30 de agosto de 2010

El macho y la teta

Por Ileana Medina Hernández

Dedicado a mi compañero:
apoyo, amante, amigo.

Las tetas son, todos lo sabemos, un atractivo sexual. Pero con frecuencia olvidamos que todo aquello que es reclamo sexual, lo es porque sirve para la reproducción. Diferentes estudios científicos han demostrado que lo que nos suele gustar del otro sexo, inconscientemente, son aquellos signos de que serán buenos progenitores. Por eso a los hombres suelen excitarles las mujeres con caderas anchas y grandes pechos: promesas de buena paridora y criadora (aunque luego el tamaño en realidad no importe).

A pesar de los cambios sociales y culturales vertiginosos del último siglo, seguimos siendo mamíferos que nos guiamos por nuestras hormonas, nuestro olfato y por el único sentido biológico de la evolución: la conservación de la especie.

Los órganos sexuales son zonas erógenas porque la especie necesita, para reproducirse, que a sus individuos les resulte placentero practicar aquellos actos que llevan a la reproducción. Que los seres humanos últimamente hayamos separado el sexo de la reproducción, no quita valor a esta verdad de Perogrullo.

Nos reproducimos hoy poco los humanos occidentales. Razón de más para que, cuando decidimos hacerlo, nos diéramos el lujo de usar para ello nuestros órganos sexuales: la vagina para parir, las tetas para amamantar.

La iconografía de los omnipresentes medios de comunicación de masas está repleta de tetas como señuelos sexuales, sin embargo, jamás se ven las tetas utilizadas en su función más básica: la de nutrir a nuestros hijos. A algunos incluso les parece mal que se dé de mamar en público.

Las feministas al uso han dicho que reivindicar la lactancia materna y el vínculo madre-bebé que se establece a partir de ella es dejar al macho afuera, en el exterior de la relación, y que así ellos se ven (acaso felizmente) "liberados" de hacerse cargo del "reparto igualitario" de la crianza del bebé.

Muy por el contrario, yo creo que la lactancia materna - más aún la lactancia natural no interrumpida por el suministro de leche de fórmula, que dura como mínimo dos años- es imposible sin el apoyo del padre, es más, es imposible sin el apoyo de un nuevo tipo de macho/padre.

El puerperio y la lactancia materna están absolutamente relacionados. Mientras la lactancia dure, la mujer será puérpera, en el sentido de que estará unida por un vínculo inseparable de su bebé (sólo ella puede amamantar) y también estará dominada por las hormonas de la crianza: la oxitocina y la prolactina. Uno de los efectos conocidos de la prolactina es que disminuye el deseo sexual por el varón. Con la lactancia, el bebé permanece unido a la madre siendo alimentado en exclusiva por su propio cuerpo, y el estado fisiológico, hormonal y psicológico de la madre permanece alterado para hacer posible dicha fusión física y emocional.

Es muy probable que el hecho de que en la sociedad patriarcal -y sobre todo en las clases altas- la madre se separe de su criatura tras el parto encargando su alimentación a una nodriza o recientemente a un biberón administrable por cualquiera, tenga la finalidad oculta de que ese estado hormonal especial desaparezca, y ella vuelva a estar enseguida sexualmente disponible para el macho (y además pueda engendrar muchos "herederos": cuando la mortalidad infantil es elevada éste puede ser un recurso posible, aunque a su vez eleve la mortalidad infantil).

Se priva así la mujer de la última -y más extensa- fase de su ciclo reproductivo: la lactancia materna, y a la vez, se priva a cada bebé de la posibilidad de ser alimentado con el mejor alimento posible (no cuando había nodrizas) y de continuar en contacto permanente con el cuerpo maternal, sintiéndose querido y protegido por el único cuerpo que conoce.

Durante la lactancia, la libido, la energía vital de la madre está localizada en los pechos y dirigida hacia el bebé. Esto es absolutamente imprescindible en los mamíferos para la supervivencia de la cría: continuar con el período de "gestación externa" en que el bebé humano, nacido muy inmaduro, aún no es capaz de desplazarse por sí mismo, aún no ha desarrollado su sistema inmunológico ni digestivo, aún no ha formado su cerebro, aún necesita permanecer en continuum con el cuerpo que lo ha gestado.

