14 de junio de 2010

Los cuentos infantiles

Por Ileana Medina Hernández




Corrió el rumor por ahí de que la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, quería "prohibir" los cuentos clásicos, y, como siempre, la crítica le ha llovido encima. A veces, determinadas ministras (siempre ministras y no ministros) se ganan la fama de "tontas de la película" y en cuanto abren la boca todo el mundo se "descojona" de ellas. Creo que esto le pasa a la pobre Ministra de Igualdad por diversas causas, algunas de ellas más o menos justificadas por sus propias pifias, y otras venidas de reacciones -sin ninguna duda- machistas.

Ya el Ministerio ha explicado que en ningún momento pretendió prohibir estos cuentos, sino que se trata de una campaña que propone el uso de otro tipo de materiales didácticos. No prohibir unos, sino incentivar otros:
"Este cuaderno propone buscar cuentos no sexistas, ya que las historias infantiles "suelen estar llenos de estereotipos", pues "casi todas las historias colocan a las mujeres y a las niñas en una situación pasiva en la que el protagonista, generalmente masculino, tiene que realizar diversas actividades para salvarla", como son los cuentos de la Bella Durmiente, la Cenicienta o Blancanieves."(La Razón, 7 de abril de 2010, Igualdad propone vetar cuentos "sexistas" como Blancanieves).
Aunque algunas veces estoy en contra de las llamadas políticas "de género", en muchas otras estoy completamente a favor. Esta vez estoy de acuerdo con el Ministerio de Igualdad (no con prohibir Blancanieves ni con mandar a la hoguera ningún libro, que eso sería una estupidez además de una violación de libertades) sino en alentar la lectura de otro tipo de cuentos más constructivos.

Estoy a favor, aunque creo que no por las mismas razones que se alegan habitualmente, y que intentaré explicar en este post.

En mi casa tengo ediciones preciosas de los cuentos de Hans Christian Andersen y de los hermanos Grimm, elegidas cuidadosamente por amor a la literatura, al diseño gráfico, a la cultura popular y pensando que seguro mi hija los disfrutaría también.

Es mi hija todavía pequeña (no ha cumplido aún los tres años), pero me encuentro con que ella solita, sin que nadie aplique censura previa, rechaza -al menos de momento, con tan tierna edad- este tipo de cuentos.

Mi hija de tres años no sabe de enfoques "sexistas", ni se da cuenta aún de que las princesas de los cuentos populares son "pasivas y dominadas por el macho" ni le produce a priori ningún rechazo que el único objetivo vital de la princesa sea casarse con un príncipe.

A mí tampoco. Confío sobradamente en la forma en que estoy educando a mi hija, y sé que estos cuentos no harán que ella en el futuro tenga como único objetivo en la vida "dar un braguetazo". Claro que no.

¿Qué es lo que ve mi hija entonces en estos cuentos que le produce rechazo? ¿Y qué me ha hecho ver a mí?

Comienzo a leer el cuento de Blancanieves. De pronto aparece una señora con una cara de muy mala, y ya mi hija me dice "mamá, pasa la página". Procuro seguir leyendo y me encuentro con un texto como este:
Entonces la reina, llena de ira y de envidia, mandó a llamar a un cazador y le ordenó:

- Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.
No sé si a un niño de 10 ó 12 años este pasaje le pueda resultar interesante o divertido. A mi hija le produce repulsa, aún sin saber muy bien qué es "matar" ni qué cosa es siquiera el corazón (como órgano biológico).

La sensibilidad de mi hija -y seguramente la de muchos otros niños cuya alma haya sido un poquito cuidada- rechaza de plano la violencia de la que parten la mayoría de estos cuentos clásicos: lobos que comen, cuartos oscuros, brujas asesinas, madrastras malignas ("¿y por qué mamá? ¿por qué la tienen encerrada en la cocina? ¿por qué no le prestan su traje? -Porque es muy mala, mi amor. -¿Y por qué es mala, mamá?)

No tengo respuesta para esas preguntas tan inocentes de mi hija. Así, que las preciosas ediciones de los Hermanos Grimm han vuelto a lo alto de la estantería, esperando que algún día sepa apreciar en ellas otras cosas, quizás la belleza de sus ilustraciones.

Creo que la razón principal por la que proponer a los niños otro tipo de cuentos diferentes a los clásicos, no es el peligro de los trajes brillantes de princesas: es la violencia implícita que hay en ellos.

