17 de marzo de 2010

Angelitos en los quirófanos


Por Marga Vives*

Las camillas vuelan, torpes, por el amplio pasillo. Se abre un ascensor y aparece una cama enorme y un cuerpecillo agazapado entre sábanas. El celador empuja. Detrás, los papás. Papá y mamá se quedan a las puertas del área quirúrgica. Las sillas aguardan su tensa espera. Más allá, ni se sabe. Un angelito invisible monta en la camila y acaricia el pelo del niño, para que llore menos. Para que no tema tanto.


Los angelitos vigilan el sueño inducido de los chiquitines. Mamá lo sabe. Por eso está más tranquila, aunque le da pena no estar ella también ahí. Delega el cargo en su particular querubín alado.

En la sala de espera hay pupilas que apuntan hacia ninguna parte. Ojos enrojecidos. Caras de sueño mal encajado. Miradas de mutua comprensión entre personas que no saben nada las unas de las otras. Complicidad anónima.

Lo que papá y mamá no saben es que, al otro lado de las puertas, en quirófanos, el ángel de la guarda se ha transfigurado en payasos con nariz roja y zapatones ridículos, con bata de médico y gran sonrisa. Hay fiesta en quirófano. Son doctores de la risa. Para hacer menos traumático el trance. Los galenos de circo entretienen al crío hasta que llega el momento del sueño. Después les toca el turno a los otros, los de verdad. Los que enmiendan disfunciones.

A la salida, cada niño oculta la manita con la vía bajo la manta. Pero lo que en realidad esconde es el globo con una cara sonriente pintarrajeada por un rotulador indeleble. ¿Pero no íbamos a operarnos? A saber qué juerga habrán estado montando por ahí dentro. ¡Son verbenas vetadas a los adultos! ¡Quién fuera niño!

Bien por los payasos de hospital. Y yo que pensaba que los ángeles eran invisibles. ¡Lo que no sabía es que los niños podían verlos!

*Marga Vives es periodista. Nos ha cedido gentilmente esta colaboración para Tenemos Tetas.

  • Visita también: Página Web de la Asociación La Sonrisa Médica, premio Ramón Llull del Govern de les Illes Ballears, 2010. Puedes hacer un donativo aquí.

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