".

En España, la frase "mala leche" significa mal humor, mal carácter, predisposición a la violencia. En varios países latinoamericanos significa tener mala suerte. La palabra "leche" no es inocente en ninguno de los dos casos. Esa leche es la leche materna. Para los españoles, el que tiene "buena leche" es una persona con buen carácter, generosa, bondadosa. Para los latinoamericanos, el que tiene "buena leche" o "mucha leche" es un afortunado.

6 comentarios:

  1. ¡Qué "buena leche" tenemos al poder leerte! (Que diría un latinoamericano...)
    Ese hervidero de ideas y conocimientos que tienes en la cabecita es un tesoro. Por favor, no dejes de hacernos pensar, meditar y aprender cada día.
    Gracias.

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  2. Madre, hija y tal vez futura abuela19 de mayo de 2009, 21:17

    Tus reflexiones acerca de la maternidad y la "buena crianza" me parecen muy lúcidas, y en este post en el que te remontas al origen bíblico del mal para exorcizarlo, en lugar de a través del bautismo a través del amor, de una gran profundidad que por "laica" me parece más hermosa.
    En tus diferentes escritos dejas claro que la necesidad de amor de los bebés sólo pueden ser cubiertas con leche y calor del cuerpo materno, y estoy convencida de que esto es así, de igual forma que el amor satisfecho produce efectos positivos en el crecimiento del bebé como ser humano y el amor frustrado negativos.
    Pero me gustaría compartir contigo una duda que quiere ser creencia : dando al amor maternal y a la crianza un significado amplio, desligado del sexo femenino que por naturaleza es quien puede amamantar, ¿un padre adoptivo puede satisfacer la necesidad de amor de su bebé?
    Me encantaría, desde tus conocimientos, que dijeras o escribieras algo sobre esto.

    Muchas gracias por compartir tus reflexiones con quien las quiera leer, me parece muy generoso de tu parte.

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  3. Hola!!

    Excelente espacio, Felicidades!!! Gracias por compartirlo con todos nosotros!!

    Te envio un cálido saludo desde Colombia!!

    Martha
    http://besodeamor-david.blogspot.com/

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  4. Muchas gracias, chicas.
    Gracias, Martha por visitarnos desde Colombia.
    Madre, hija y tal vez futura abuela: lo que sugieres es muy interesante, ciertamente pienso que sí, que un padre en solitario o un padre adoptivo, y también las madres que no amamantan, sí pueden satisfacer en bastante grado la necesidad de amor de los bebés. Prometo prepararme un próximo post sobre este tema. :-)
    Besos y muchas gracias!!!

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  5. Hola, les recomiendo una canción del grupo Aterciopelados, ahí va la letra, pero es mucho mejor oírla, un beso

    Chupate la tetica
    Tomatela todita
    Asi asi durito y con ritmo y con ritmo
    Sacia todos tus apetitos conmigo bebe
    Toma de mi lo que quieras
    Pon tu boquita en mi pezón y con la encia haz presion
    Como chupas de rico
    Delicioso dolorcito
    Desocúpatela
    Sigue con la otra

    Chupate la tetica
    Tomatela todita
    Mamacita

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  6. Jajaja, Mercedes, que me parto con esa letra, jajaja!!! Gracias por compartirla. Besos!!!

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