25 de noviembre de 2009

Más sobre el tema de las guarderías

Por Ileana Medina Hernández

A propósito del debate que se suscitó en torno a la opinión de la psiquiatra Eulalia Torras, pongo en limpio mi opinión.

Creo que los padres que piensen que las guarderías -ahora llamadas escuelas infantiles, con programas educativos- son buenas para su hijo, o al menos, mejor que quedarse con la madre o con su padre en casa;  son muy libres de hacerlo.

Al fin y al cabo, los padres tenemos unos límites de disponibilidad, unas capacidades para atender a los niños que varían de una familia a otra. Si la capacidad de la madre -o del padre- para permanecer junto a su hijo se agota, efectivamente, lo más probable es que el bebé esté mejor en la guardería que con unos padres malhumorados que no pueden, no quieren o no saben cómo interactuar de manera adecuada con él.

Pero lo peligroso me parece intentar convencernos -como hace el Ministerio de Educación y muchos políticos y fuerzas de distintas clases- de que los bebés de 0 a 3 años necesitan la escolarización en esa etapa.

Las razones por las que un niño es llevado a la guardería pueden ser muchas. Pero creo que la principal, es porque la madre se ve obligada a volver al trabajo por razones económicas, o porque quedaría fuera del mercado laboral si se pide una excedencia mayor que la escueta baja de las 16 semanas. Digo madres, porque desgraciadamente la inmensa mayoría de los padres ni siquiera se plantea dejar de trabajar para cuidar de su bebé, que ya eso es otro cantar.

Cierto que puede haber mujeres que a los 4 meses de parir estén deseando volver al trabajo, supongo que sobre todo profesionales cualificadas con trabajos vocacionales y bien pagados, cuya profesión ocupa un lugar central en la construcción de su identidad y su autoestima.

Pero hay una inmensa mayoría de madres -empezando por todo el ejército de limpiadoras, cajeras de supermercado, operarias de fábrica, auxiliares,  etc... que trabajan por un salario y no por una realización profesional, y siguiendo por muchas que aunque trabajemos por vocación estaríamos dispuestas a parar un par de años para dedicarnos a nuestros hijos- que si pudierámos disfrutar de una baja maternal remunerada de un año o mejor dos, con protección de regreso a nuestro puesto de trabajo y todas las garantías, nos quedaríamos encantadas con nuestras crías. Quizás también haya muchos padres dispuestos a quedarse con sus hijos en esas condiciones.

Y resulta que, además, la neurociencia ha demostrado que eso es lo mejor para la salud y para el óptimo desarrollo cerebral y emocional de los bebés humanos.

Las investigaciones sobre la neuroplasticidad han demostrado que la maduración óptima de los cerebros de los bebés se produce en contacto directo con sus padres, sobre todo durante los dos primeros años de vida. Que lo mejor para su desarrollo neuronal, emocional y afectivo es ser portado en brazos, ser acompañado mientras duerme, estar al cuidado permanente de sus padres.

Por si fuera poco el argumento científico (la ciencia es una manera de conocimiento, pero no la única), resulta que permanecer junto a su cría es obviamente lo que han deseado hacer la mayoría de las madres instintivas a lo largo de la historia (eso es al fin y al cabo lo que es ser madre: ser insustituible, hacer algo que otro no pueda hacer por ti, madre es cualquiera que precisamente sea "insustituible" en nuestra infancia; para muchos niños ricos, que han sido criados por chachas, estas chachas han sido sus verdaderas "madres"); resulta que es lo que piensan las grandes formas de sabiduría y de espiritualidad; resulta que además es lo que hacen todas las especies de mamíferos, e incluso de aves: permanecer en contacto con su cachorro hasta que su cerebro madure y puede valerse por sí mismo. Porque el cerebro no reptiliano, el cerebro superior, necesita de esa "gestación exógena", de esos cuidados adicionales post-nacimiento para desarrollarse.

La idea perversamente sostenida de que es beneficioso para los niños escolarizarse desde los 0 años, encuentra luego apoyo en muchísimas familias poco informadas, que temen que sus hijos puedan quedarse "atrás" en conocimientos, sociabilidad o estimulación si no son escolarizados "como los demás", y que encima no tienen otro remedio que llevar a sus hijos a la guardería; o también en familias con poca vocación para cuidar de sus propios hijos y responsabilizarse de su educación, que necesitan auto-justificarse o auto-convencerse de que lo hacen "por el bien de los niños".