Al menos cuando los niños han sido criados con amor, con acompañamiento nocturno, con satisfacción de sus necesidades emocionales, con seguridad y confianza, con un clima familiar cálido... es muy probable que esos cuentos terminen resultándoles violentos, terminan siendo rechazados por ellos mismos, sin que haya necesidad previa de censurarlos.

Todos sabemos que los cuentos infantiles clásicos son tremendamente crueles. No comparto la filosofía de "más cruel será la vida". No. Creo que cada uno tendrá la vida que sea capaz de labrarse, la vida que él mismo atraerá. Tampoco creo en el hecho de, porque la vida vaya a traer crueldades, ya tiene uno que irlas dando en casa de antemano. Al contrario, creo que es precisamente el amor y la paz que se vive en casa, lo que les protegerá y hará fuertes frente a las crueldades externas que algún día se presentarán.

Es verdad que la infancia de la humanidad fue así de cruel hasta hace muy poco tiempo, sabemos que los derechos de los niños son un invento bien reciente. Quizás esos cuentos reflejan los sueños que provienen de infancias maltratadas, huérfanas, llenas de miseria, de injusticia, de autoritarismo, de soledad, de incomprensión, de rechazo en el propio hogar... que ha sido lo común durante siglos de dominio patriarcal, de madres e infancias abusadas. Esos cuentos son hijos de una época y un lugar, de una época que no debe olvidarse, pero creo que tampoco es necesario presentarlos como modelos a los niños, al menos antes de que sepan captar la dimensión histórica de los mismos.

Y voy más allá. Sí, son cuentos patriarcales. No sólo porque la princesa sea pasiva (mi hija ayer mismo jugaba ser ella la "caballera" que va a "poner a dormir" al dragón, para rescatar a la princesa), no sólo porque reproduzcan estereotipos machistas... sino porque en su mayoría guardan en su seno el secreto patriarcal que los Ministerios de Igualdad y los feminismos al uso no se atreven a desvelar: el CRIMEN DE LA MADRE.

Casi todos los cuentos clásicos parten de una madre muerta.

La muerte de la madre sería el desecandenante total de la desgracia, lo que trae como consecuencia la llegada de la madrastra mala, de la suplantadora cruel, enemiga de la princesa y causante de todos sus sufrimientos, que sólo podrá exorcizar y remediar a través del matrimonio, a través de la unión con el hombre "ideal".

Aparte de cruel, este principio trágico de la mayoría de los cuentos infantiles es de un gran simbolismo. Un simbolismo que, paradójicamente, contribuye a desenmascarar al propio poder patriarcal que se reproduce a través de ellos.

La desgracia de la humanidad provendría pues del matricidio, de la ausencia de madre, de la Falta Básica, de la ruptura primal. Esa es la lectura oculta que hay detrás de los mitos patriarcales, todos los cuales parten de una madre pecadora, virgen, ausente o muerta.

La madre amorosa, el principio femenino, la madre corpórea y sexual,  la madre valorada y apoyada socialmente, la madre plena presente en la infancia de los niños... evitaría la tragedia, la violencia, el sufrimiento, el mal. Esa es la segunda vuelta de tuerca que el feminismo al uso (el de "que da lo mismo una madre que un padre" y "una teta que un biberón") no alcanza a vislumbrar.

Mi madre me trajo de Cuba hace poco algunos libros infantiles que aún quedaban por casa, de cuando nosotros éramos pequeños. Muchos eran rusos, editados en español en la propia Unión Soviética para enviar a Cuba.

Hay uno que no recordaba de nada, y cuando lo abro, me quedé boquiabierta. Cualquier psicoanalista elemental haría su agosto con este autor. Voy a dejarles con un fragmento para concluir este post, para que veáis de qué clase de violencia hablamos, de la violencia originaria, de la violencia primaria, de  la raíz de toda la violencia humana:

"A Mus le han pegado.
Chipa, la mamá de Mus, le ha dado una paliza. Lo aleja de sí.
Mus la molesta. Chipa no le hace caso a Mus ahora.
Chipa espera y espera: pronto tendrá otros gatitos, nuevos mamonzuelos muy pequeñines. Chipa ha encontrado ya sitio: la cesta. Allí dará de mamar a los gatitos y les cantará tonadillas.
Mus teme ahora a su mamá, y procura mantenerse a distancia. A nadie le gusta que le peguen por nada. Los gatos tienen la costumbre de amamantar a los pequeños y ahuyentar a los mayores. Pero a mamá Chipa le han quitado los cachorros recién nacidos. Chipa anda buscando a los gatitos, los llama. Chipa tiene mucha leche y no puede dar de mamar a nadie."
(Charushin, Evgueni: Por qué Mus no caza pajaritos. Editorial Progreso, Moscú, 1976.)

