25 de agosto de 2010

Amamantar es de sabias


"Errar es de humanos; rectificar es de sabios"
Proverbio popular





Por Ileana Medina Hernández


Los sabios de todas las culturas respetan la naturaleza, buscan el contacto con ella, se acoplan a sus ritmos y bendicen sus dones. Lactar es dejar a la naturaleza hacer su trabajo, confiar en el perfecto mecanismo de nuestros cuerpos mamíferos. Es ecológica, espontánea, sana.

Los sabios se entregan a los demás, abandonan el ego y abrazan el servicio a los otros. La lactancia es la forma de entrega más generosa que puedo imaginar: alimentar a otro ser con tu propio cuerpo.

Los sabios superan la razón y la integran a las emociones, a las sensaciones, a la sensibilidad y al espíritu. La lactancia es mágica, irracional, no sabe de lógicas, ni de medidas, ni de divisiones binarias. Es fusión y superación.

Los sabios meditan, es decir, son capaces de hacer que la mente quede en silencio y quedarse a solas consigo mismos. Cuando en medio de la noche y del cansancio entregas tu cuerpo a las necesidades del bebé, la lactancia te saca de ti misma, es entrega y meditación.

Los sabios cultivan su lado femenino. "Uno tiene que volverse femenino para llegar", ha dicho Osho. La lactancia nos empodera a las mujeres, nos conecta con nuestra capacidad nutricia, con nuestra capacidad de cuidado, con la salud y la magia de nuestro cuerpo, con el poder de engendrar vida y mantenerla.

Los sabios enseñan a ser receptivos. La lactancia te obliga a permanecer alerta a las necesidades permanentes del bebé, a abrirte a otro, a escucharle, a dejar que sea él quien tome el mando y se alimente cuando quiera,  a respetarle, a ser receptiva y sensible a sus demandas.

Los sabios trabajan la confianza. La confianza en uno mismo y en los demás. Para amamantar tienes que confiar: confiar en ti misma y en que puedes hacerlo, confiar en tu instinto, confiar en la salud de tu cuerpo, en que puedes pedir y obtener ayuda si la necesitas, en que eres capaz; y también confiar en tu hijo, en que nadie sabe mejor que él mismo lo que necesita para crecer feliz.

Los sabios ensalzan la paciencia. La paciencia es virtud esencial en todas las culturas, en todas las épocas. Amamantar es un gran ejercicio de paciencia: no se hace con prisas, no se hace con reloj, no depende de ti, sólo es esperar a que el bebé se satisfaga por sí mismo.

Los sabios disfrutan el gozo. El placer, la alegría inmanente de quien vive en sintonía con su cuerpo y con su mente, de quien no necesita riquezas externas para construir su propia felicidad. La lactancia es una fuente de placer para la madre y para la criatura, activa las "hormonas de la felicidad" y los neurotransmisores del placer,  es sexualidad, goce, alegría.

La lactancia es una oportunidad de conectarnos con nuestra sabiduría interior. La sabiduría ancestral que TODAS las mujeres llevamos dentro. Es una oportunidad única para ejercitarnos en nuestra capacidad de cuidado, en nuestra capacidad de entrega, y a la vez para descubrir los profundos y maravillosos mecanismos de nuestros cuerpos. Es una oportunidad de sanarnos a nosotras mismas y a nuestras sagas familiares heridas. Es un ejercicio, sencillo y cotidiano, para empoderarnos. Para crecer.

13 comentarios:

  1. Bravo Ileana... lo comparto que esto hay que leerlo :-)
    GRACIAS

    ResponderEliminar
  2. ¡Wow Ileana, me encanta! La teta hecha poesía, meditación y sonrisa :)

    Gracias,

    Un abrazo!

    Louma

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias lleana por compartirlo,hermoso!!,
    me a encantado!,lo comparto!!
    Te doy toda la razón..

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por estas palabras... me recuerda cuando contra viento y marea, siguiendo unas pautas muy estrictas, continué con la lactancia durante mi quimioterapia. La sensación de que mi cuerpo producía algo que alimentaba en todos los ...sentidos a mi hija era maravillosa. Durante el cáncer crees que tu cuerpo es un desastre, la quimio una basura y la incertidumbre un horror. Los momentos en los que amamantaba a mi hija me sirvieron para conectar mejor con mi cuerpo y darme cuenta de que si era capaz de producir leche también era capaz de que con la ayuda de la quimio y la radioterapia, vencer al cáncer. Por eso me hice IBCLC.
    Rosa Sorribas

    ResponderEliminar
  5. Que razón tienes!! De entre todas, hoy me quedo con la confianza, qué daría yo porque todas la recuperaran, y se supieran fuertes y poderosas, porque lo són, ya lo eran y al ser madres lo potenciaron y aún así no se atreven a creerlo y cuando crees cualquier muralla se achica, y si no, que lo digan a Rosa :)

    ResponderEliminar
  6. Sí, estoy de acuerdo. Yo también hace unas semanas decidí, después de años de pensar en ello, que voy a hacerme IBCLC.
    Procuro en mi trabajo abrazar y acoger a las mujeres en su maternidad, las que amamantan y las que no lo hacen, bien porque deciden no hacerlo o bien porque hay grandes dificultades que lo dificultan mucho o incluso lo impiden.
    Cuando deciden no hacerlo a menudo me parece que, como parir, amamantar supone, si "te entregas" con "confianza", salir de tus límites, perder el control en la misma entrega...y a veces da vértigo y la mujer decide no saltar la barrera, no abandonar el control.
    Bueno, no quería alargarme y lo he hecho
    Clara

    ResponderEliminar
  7. Pues gracias por alargarte, Clara, porque has aportado algo que me parece interesantísimo: muy cierto que las mujeres pueden sentir con frecuencia que con la lactancia pierden el control, porque efectivamente lo pierden: no hay medidas, no hay horarios, no se ve cuánto ha comido... es cerrar los ojos, entregarse y confiar.
    Ahí está una clave importantísima de por qué las lactancias fracasan...
    Al final, sí, lactar es romper con la manera habitual que tenemos de hacer las cosas en esta sociedad de la medición.
    Un abrazo y muchas gracias por dejar tus aportaciones por aquí!!!

    ResponderEliminar
  8. Excelente, yo estoy muy orgullosa de combinar trabajo con lactancia. Y me hijo feliz!!!

    ResponderEliminar
  9. Hola Ileana: Gracias por escribirme. No conocía tu blog y me encantó. Desde Costa Rica y con la misma pasión que vos, trabajo por expresar todo eso que llevo dentro y quiero compartir con las otras mujeres que emprenden la aventura de la maternidad.
    Un beso
    Ingrid lactanza.com
    Lactanza

    ResponderEliminar
  10. Hola, buenas te escribe una mama orugullosa trabajadora a tiempo completo y aparte soy mama q amamanta a su hija!!! muchos me critican pero yo solo de ver la carita de mi beba mirandome y alimentandose de mi! me hace ser la mujer mas feliz del universo...amigas nada se comprara con el placer de amamantar a tu hijo!!Desde venezuela!!

    ResponderEliminar
  11. Me sigue gustando mucho, mucho. Me lo llevo al blog :)

    ResponderEliminar