Cuando el macho -a veces narcisista, autoritario, inmaduro, celoso o necesitado de servicio permanente por parte de la mujer (necesitado de los mismos cuidados "maternales" que le niega al bebé, aunque ya es adulto)- desea recuperar precozmente el cuerpo de la hembra para copular, utilizar su tiempo y su energía para que le sirva en las tareas domésticas y recuperar su protagonismo en la habitación conyugal... entra en "competencia" con las necesidades del bebé, se interpone de cierto modo entre el bebé y su madre, y por tanto, la supervivencia y duración de la lactancia materna se hace difícil. Por eso se dice que es toda la familia la que amamanta, y no sólo la madre.

Se ha escrito mucho sobre el papel del padre en la lactancia, pero me temo que las causas profundas por las que, por ejemplo, muchas veces se aplican métodos como el Estivill para sacar al bebé de la habitación, tienen mucho que ver en el fondo con la sexualidad falocéntrica, con esa presión que las mujeres sentimos por recuperar pronto la "intimidad de pareja", y volver a nuestra vida "de antes" (cosa que es relativamente fácil cuando no estamos bajo los efectos de la prolactina).

Para amamantar todo el tiempo que la madre y la cría quieran; para dedicar al bebé el tiempo, el cuerpo, el respeto y la atención que merece (que no se le ha dedicado nunca en los milenios que llevamos de "civilización"); para no protestar porque el niño aún no duerme solo, se despierta varias veces en la noche y sólo vuelve a dormirse con la teta... es necesario que el macho sea un hombre maduro, generoso, comprensivo y sensible, de manera que no se convierta en un "depredador emocional" de la madre y la cría.

Es necesario que esté disponible para compartir y apoyar un puerperio prolongado, es necesario que sepa comprender los deseos específicos de su compañera en ese período, es necesario que esté dispuesto a explorar nuevas formas de sexualidad no siempre coitales, es necesario que esté abierto a la comunicación emocional profunda con su pareja, es necesario que conecte con una forma de sexualidad mucho más "sutil, lenta, sensible, hecha de caricias y abrazos".

Es necesario que permanezca tiempo en casa, que se haga cargo de las tareas domésticas, que sea apoyo, soporte, que esté disponible, que ofrezca, que nos cuide, que nos proteja de los ataques externos... Es necesario, por lo menos, que no compita con su bebé, y que no le robe aún más energías a la madre puérpera.

Para esto se necesitan machos que hayan sido también suficientemente maternados en su infancia, que estén bien nutridos emocionalmente, seguros de sí mismos, sin complejos, con autoestima de la buena, que hayan cultivado su capacidad de cuidado hacia el otro y su sensibilidad hacia las mujeres... Lo cual es, por cierto, mucho más antimachista y antipatriarcal que dar un biberón.

17 comentarios:

  1. chapeau! creo que no se hace especial incapie en el puerperio y la sexualidad, que se pasa de puntillas, y al final, cada una en su soledad cree que le pasa algo, que es sólo ella, cuando lo normal es ese sentimiento de intimidad, pero no con el padre, sino con el bebé. Pienso que es bueno que escribamos sobte esto, para normalizarlo y para re-educar tanto a hombres, como mujeres, apelando a lo mejor de cada uno.
    Gracias! Voy a empezar a difundirlo! :)

    ResponderEliminar
  2. Gracias, qué bueno!! Y me gusta mucho el cambio de formato! ;)

    ResponderEliminar
  3. Sí, la verdad que estaba pidiendo a gritos un cambio de formato, jejeje...
    Lo empecé con la primera plantilla que vi hace más de un año, y ya las han mejorado mucho ;-)
    Besos, guerrilleras!!!

    ResponderEliminar
  4. Fantástico artículo, Ileana.
    Ojalá cada vez existan menos actitudes adultistas, falocéntricas y egoístas entre los padres.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Hola Ileana
    Como siempre, muy bueno el artículo.
    Quería pedirte un favor, has posteado algo sobre la calidad de la leche materna pasado el año y medio, y los dos años? Tengo un amigo médico con el que las discusiones sobre el tema se hacer largas y tediosas y me gustaría tener más argumentos "científicos" para debatirle.

    Gracias. Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Hola, Zinnia, como siempre muy buenos tus comentarios, jejeje...

    Mira, el otro día mismo me encontré este post en el blog de Ojitos que brillan, y pregunté lo mismo, que cuál era la fuente, y me remitieron a Carmela Baeza, una IBCLC, aunque no sé de dónde ella lo ha sacado, no he visto el estudio.

    Preguntaré a algunas otras "sabias" de este tema, a ver si alguien me puede ayudar.

    De todos modos hay un buen argumento para rebatir: algo aportará. Algo tendrá de nutrientes (no es sólo agua) y sobre todo de defensas. El sistema inmunitario de los niños no está maduro hasta los 6 años, lo que hace creer en la hipótesis de que hasta ese momento puede hacer falta la leche materna.