10 comentarios:

  1. "Creo que la razón principal por la que proponer a los niños otro tipo de cuentos diferentes a los clásicos, no es el peligro de los trajes brillantes de princesas: es la violencia implícita que hay en ellos."

    Esto mismo lo creo yo desde hace años, muchos años antes de ser madre, Ileana (razón por la que te pedí recomendaciones de lecturas infantiles, tú que me llevas ventaja ;)). Me gustaría contarle cuentos a mis hijos donde la gente muera porque la gente muere, a veces de viejo, a veces por enfermedad... no donde los maten y les saquen las entrañas, la verdad. Donde haya papás y mamás, donde los protagonistas sean niñas y niños por igual. Y super héroes de andar por casa :)

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  2. Que buen planteo =)... el otro dia observaba los argumentos de las peliculas infantiles, y tambien en muchas la madre está ausente, casi siempre ha muerto (Buscando a Nemo, Chicken Little por ej.)...Cuando era casi adolescente lei las versiones originales de los cuentos tradicionales (de Andersenn, los hermanos Grimm, Perrault)... son realmente de terror, horribles... muy sádicos. Y en todos existe la "moraleja", aprender a obedecer o actuar bien por medio del terror. Mi hija adoraba de esos cuentos (las versiones actuales, obviamente) las ilustraciones, los vestidos de princesa, los peinados, etc pero recien a los 5/6 años.
    Algo que hicimos con mi hija a partir de los 3/4 años, fue armar nuestros propios cuentos, ilustrarlos entre las dos, encuadernarlos, y por supuesto inventar y escribir la historia. Es una tarea hermosa, divertida, y muy creativa...fomentó en ella el deseo de aprender leer y escribir...
    En lineas generales antes de los 3/4 años los cuentos preferidos tenian como protagonistas animalitos y eran rimados... Mi hijo ahora prefiere los que tengan transportes, ademas de animalitos. Y las poesias o rimas disparatadas (Elsa Isabel Bornemann la preferida) Pero si, es complicado encontrar buenas lecturas, sobre todo para las edades siguientes. Hay libros que son hermosos, con hermosas ilustraciones, pero el valor literario o el contenido son muy malos...
    La coleccion "Cuentos Redondos" de Editorial Sudamericana es hermosa. Todos los cuentos de Graciela Montes, Laura Devetach, Beatriz Doumerc, Silvia Schujer...también lo son... (No se si la globalización los habrá llevado hasta su país... =)Y mi tesoro de la infancia "Los cuentos del Chiribitil", una coleccion de lujo!! (Supongo que ni con globalización, es casi una reliquia...ya no se consigue...)
    Besos =)
    Ivana

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  3. Una buena recopilación de cuentos populares: Cuentos de madres e hijas, Omega infantil. Hay una breve introducción y unas notas finales muy intersantes; copio una frase que me ha gustado mucho: "cuando el vínculo entre madre e hija es fuerte y la madre ha modelado su femineidad acertadamente, la hija reconoce a su madre en su interior como una fuerza interna".
    Os dejo la reseña:
    Estos cuentos tratan de madres, abuelas, madrastras, madrinas, madres adoptivas y suegras y de cómo entrelazan sus relaciones con sus hijas. Los cuentos proceden de diversas culturas. La autora los ha recopilado manteniendo las cualidades universales de la mitología y el cuento de hadas popular, teniendo en cuenta las costumbres locales.

    Deméter y Perséfone. La cascada de cabello blanco. Madre nieve. Basilisa la bella. Gran madre terremoto. Copo de nieve. El espejo de la madre. Katanya. La muchacha y su madrina. Noemí y Rut.

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  4. Cuando le leí los primeros clásicos a mi hija me encontraba modificándole constantemente la historia para que no fuera tan violenta, por lo que pronto los abandoné por otros que encontraba más agradables y divertidos.
    Pero los clásicos siguen atrapando a muchos niños, por lo que dices Ileana: relatan una violencia originaria que los sigue haciendo lamentablemente muy actuales.
    Algo parecido sucede con los dibujos animados, como Tom y Jerry(que tan inocente puede parecer a muchos ojos, pero que viven de golpe en golpe) y algunos modernos que verdaderamente son un espanto pero atrapan a los chicos con el reflejo de su propia vivencia interior, aunque no lo registren.
    Por suerte, como muchos cuentos infantiles modernos, existen hoy en día caricaturas que muestran madres presentes, amorosas y comprensivas, a tal punto que a veces pienso: me gustaría tener tanta paciencia como ellas!!!
    Espero que estos cuentos y dibujos animados nuevos reflejen una realidad que esta cambiando, aunque sea de a pequeños pasos. Al menos muestran un cambio de conciencia en muchas personas creativas!