Cada familia es libre de hacer lo que mejor le parezca. Pero la sociedad en su conjunto y los poderes públicos, deberían apoyar aquello que está cientifícamente comprobado que es mejor para los bebés.

Las políticas públicas no deberían sólo subvencionar las escuelas infantiles y menos aún vender sus bondades para los niños, sino contemplar la posibilidad de que aquellas madres y padres que sí tienen la capacidad, la disponibilidad y el deseo de permanecer junto a sus bebés puedan hacerlo, dado que lo que verdaderamente necesitan los bebés son madres y padres disponibles, y la guardería es un "mal menor" ante esa falta de disponibilidad, sea por la razón que sea (la más común, la necesidad de mantener el salario y el empleo).

Hoy en día sucede en España que madres que no trabajan llevan a sus hijos a guarderías públicas porque al tener menos ingresos en su hogar, tienen preferencia. Mientras que las madres trabajadoras que quisiéramos permanecer con nuestros hijos un año o dos, no recibimos ninguna subvención para hacerlo.

Aquellas madres o padres que sí tienen deseo de permanecer junto a sus bebés, al menos en los dos primeros años, deberían tener el derecho y el apoyo de toda la sociedad para poder hacerlo, dado que es mejor para sus hijos (y a la larga quizás hasta más barato para la sociedad). El modelo sueco de 16 meses de baja m(p)aternal remunerada, demuestra que es algo perfectamente posible.

El problema es que el enfoque oficial, el enfoque público, está invertido, pues parte de la falacia de que es beneficioso para los bebés acudir a las guarderías, y por tanto sería parte de su "derecho" a la escolarización. Se parte de la base de que lo mejor para todos los niños es la guardería, lo que es un error, que esta psiquiatra -y otros muchos- ponen en letra clara.

O sea, que abandonando el enfoque adultocéntrico y centrándonos en lo mejor para los niños, el dinero público no debería emplearse en primera instancia para subvencionar guarderías -dado que la escolarización de los bebés no es algo beneficioso para ellos, es sólo una consecuencia de la necesidad de los padres de continuar trabajando- sino debería emplearse para subvencionar y estimular a las madres y padres que quieran permanecer con sus hijos en esas edades tan tempranas que, como demuestra la ciencia, es lo más óptimo de todo.

Manifiesto Más Tiempo con los hijos: Fírmalo.

23 de noviembre de 2009

Se puede decir más alto, pero no más claro. Entrevista a la psiquiatra Eulalia Torras en La Vanguardia

Eulàlia Torras de Beà, psicoanalista y psiquiatra infantil


"La guardería no puede criar saludablemente a un bebé"
VÍCTOR-M. AMELA - 23/11/2009

Madres a la oficina, bebés a la guardería: relevante cambio social de los últimos 40 años. Con algunas consecuencias indeseables. Quien las señale se expone a ser tildado de carca. Pero se agolpan las evidencias neurocientíficas, y hay que plantearlas: lo hace la doctora Torras - ¡se reprocha haber callado demasiados años!-presidenta de la Fundació Eulàlia Torras de Beà (www. fetb. org), gestora de varios centros de salud mental infantil y juvenil y que ahora celebra 40 años de trabajos. Cada día hay más padres inquietos ante una política socioeconómica que dificulta procurar a sus hijos una feliz y saludable crianza, padres como los que se mueven en http:// mastiempoconloshijos. blogspot. com


Soy lo bastante mayor para acumular experiencia y lo bastante joven para seguir aprendiendo. Soy de Barcelona. Soy médica, psiquiatra y psicoanalista. Estoy casada y tengo tres hijos y seis nietos. ¿Política? Favorable a los más necesitados. ¿Dios? Eso son cuestiones privadas.

¿Qué tiene de malo una guardería?
Es algo que necesitan los padres... pero no es lo que necesita un bebé.

¿Y qué necesita un bebé?
La cercanía cálida, constante y segura de sus amorosos padres.

Pero si los padres no pueden...
Dejan a sus bebés cada vez más tempranamente en guarderías, sin calibrar las consecuencias...

