16 de abril de 2010

El cuidado de los niños y las tareas domésticas

Por Ileana Medina Hernández

Me gusta que las entradas en los blogs de otras madres, me inspiren a escribir entradas en el mío, y que se genere un "diálogo" entre nosotras.

Hace un tiempo,  La Mamá de Mateo, reprodujo y comentó dos artículos aparecidos en el mes de diciembre pasado en la revista El mundo de tu bebé , uno de Laura Gutman sobre el problema del dinero en la familia cuando nace un bebé, y el otro es un fragmento del libro de Naomi Stadlen Lo que hacen las madres. Sobre todo cuando parece que no hacen nada que os recomiendo encarecidamente leer.

¿Cuál es exactamente el trabajo de una madre? se pregunta la autora.

A veces parece que quienes defendemos la idea de que un niño pequeño necesita permanecer todo el tiempo con su familia, y sobre todo con su madre, somos unas retrógradas que queremos que las mujeres vuelvan a estar encerradas en casa, confinadas al mundo de las labores domésticas.

Nada más lejos. Como dice la mamá de Mateo, "ser madre y ama de casa son dos cosas muy diferentes".

La mujer que interrumpe su vida laboral y decide quedarse en casa para permanecer junto a su bebé, dándole el pecho, el cuerpo, la mirada exclusiva y el sostén físico y emocional que el bebé necesita, no se queda en casa también para limpiar, fregar, hacer la colada, cocinar... y ser la esclava de todos.

La madre, su cuerpo y sus pechos, son imprescindibles para el bebé, pero no para el resto de las tareas domésticas que deben ser compartidas por la pareja, por la familia y por el resto de la "tribu" y la comunidad que deseen realmente apoyar la maternidad y la crianza.

Nuestras madres, abuelas y bisabuelas, atrapadas en la "cárcel" de las duras labores domésticas de antaño, de la servidumbre al marido, de los prejuicios sociales y el "qué dirán", de los muchos hijos uno detrás de otro... no podían, aunque permanecían en casa, dedicar a cada uno de sus hijos el cuerpo, la atención y el tiempo que los niños merecían y necesitaban.

Hoy, libres de muchas de esas cargas domésticas gracias a los aparatos eléctricos; libres de los muchos hijos uno detrás de otro gracias a la planificación familiar; mucho más conscientes y conocedoras de nuestra femineidad, nuestra valía, nuestras prioridades y nuestros derechos; POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA las mujeres estamos en condiciones de exigir apoyo tanto en el mundo público como en el mundo doméstico, para tener tiempo y disponibilidad para ofrecer a nuestros bebés algo que sólo nosotras podemos darles: leche y cuerpo maternos, de día y de noche.

Exigir a la sociedad bajas maternales más largas, respeto a nuestras carreras profesionales al volver al trabajo después de un año o dos de permiso para la crianza, involucrarse y apoyar la posibilidad de compatibilizar realmente el trabajo remunerado y la maternidad, que la maternidad no siga siendo un obstáculo para trabajar ni el trabajo un obstáculo para la maternidad... tiene que ir acompañado de un compromiso mucho mayor de los hombres con la vida doméstica, de mayor tiempo de toda la familia dentro de la casa, de sostén masculino y familiar para la madre, que debe darse sobre todo a su bebé en los primeros meses y años de vida.

No es necesario que un padre dé un biberón para implicarse en la crianza: debe apoyar física y emocionalmente a la madre para que ella tenga la disponibilidad, el tiempo y el descanso suficiente para poder dedicarse a la lactancia.

7 comentarios:

  1. olé!

    Me apunto los libros, que estoy hasta el gorro de que algunos piensen que yo en casa me dedico a mis hobbies (planchar, lavar, fregar, limpiar...etc.) y tengo una vida tranquila y relajada. Menos mal que mi marido no es uno de esos (aunque a veces también le da el ramalazo "pero tú estás en casa...").

    ResponderEliminar
  2. Que hermosa entrada y que real, de mejor manera no pudo haber sido dicho.

    un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. De acuerdo! Que la casa se ponga a veces de cabeza (6 "viviendo"..., pues te cuento)es secundario, lo más importante son los chicos, y en mi caso, luego la comida.