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  5. Ileana, ayer vi un cartel que me dio que pensar en este post. Dice: "Los monstruos no habitan en los cuentos", trata sobre abusos sexuales. Me dio que pensar porque, en realidad, ¿cómo se le explican ciertas cosas a los niños? Nos guste o no, en el mundo hay gente mala, dispuesta a hacer daño a los niños (si, yo tampoco entiendo el porqué, pero todos sabemos que existen). Y también hay adultos dispuestos a ayudar a los niños en apuros. Y si lo pensamos, todo eso sale en los cuentos: en los cuentos, los niños aprenden que hay gente mala, pero LO MAS IMPORTANTE, que también hay adultos que les van a ayudar y harán "desaparecer" al malo, y consolarán al niño, para que éste no dude en pedir ayuda si se ve en apuros.

    Otra cosa es lo del sexismo, que en eso estoy de acuerdo. Yo soy la de en medio de 3, y a mi de niña me reventaba que siempre había 3 príncipes, los 2 mayores eran malos y el pequeño bueno; yo juraba que cuando fuera mayor, escribiría un cuento en el que el príncipe bueno fuera el de en medio ;)

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  6. mmm... El problema que le veo a los cuentos, a pesar de lo que dice misteriosa, es que presentan al malo demasiado obvio como malo y eso a los niños les puede confundir, porque los malos de verdad en la vida real se suelen presentar con una sonrisa de oreja a oreja y un aspecto de lo más inocente.

    Hablé de esto en mi blog (varios posts que se llaman "nunca hables con extraños"), recomendando los libros de Gavin de Becker: "The Gift of Fear" (que tendrían que leer todas las mujeres) y "Protecting the Gift" (que tendrían que leer todos aquellos que tengan hijos en general, porque te da pautas muy interesantes para prepararles, evitar abusos, detectarlos en caso de que se estén dando...etc.). Si estáis interesados, los recomiendo totalmente.

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  7. Muchas gracias, mamis, por vuestras recomendaciones de libros!!! Me las guardo y las buscaré!!!

    Besos a todas!!!

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  8. Mis hijas ya son un poco mayores, seis y cuatro años, y ya no soy yo quien elige los cuentos, son ellas. Y les gustan mucho más los clásicos, llenos de crueldad, lobos devoradores de niñas y madrastras malvadas. ¿por qué? según me han explicado, tiene algo que ver con lo que dicen Misteriosa y Mamaenalemania: a los niños les reconforta que el malo sea malo, malvadísimo, y reciba un castigo horrible.
    Hay en casa varias versiones de la Caperucita, y a mis hijas no les mola esa en la que Caperucita y su abuelita se esconden en el armario y el lobo se va con una patada en el trasero, no. Mucho mejor, la tripa cortada y rellenada de piedras y el lobo ahogado.
    De todas formas, a nosotras nos criaron con esos cuentos y otros peores, y después de olvidarlos y volverlos a recordar, nos hemos estremecido ¿todas? con el corazón de Blancanieves en la cajita. Será que nuestros principios tienen poco que ver con el contenido de la historia. ¿Alguna entendió qué era exactamente una madrastra antes de los nueve años?

    Espontanea

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  9. hola casi siempre estoy conforme ocn lo que escribes,pero en esto pienso que estás un poco desinformada, pudiera compartir lo que escribes en el sentido de la no a la violencia y el sexismo sin embargo los cuentos son necesarios ´para ayudar a los niños en el plano psicológico todos tienen su signifcado ¿lo conoces?¿te has leído los cuentos y el psicoanálisis? son importantes estos cuentos para la psique del niño

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  10. M Gray, le da una lectura preciosa a esos cuentos que se ven tan terriblemente marcados en los extremos, que dejan a las mujeres como tontas y a las viejas como malas...
    En el caso de Blanca Nieves, pura y casta, se encuentra con la vieja (madrastra) mala y fea, pero que trae algo ROJO, entre sus manos, la MANZANA, esa misma manzana de Eva. La vieja, trae una suerte de sabiduría, cómela y luego cuando despiertes, verás... viene tu sexualidad adulta ... claro homogámica, pero sexualidad al fin...

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