¿A qué edad entran los bebés en guarderías?
¡Con cuatro meses! Algo impensable hace 40 años...

¿Y qué consecuencias tiene esto?
Mala crianza. Asumimos como normal que nuestros bebés enfermen, ¡y no lo es!

¿Enferman por culpa de la guardería?
Multiplica las posibilidades de enfermar: el bebé está más expuesto a gérmenes... y, sobre todo, más propenso a toda afección.

¿La guardería acentúa la propensión a enfermar del bebé?
Sí. El propio hogar, los brazos de mamá y papá, un círculo reducido de personas... ¡eso es lo que fortalece emocional, cognitiva y físicamente al bebé! La guardería, en cambio, puede comprometer su desarrollo.

¿Tanto como eso?
El ingreso en la guardería lo hace retroceder temporalmente en competencias que está adquiriendo, como hablar, caminar...

¿Por qué?
Un entorno estable proporciona seguridad al bebé, seguridad que lo anima a explorar: así madura bien. Alterar su entorno le resta seguridad, lo que frena su desarrollo.

¿No está dramatizando, doctora?
Lo confirman los últimos hallazgos en neurociencias y psicología evolutiva.

¿Me los resume?
De los cero a los dos años, cuando más plástico es el cerebro, las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que recibe por interacción con las personas centrales de su mundo: abrazos, achuchones, caricias, risas, balanceos, movimientos, sonidos, voces, cantos, palabras, mimos, cariños, músicas, olores, colores, sabores...

¿Y besos?
Y besos. Todo eso sofistica y enriquece su sistema neural y nervioso, el sistema desde el que establece su relación emocional y cognitiva con el mundo y consigo mismo.

¿La guardería no da esos estímulos?
Imposible en grado óptimo, improbable en el necesario, difícilmente con la intensidad y calidad de unos papás atentos y amorosos.

Ya no existen a tiempo completo.
Y quizá por eso llegan cada día a las consultas más psicopatologías en niños cada vez menores... ¡España es ahora el tercer país que más psicofármacos receta a menores! Cortamos síntomas sin analizar causas.

También padecemos en España un elevado fracaso escolar.
Tampoco analizamos causas, preferimos castigar o etiquetar: "trastorno por déficit de atención e hiperactividad", y medicar.

Ir pronto a la guardería ¿no garantiza una mejor escolaridad ulterior?
No. Hay que escolarizar al niño justo cuando empieza a quedársele pequeño su hogar.

¿Y a qué edad sucede eso?
No antes de los tres años.

¿Tan tarde?
En Finlandia los padres no están obligados a escolarizar a sus hijos ¡hasta los siete años! Y Finlandia es el país con menos fracaso escolar de Europa, vea el informe PISA.

Seguro que concurren otros factores...
El principal es que el Estado sufraga durante el primer año a los padres. Y luego permite horarios laborales intensivos o reducidos. Así, ¡los padres pueden criar a sus hijos! Y un niño bien criado en casa llegará a la escuela muy estimulado, con ganas de descubrir. Y aprenderá más y mejor.

O sea, que deberíamos mimar al bebé.
Atender sus necesidades de hambre, sueño y - sobre todo-cariño. No es sobreprotegerlo, ¡es protegerlo de lo que vendrá! Porque el niño así criado gozará de estabilidad emocional, autoestima y coherencia: estará bien preparado para los reveses que vendrán.

¿Y no será así si se ha criado con mucha guardería o en un orfanato?
La pobreza de estímulos empobrece su desarrollo: serán niños poco orientados, intemperantes y más agresivos, más vulnerables a la frustración, más depresivos...

Diga algo bueno de las guarderías.
Muchas tienen excelentes cuidadoras, pero repartirse entre tantos niños imposibilita la calidad de la atención personalizada.

Mejor una guardería que algún hogar.
Ante un hogar con abandono, conflicto permanente y agresividad crónica, ¡mejor una guardería, sí! La guardería es útil en ciertos casos y momentos, pero no es la opción principal para criar saludablemente a un bebé.

Envíe un mensaje a los padres.
Uno de la doctora Julia Corominas: "Dedicar tiempo a los hijos de pequeños os ahorrará mucho tiempo cuando sean mayores". Ahorro en salud física, mental y emocional.

