25 de noviembre de 2009

Más sobre el tema de las guarderías

Por Ileana Medina Hernández

A propósito del debate que se suscitó en torno a la opinión de la psiquiatra Eulalia Torras, pongo en limpio mi opinión.

Creo que los padres que piensen que las guarderías -ahora llamadas escuelas infantiles, con programas educativos- son buenas para su hijo, o al menos, mejor que quedarse con la madre o con su padre en casa;  son muy libres de hacerlo.

Al fin y al cabo, los padres tenemos unos límites de disponibilidad, unas capacidades para atender a los niños que varían de una familia a otra. Si la capacidad de la madre -o del padre- para permanecer junto a su hijo se agota, efectivamente, lo más probable es que el bebé esté mejor en la guardería que con unos padres malhumorados que no pueden, no quieren o no saben cómo interactuar de manera adecuada con él.

Pero lo peligroso me parece intentar convencernos -como hace el Ministerio de Educación y muchos políticos y fuerzas de distintas clases- de que los bebés de 0 a 3 años necesitan la escolarización en esa etapa.

Las razones por las que un niño es llevado a la guardería pueden ser muchas. Pero creo que la principal, es porque la madre se ve obligada a volver al trabajo por razones económicas, o porque quedaría fuera del mercado laboral si se pide una excedencia mayor que la escueta baja de las 16 semanas. Digo madres, porque desgraciadamente la inmensa mayoría de los padres ni siquiera se plantea dejar de trabajar para cuidar de su bebé, que ya eso es otro cantar.

Cierto que puede haber mujeres que a los 4 meses de parir estén deseando volver al trabajo, supongo que sobre todo profesionales cualificadas con trabajos vocacionales y bien pagados, cuya profesión ocupa un lugar central en la construcción de su identidad y su autoestima.

Pero hay una inmensa mayoría de madres -empezando por todo el ejército de limpiadoras, cajeras de supermercado, operarias de fábrica, auxiliares,  etc... que trabajan por un salario y no por una realización profesional, y siguiendo por muchas que aunque trabajemos por vocación estaríamos dispuestas a parar un par de años para dedicarnos a nuestros hijos- que si pudierámos disfrutar de una baja maternal remunerada de un año o mejor dos, con protección de regreso a nuestro puesto de trabajo y todas las garantías, nos quedaríamos encantadas con nuestras crías. Quizás también haya muchos padres dispuestos a quedarse con sus hijos en esas condiciones.

Y resulta que, además, la neurociencia ha demostrado que eso es lo mejor para la salud y para el óptimo desarrollo cerebral y emocional de los bebés humanos.

Las investigaciones sobre la neuroplasticidad han demostrado que la maduración óptima de los cerebros de los bebés se produce en contacto directo con sus padres, sobre todo durante los dos primeros años de vida. Que lo mejor para su desarrollo neuronal, emocional y afectivo es ser portado en brazos, ser acompañado mientras duerme, estar al cuidado permanente de sus padres.

Por si fuera poco el argumento científico (la ciencia es una manera de conocimiento, pero no la única), resulta que permanecer junto a su cría es obviamente lo que han deseado hacer la mayoría de las madres instintivas a lo largo de la historia (eso es al fin y al cabo lo que es ser madre: ser insustituible, hacer algo que otro no pueda hacer por ti, madre es cualquiera que precisamente sea "insustituible" en nuestra infancia; para muchos niños ricos, que han sido criados por chachas, estas chachas han sido sus verdaderas "madres"); resulta que es lo que piensan las grandes formas de sabiduría y de espiritualidad; resulta que además es lo que hacen todas las especies de mamíferos, e incluso de aves: permanecer en contacto con su cachorro hasta que su cerebro madure y puede valerse por sí mismo. Porque el cerebro no reptiliano, el cerebro superior, necesita de esa "gestación exógena", de esos cuidados adicionales post-nacimiento para desarrollarse.

La idea perversamente sostenida de que es beneficioso para los niños escolarizarse desde los 0 años, encuentra luego apoyo en muchísimas familias poco informadas, que temen que sus hijos puedan quedarse "atrás" en conocimientos, sociabilidad o estimulación si no son escolarizados "como los demás", y que encima no tienen otro remedio que llevar a sus hijos a la guardería; o también en familias con poca vocación para cuidar de sus propios hijos y responsabilizarse de su educación, que necesitan auto-justificarse o auto-convencerse de que lo hacen "por el bien de los niños".

Cada familia es libre de hacer lo que mejor le parezca. Pero la sociedad en su conjunto y los poderes públicos, deberían apoyar aquello que está cientifícamente comprobado que es mejor para los bebés.

Las políticas públicas no deberían sólo subvencionar las escuelas infantiles y menos aún vender sus bondades para los niños, sino contemplar la posibilidad de que aquellas madres y padres que sí tienen la capacidad, la disponibilidad y el deseo de permanecer junto a sus bebés puedan hacerlo, dado que lo que verdaderamente necesitan los bebés son madres y padres disponibles, y la guardería es un "mal menor" ante esa falta de disponibilidad, sea por la razón que sea (la más común, la necesidad de mantener el salario y el empleo).

Hoy en día sucede en España que madres que no trabajan llevan a sus hijos a guarderías públicas porque al tener menos ingresos en su hogar, tienen preferencia. Mientras que las madres trabajadoras que quisiéramos permanecer con nuestros hijos un año o dos, no recibimos ninguna subvención para hacerlo.