    Aun en nuestra sociedad no se da espontáneamente que la familia fuera del equipo madre-padre, se tomen en serio el ayudar a una madre recién parida... Hay mucho que hacer, pero lo único que en el primer mes debe hacer una de mamá es cuidar al crio, lo demás, al traste. Pero la ayuda no llega, yo la verdad pensaba que tal vez mi hermana me ayudara un poco con los chicos grandes, pero nada. Debemos dar el primer paso nosotras que tenemos esa conciencia por la experiencia, y animarnos a sembrar esa semilla. Que bonito sería que un nuevo miembro de la familia se convierta en un "trabajo de familia" más que en una cifra ("tengo 4 nietos...") o en una "rumba" ("...estubo buenísimo el bautismo"); que todos los cercanos a ese nene apoyen desde lo que saben al crecimiento de ese ser.

    ¿Muy tribal la cosa?

    ResponderEliminar
  4. como hacer entender lo que expresais? yo estoy totalmente deacuerdo, y mi marido me ayudo mucho en los primeros meses, pero ahora ya el niño es para mi!

    ResponderEliminar
  5. hola Ileana, me había quedado pendiente hacer un comentario de este post que me toca por todos los costados...Para quienes no me conocen soy mamá, ama de casa y psicóloga, y me las tengo que ingeniar como una malabarista. Mi esposo también hace de los tres(papá, amo de casa y trabajador), si bien el trabajo muchas veces lo consume más, ya que además su trabajo(en el que yo también estoy involucrada)es el que nos permite los ingresos con los que subsisitimos, que con los míos no comeríamos ni medio mes!

    Por más lavarropas y lavavajillas que nos ayuden la casa suele quedar última(como en este momento que le estoy quitando tiempo a eso para estar escribiendo aquí!!!) Y si bien me gustaría tener todo más limpio y prolijo en el orden de prioridades la casa queda última. En primer lugar esta mi hija, pero inevitablemente a veces ella también tiene que esperar, con la niñera de la tele, o más felizmente jugando con su vecina amiga, mientras su padre o yo nos desocupamos. Lo podemos hacer ya que nuestro trabajo esta instalado en nuestra casa, lo que lo hace más fácil pero más duro también, no hay horarios, ni cortes, el trabajo y la casa siempre están presentes en forma simultánea.

    Entiendo con cada fibra de mi ser la problemática de las mujeres, porque la vivo, y me imagino con dolor la labor incansable de infinidad de mujeres, de ataño y de hoy, con muchos hijos, poca ayuda, y escasos recursos, económicos y de todo tipo para cambiar su situación.

    Además he trabajado con mujeres de bajos recursos económicos que sulen ser acusadas por la escaza atención que le brindan a sus hijos...lloro por ellas y por la fortuna de sus pequeños. También por las mamás que teniendo los recursos no saben que hacer con ellos, y por las que con todo el dolor del alma dejan a sus pequeños en una guradería para trabajar, sin otra salida.

    Mujeres de todos los estratos sociales nos vemos en serias dificultades a la hora de criar a nuestros pequeños, auque la más fuerte suele ser la incapacidad emocional personal derivada de nuestra propia crianza, y que se extiende hacia atrás por generaciones y generaciones.

    Cada granito que cada mujer pueda aportar para cambiar este camino es en beneficio, no sólo de todas las mujeres, sino de la humanidad entera. Brindo por ese granito que cada una se esfuerce por brindar!!!
    beso y abrazo,
    María

    ResponderEliminar
  6. Bienvenidas mamá en Alemania, Viviana, Zinnia, Estanjana... estáis en su casa: gracias por vuestras aportaciones!!!

    GRacias, María, por tu enjundiosa aportación.

    Cierto que es muy difícil. De hecho es algo que no se ha hecho durante 2000 años de civilización occidental, en ninguna clase social: que las madres podamos dedicar (casi) todo nuestro tiempo al cuidado de la cría pequeña. Esa sería la gran revolución del AMPARO de los bebés.

    Abrazos para todas!!!

    ResponderEliminar
  7. Para eso no solo se tienen que ampliar los permisos.Tiene que cambiar la sociedad.Porque en la realidad , la mujer que se queda en casa tiene muchas, muchísimas posibilidades de ser ama de casa.

    El orden de las cosas , en temas sociológicos importa mucho.

    Todo el trabajo debería estar repartido entre la madre y el padre.
    Kxll

    ResponderEliminar