¿Qué haría si mandase en España?
En vez del populismo político de inaugurar guarderías, subvencionaría a los padres para que dedicasen tiempo a criar a sus hijos hasta los tres años: ¡eso sí sería progresista!

En algo sí habremos progresado en los últimos 40 años..
Sí: en conocimiento. Sabemos cómo optimizar el desarrollo de los niños. ¿Por qué no lo aplicamos? ¿Queremos su felicidad futura?


Tomado de: http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html

Otro artículo de Eulalia Torras sobre crianza e interacciones tempranas de los bebés: http://www.fetb.org/articles/24.htm

20 de noviembre de 2009

20 de noviembre: Día Universal del Niño



Hoy se celebra el Día Universal del Niño y se cumplen 20 años de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989:

"Recordando que  la Declaración Universal de Derechos Humanos las Naciones Unidas proclamó que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales,


Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad,


Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión...


Considerando que el niño debe estar plenamente preparado para una vida independiente en sociedad y ser educado en el espíritu de los ideales proclamados en la Carta de las Naciones Unidas y, en particular, en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad..."

A los 54 artículos de la Convención, me gustaría añadir los Derechos del Nacimiento, que son parte fundamental de los derechos del niño, y que algún día, esperemos que no muy lejano, lleguen a ser reconocidos también oficialmente:

PRIMERO.- La decisión de concebir un hijo/a debería ser tomada libre y responsablemente por la madre y el padre. Los padres tendrían que ser conscientes de la importancia que para su hijo/a tiene el que ellos le comuniquen su aceptación y su afecto desde el inicio de la gestación.

SEGUNDO.- El útero materno ha de ser para el bebé lugar de bienestar. Él necesita sentirse protegido, seguro y querido, para ello es importante la preparación de la futura madre. La gestación tendría que ser una experiencia consciente, responsable, vivida por los padres con gozo; un periodo de enriquecimiento que inicie una relación plena y gratificante.

TERCERO.- Los padres deberían recibir toda la información y todo el apoyo. Para que el embarazo se desarrolle con satisfacción y en armonía sería recomendable el trabajo conjunto y la preparación previa entre los padres y la persona o personas que vayan a asistir al parto.

CUARTO.- El lugar, el ambiente y la compañía en el momento de la llegada de un bebé deberían cuidarse con esmero. La manera en que un bebé llega a este mundo es de vital importancia para él, para sus padres y para la sociedad en la que nace, por ello, la decisión de dónde, con quién y cómo queremos que nazca nuestro hijo/a debería tomarse responsablemente, teniendo la seguridad de que es lo mejor que le podemos ofrecer.

QUINTO.- En su nacimiento, el bebé debería ser el principal protagonista. Uno de los acontecimientos más trascendentales en la vida de un ser humano es el de su nacimiento, debería ser el bebé, junto con sus padres, el verdadero protagonista de este hecho. La madre tendría que colaborar activamente con su hijo o hija en esta aventura de nacer. El padre debería ofrecer todo su apoyo, sus cuidados y contribuir así al bienestar del bebé y de su pareja. Se trata de favorecer, y no perturbar, el proceso del nacimiento, de facilitar el encuentro entre la madre, el bebé y el padre.

SEXTO.- Respeto al proceso fisiológico del parto. El parto se debería desarrollar en las mejores condiciones de intimidad, de respeto, de delicadeza, de calma, de libertad para dar a luz en cualquier posición. Las luces intensas, el exceso de ruido, las órdenes, las prisas, la rigidez de los protocolos, la falta de privacidad y las intervenciones sistemáticas inhiben el proceso natural del nacimiento.

SÉPTIMO.- A ningún bebé se le debería privar de la creación del vínculo extrauterino con su madre. Es absolutamente necesario para el recién nacido permanecer junto a su madre, su vida biológica continua en íntima unión con ella, que es lo conocido, su cuna, su alimento y su seguridad. Esta relación tendría que ser respetada porque el bienestar del recién nacido debe prevalecer sobre cualquier otra consideración.

OCTAVO.- El apoyo a la lactancia materna tendría que ser firme, constante, cálido y basado en la información adecuada. A través de la leche materna el bebé recibe, además del mejor alimento, afecto y ternura; recibe inmunidad ante posibles infecciones y se establece una estrecha relación entre él y su madre; recibe estímulos madurativos y una fuente íntegra de salud para comenzar su andadura en la vida. El tacto es el sentido más desarrollado que tiene el bebé, él necesita ser tocado, acariciado. La madre que escoge dar el pecho, se pronuncia por dar prioridad a los contactos prolongados con su hijo antes que a otras exigencias de nuestra agitada vida.