Aquellas madres o padres que sí tienen deseo de permanecer junto a sus bebés, al menos en los dos primeros años, deberían tener el derecho y el apoyo de toda la sociedad para poder hacerlo, dado que es mejor para sus hijos (y a la larga quizás hasta más barato para la sociedad). El modelo sueco de 16 meses de baja m(p)aternal remunerada, demuestra que es algo perfectamente posible.

El problema es que el enfoque oficial, el enfoque público, está invertido, pues parte de la falacia de que es beneficioso para los bebés acudir a las guarderías, y por tanto sería parte de su "derecho" a la escolarización. Se parte de la base de que lo mejor para todos los niños es la guardería, lo que es un error, que esta psiquiatra -y otros muchos- ponen en letra clara.

O sea, que abandonando el enfoque adultocéntrico y centrándonos en lo mejor para los niños, el dinero público no debería emplearse en primera instancia para subvencionar guarderías -dado que la escolarización de los bebés no es algo beneficioso para ellos, es sólo una consecuencia de la necesidad de los padres de continuar trabajando- sino debería emplearse para subvencionar y estimular a las madres y padres que quieran permanecer con sus hijos en esas edades tan tempranas que, como demuestra la ciencia, es lo más óptimo de todo.

Manifiesto Más Tiempo con los hijos: Fírmalo.

5 comentarios:

  1. Primero no lo subí a mi blog por temor (ya te conté)
    Pero ahora ya casi que no lo escribo yo misma porque, tú lo explicas tan bien, que casi prefiero citarte, Ile.

    Las diferentes opiniones expuestas en el post anterior me confirman lo que creía sobre las posturas ante el tema.

    Y también opino que el quid de la cuestión está en la 'capacidad, disponibilidad y deseo de permanecer junto a sus bebés'. Si una madre (o padre) está en casa pero pasa del bebé (todo el día de la cuna a la hamaquita, de la hamaquita al cochecito, del cochecito a la abuela, de la abuela al parquecito, y así sucesivamente), casi que da lo mismo que esté con ella o en una guardería.

    Un beso :)

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  2. He cambiado la foto, porque esta me parece más ilustrativa.

    Qué triste.

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  3. Pues sí, es triste... :( yo alguna vez me he planteado que si me faltan brazos, pies y manos y horas en el día para atender a Mateo, cómo estaría en una guardería... supongo que berrearía tanto que me llamarían y me 'invitarían amablemente' a que me lo llevara de vuelta a mi casa.

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  4. ¡¡Qué interesante es recopilar argumentos en favor de una crianza natural y responsable!!
    Y qué duro es luchar contra los prejuicios familiares y sociales en este sentido... Que si no la achuches tanto, que está todo el día en brazos, que está muy enmadrada¿? (¿qué significará esa palabra que tanto escucho?), ¿que aún no va a la guardería? (no, ni irá)
    Lo mejor de todo es observar las caras de circunstancia que produce hablar del colecho. De hecho, me encanta provocar a la gente con este tema, je!
    Afortunadamente, el haber sido madre "añosa" y el haberme documentado en la crianza y el desarrollo del bebé, me han hecho seguir en una línea instintiva que además está argumentada científicamente.
    Enhorabuena a todas las personas que se interesan, investigan, informan y protegen realmente a la infancia.

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  5. Hola!!
    Trabajo en una guardería y me ha gustado mucho éste post, lo que veo en mi trabajo son todo tipos de casos, padres y madres que trabajan y "no tienen abuelos libres", y no les queda otra; madres que no trabajan pero que no se pueden hacer con su niñ@..., éstos últimos para mí son los más preocupantes, porque, curiosamente, son los niños menos motivados en casa, los padres trabajadores, ya sea por culpabilidad de no estar con ellos o por instinto, en cuanto tienen tiempo, a pesar del cansancio, hacen actividades, juegos, pintar, viajar, excursiones..., y disfrutan de sus peques, eso se nota; pero otra cosa son las madres que no trabajan y los traen porque "me vuelve loca en casa", claro, se creen que con llevarlo una hora al parque infantil está todo hecho..., eso sí, están muy contentas con la guardería porque el niño "se nota que aprende y va muy contento"..., ¡¡claro!!, porque aquí los estimulamos, les escuchamos, potenciamos aptitudes y eso les hace sentir bien, no se aburren...
    Mi hermana tuvo la suerte de poder estar con sus hijos a tiempo completo los 2 primeros años de cada uno (tiene 2)y su desarrollo intelectual y social fue potenciado desde el primer momento, ¡¡es como si hubiesen tenido "lo bueno" de la guardería en casa, y su madre como profesora!!
    Un niño, un hijo no es un adorno, hay que tenerlo con TODAS las implicaciones que conlleva bien aceptadas, si no vas a saber cómo motivar y estimular, o no vas a querer, poder..., por pereza, no lo hagas, si no, "te volverá loca en casa", hay que ser consciente de eso, han de ser los padres los que enseñen a vivir a las pequeñas personitas que traen al mundo, y no pagar a otros para que lo hagan.
    Creo que las guarderías hoy en día son necesarias por esa ignorancia del 70% de los padres, porque, por mucha ayuda que se les ofrezca como en otros paises..., casi ninguno la aprovechará como es debido y los nenes no deben pagar las malas decisiones de sus padres.
    Un saludo!!

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