NOVENO.- El bebé debería ser atendido personalmente por su madre y/o padre, por lo menos, durante el primer año de vida. Con el fin de afianzar el vínculo afectivo entre madre e hijo, tan necesario para éste en su futura vida, y de cubrir las necesidades psicológicas y físicas del bebé, se hace necesario articular fórmulas que permitan mayor presencia de los padres, al menos durante el primer año de vida del bebé, tales como la ampliación del período de descanso maternal y/o paternal.

DÉCIMO.- El bebé debería contar con nuestro respeto y apoyo incondicional por el sólo hecho de haber sido invitado a venir. El principal derecho del niño/a al nacer es el de recibir nuestro amor, nuestra consideración y nuestro respeto, puesto que es un ser consciente, inteligente y sensible. No hay nada que dé a la vida de un niño o una niña cimientos tan sólidos como la experiencia de sentirse, ya desde el útero, amado y deseado.

12 de noviembre de 2009

Yo soy la tierra



Por Ileana Medina Hernández


Yo soy la tierra. Mi hija se nutre de mí, y de ahí crece, y despega.

Es ella la que decide cuánto y cuándo tomar, y cuándo y cuánto despegar.

Procuro fertilizarme cada día, para que tenga buenos nutrientes que absorber.

Estoy siempre disponible, como caudal perpetuo que ella encuentra
cada vez que necesita alimentarse y descansar.

Me doy y a la vez me lleno de ella cada día,
para no necesitar poner frenos a sus alas cuando decida volar.

10 de noviembre de 2009

Madre bloguera... golpeada.

Por Ileana Medina Hernández

La bloguera disidente
cubana Yoani Sánchez
Van a permitirme que el post de hoy no lo dedique a la lactancia materna. Tampoco a la crianza con apego. Pero sí lo voy a dedicar a una madre.

Madre y bloguera, como yo, y como muchas de mis amigas. Tengo más cosas en común con ella: nacimos en Cuba, en los años 70, incluso es posible que nos cruzáramos varias veces en el comedor o en las plazas de la Universidad de La Habana, donde ambas estudiamos carreras de letras.

Yoani Sánchez es bien conocida ya en el lado cubano del exilio, en la blogosfera mundial, y también en el mundo periodístico, pues últimamente ha recibido los más prestigiosos premios de periodismo del mundo. No ha podido acudir a recibirlos: el gobierno de Cuba se lo ha impedido.

El éxito internacional de Yoani no tiene una sola causa. De origen humilde, nació en uno de los barrios más populares de La Habana. Madre casi adolescente, es una cubana de "a pie", de esas que al hablar tiene un cierto punto de desparpajo barriobajero que tanto gusta a los "dictadores del proletariado", que combina sin embargo con un look etéreo y una gran fineza al escribir. Es filóloga, y le apasiona la informática: ingredientes suficientes para convertirse en una gran "blogger".

Yoani no es la primera ni la única persona en Cuba que ha intentado hacer "periodismo independiente" y escribir desde dentro textos críticos contra el sistema. Es tristemente célebre la oleada de detenciones que se produjo en la primavera del 2003, donde fueron arrestadas 75 personas, entre ellas el importante escritor y poeta Raúl Rivero.

Tampoco es la primera ni la única mujer que se ha enfrentado duramente al "régimen": conocida es la biografía de otra escritora cubana, María Elena Cruz Varela,  que intentó crear un grupo político alternativo a principios de los 90 y terminó también golpeada y encarcelada.

Sin embargo, creo que su nombre ha llegado a ser mucho más conocido que los de sus antecesores, por un elemento novedoso y profundamente expansivo: la red.

Ser blogger en Cuba es algo en sí mismo heroico. Las personas físicas no tienen derecho a hacer contratos de internet domésticos, ni a comprar ordenadores libremente (aunque cada vez más funcionarios, periodistas o profesionales que han cumplido "misiones" en el exterior, pueden tener acceso -censurado- a internet en sus oficinas y derecho a comprar ordenadores).

Para los patriarcas cubanos que llevan 50 años en el poder, ningún enemigo puede resultar más escurridizo, difícil y eficaz que una mujer, joven, pacífica, inteligente, con el don de la palabra, y sagaz en el uso de las nuevas tecnologías. Un nuevo enemigo postmoderno y simpático a los ojos del mundo. Territorios todos cuyo poder los militares vetustos desprecian o ignoran, aunque intuyen que es algo "peligroso" e incontrolable, y de ahí todas las trabas que han puesto y ponen contra internet en la isla.

Frente a la gerontocracia, la fuerza iconoclasta de la juventud. Frente al poder masculino, la valentía distinta y visceral de la mujer (repugnante es el machismo que ha intentado desprestigiar a Yoani en su vida privada, en algún blog patético que no voy a mencionar para no derivar visitas hacia allí). Frente a las continuas exhibiciones de fuerza del poder militar, la fuerza incórporea de la ligera palabra digital.

Frente a una sociedad cerrada, con solo un par de canales de televisión y un par de diarios nacionales de pocas páginas controlados directamente por la cúpula más alta del poder político, y concebidos como una máquina de adoctrinamiento con un lenguaje caduco lleno de consignas, estereotipos y frases hechas; se cuela el poder imparable de la red, del nuevo formato blogger y de las redes sociales como Facebook o Twitter, que están siendo la verdadera gran revolución con la que se ha puesto patas arriba el sistema de los medios de comunicación masivos en el mundo entero. Como dijo McLuhan: "el medio es el mensaje".

Las dictaduras no pueden evitar la intromisión en sus predios de estos nuevos espacios de libertad. Cierto que pueden usar las nuevas tecnologías para mayor control sobre los ciudadanos, pero también los ciudadanos van a usarlas para conocer lo que pasa afuera, y para emitir sus propios discursos prohibidos en la isla. En el siglo XX aún podían erigirse con cierta eficacia muros de piedra, pero es cada vez más difícil ponerle muros al ciberespacio. En Facebook coincidimos cubanos exiliados con nuestros propios compañeros que escriben en los periódicos oficiales de la isla, y compartimos con cariño sincero fotos y recuerdos, y también algún que otro debate político más o menos caliente. Cuando Yoani fue secuestrada, golpeada e introducida en un coche de la Seguridad del Estado, una de sus compañeras subió inmediatamente un mensaje a Twitter desde su teléfono móvil. Nada puede volver a ser igual después de esto.

Creo que lo que han premiado los jurados del Ortega y Gasset o del María Cabot, no es precisamente la labor de una periodista. El fenómeno sociólogico en que se ha convertido el blog de Yoani Sánchez demuestra que la Revolución Cubana se ha quedado en el pasado, y que el  más peligroso enemigo de un General de Ejército, es precisamente una rosa, una rosa virtual.

8 de noviembre de 2009

Campaña a favor de la lactancia materna en la ciudad de Buenos Aires

...

A ver cuándo vemos una campaña como esta del Gobierno de la Comunidad de Madrid... o de cualquier otro gobierno español. (Sin embargo, en Argentina las madres trabajadoras solo pueden disfrutar de un permiso de 45 días después del nacimiento de sus hijos: ¡bajas maternales remuneradas más extensas ya!)

(Gracias, Migue, amigo en Buenos Aires).

Carteles en el metro:

 



Tetada organizada por la Liga de la Leche en el Congreso:



3 de noviembre de 2009

La "vuelta a la teta"

Por Ileana Medina Hernández



El Presidente de Castilla-La Mancha y su Consejero de Sanidad, aunque "con prisas", han apoyado con su presencia la celebración de la V Semana de la Lactancia Materna en Toledo. Se nos hace extraño que directamente un presidente autonómico se acerque a este tipo de celebraciones, y que sume su nombre al de las pocas figuras públicas que incluyen la lactancia materna en sus agendas.

Tengo la impresión de que, aunque en los ambientes hospitalarios, médicos y sanitarios ya casi nadie se atreve a defender en voz alta el uso estandarizado del biberón (aunque aún las prácticas para facilitar la lactancia dejen mucho que desear), fuera de ahí las políticas en defensa de la lactancia materna y, por tanto, de bajas maternales remuneradas más largas, no quieren ser escuchadas.

Ignoro cuál es la postura al respecto del Ministerio de la Igualdad e instituciones afines en todo el territorio nacional. Pero me temo que hacen oídos sordos a lo que se predica en el entorno sanitario, y como el Ministerio de Educación, son más propensos a pensar que da lo mismo una teta que un biberón, una madre que un padre, y una familia que una escuela infantil donde ponerlos desde las 16 semanas de vida.

El feminismo de la igualdad es un cuerpo ideológico que tuvo sus inicios desde la primera mitad del siglo XX, y que ha tardado más de 50 años en llegar a tener representación en las instituciones, y en los proyectos políticos. A las mujeres de izquierda, les parece que hablar de amamantar y permanecer en casa es negar la lucha que tanto ha costado por la plena integración de la mujer en el mundo laboral. 

Es hasta cierto punto comprensible que, con lo que ha tardado en asumirse socialmente que las mujeres somos igual de competentes que los hombres para todos los puestos de trabajo, y con la discriminación laboral que aún subsiste con las mujeres, sobre todo cuando devenimos madres, ni políticos ni empresarios quieran oír hablar de prolongar los permisos de maternidad (y de paternidad) para que los niños puedan, por lo menos, ser amamantados de manera exclusiva hasta los 6 meses, que como todo el mundo sabe, es lo ideal para su salud y para su desarrollo cognitivo y emocional.

Por otro lado, aún hay muchos sectores de población para los que el biberón y la supuesta "independencia" de la madre, pueden tener cierto atractivo. Nuestras famosillas de turno posan en las revistas rodeadas de biberones de marca y acompañadas de varias niñeras, y se vanaglorian de incorporarse al trabajo inmediatamente con un cuerpo 10 en el que no se noten las huellas de la maternidad. Las madres, desinformadas y desconectadas de nuestros instintos, bombardeadas por tanta publicidad banal, solas y sin apoyo en el cuidado de nuestros hijos, podemos tirar la toalla rápidamente ante la tentación del biberón fácil y reluciente.

La "vuelta a la teta" es una reivindicación propia de sociedades maduras, de mujeres que ya no necesitan demostrar que sí pueden trabajar al mismo nivel que un hombre,  una posmoderna "vuelta de tuerca" tanto al feminismo tradicional de la igualdad, como al deslumbramiento facilón por los avances de la ciencia y la técnica, como al consumismo desproporcionado de los nuevos ricos, como a los complejos de inferioridad de las mujeres que aún tenemos que seguir demostrando que somos "perfectas" y -no reproductivas- para merecer un trabajo... Una "vuelta de tuerca" que precisa, además, de políticas sociales avanzadas y comprometidas, como se demuestra en los países nórdicos.

Paradójicamente, y según los datos de la Asociación Española de Pediatría, las mujeres de mayor nivel cultural amamantan hoy más en España:
Los resultados de la encuesta del 97, y otros estudios posteriores, señalan reiteradamente que, entre las madres de nuestro entorno, en la década de los 90, un bajo nivel de estudios materno está relacionado con un aumento del riesgo de ser alimentado con sucedáneos. (AEPED, Lactancia Materna: Guía para profesionales, Ediciones Ergon, 2004, pág. 36).

Al igual que la ecología, la defensa de la lactancia materna atenta contra los poderes patriarcales tradicionales (y paradójicamente también contra ciertos sectores del feminismo, probablemente los que todavía dominan las instituciones) y contra los intereses de muchas empresas. Exige una sensibilidad que supere la dicotomía clásica entre derechas e izquierdas, entre machismo y feminismo, entre libertad y responsabilidad.

Apoyar la lactancia de verdad implicaría adoptar unas políticas sociales que terminen de una vez con todo tipo de discriminación por parte de las empresas hacia las madres trabajadoras; exigiría un cambio total en el sistema socioeconómico hacia una verdadera flexibilidad y conciliación laborales; y entrañaría el paso de una sociedad exclusivamente enfocada en la productividad, el dinero, el consumo y el bienestar material, a otra enfocada en el cuidado, las emociones, el afecto y el bienestar interior.

En el contexto actual, dentro del paradigma ecologista de vuelta a la Madre- Tierra, la antigua lactancia materna resulta mucho más revolucionaria que Carlos Marx y Simone de Beauvoir juntos.