    Por otro lado, la lactancia no es sólo alimento físico: es también alimento emocional, contacto físico, consuelo, calma, dosis concentradas de "mamá".

    Está también el estudio de Katherine Dettwyler sobre la edad natural del destete, el estudio más completo sobre el tema que se conoce.

    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  7. Me ha encantado sobre todo la última frase. Muy cierta.

    Respecto a "los efectos de la prolactina" pienso que en gran parte son una sugestión por toda esa presión que sufrimos ante os cambios, la inseguridad de si tu pareja estará a la altura, si será comprensivo con nuestras nuevas necesidades eróticas, cansancio, etc. Pienso que en el momento en que te sientes sostenida y TODA la casa (incluido el padre) sigue los ritmos del bebé-madre, el sexo puede ser "recuperado" por el hombre de forma más enriquecida incluso que antes. Además de tener prolactina, también necesitamos constantemente la oxitocina. La que nos produce el bebé y también (por qué no) la pareja cuando se da la rara circunstancia de que el bebé duerme mucho tiempo seguido.
    Por cierto que el otro día ví la peli de "Niños grandes" (Grown ups) y respecto a la lactancia y otros tópicos es para llorar....No deberían verla los niños.
    Pedazo de frase que has puesto debajo del banner. Lágrimas tengo (me la llevo al FB). Y me encanta el formato también. Nunca quites esa dedicatoria a tu hija. Me encanta y para mí es como la identidad de tu blog.
    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Me alegro muchísimo de que este tema empiece a hablarse cada vez más. Que se haga "vox populi" : la lactancia es una parte de la vida SEXUAL de la mujer y del bebé. Parece una tontería, pero negarlo como se ha hecho hasta ahora le ha hecho mucho mucho daño a la lactancia ya que la ha convertido en algo "fuera de contexto" que "molestaba" el desarrollo normal de la vida sexual de la pareja. Pues no señores. Lo que molesta el "desarrollo normal de la vida sexual de la familia" es EXCLUIR LA LACTANCIA porque la sexualidad no es sólo falocéntrica y coital, es también MATERNAL. Espero que nuestros hijos varones crezcan con esa parte de su sexualidad satisfecha y así no la tengan que buscar tardíamente en la relación con su pareja. Espero que eso les haga ese tipo de hombres del que hablas, capaces de ocupar su role en la familia, sin entrar en competencias absurdas con sus propios hijos. Es un clásico que muchas veces se escucha a una mujer diciendo (en general medio en broma y por otras cosas, pero en realidad está muy claro...)"es que no tengo x hijos, sino x+1" , refiríendose a su marido..... pues eso, que ya no sea necesario "bromear" sobre el tema en la futura generación.

    ResponderEliminar
  9. Gracias, Carolina. Martí era mucho Martí, recomiendo encarecidamente a todos los que andamos por aquí la lectura de su libro de poemas Ismaelillo, dedicado a su hijo. Escrito por un hombre en el siglo XIX, revela el sentido de la paternidad que defendemos, tratando a los hijos como iguales y hasta como maestros.

    Sí, María, muchas veces he oído yo eso también de que "los maridos son como niños". Demandantes de atención, chupadores de energía, seres inmaduros (y mal maternados, mal criados por sus propios padres) estancados en la fase narcisista... Productos de ese estilo de educación machista, que no nutre emocionalmente, víctimas de la falta de mirada y de empatía desde que fueron niños... lo cual los incapacita a su vez para ofrecer lo mismo a sus hijos.

    Gracias, chicas!!! Un abrazote!!!

    ResponderEliminar
  10. Te sales, querida, te sales (sobresales!), cada día más lúcida y mejor expresada :)

    (A mi también me gusta la renovación... creo que no te lo había dicho porque en general, las renovaciones, me dan un poco de penita... como cortarme el pelo cuando era pequeña xDDDDD con el tiempo aprendemos que los cambios no sólo son buenos, sino necesarios también)

    Yo tenía ese tipo de hombre disponible para que todo saliera como es debido... no sé muy bien si debido a la calidad de maternaje que recibió, pero bueno, el caso es que lo es. Toda la vida crecí con las historias de los machos dominantes, que poco menos que te 'obligan' a cumplir, so pena de ir a buscar 'alivio' a otro sitio. Pero encontré un hombre que siempre ha sabido estar a la altura. Fue una pena que no supiéramos salvar tantos de los otros obstáculos.

    No puedo, no puedo con esas historias de 'a los X días de parir ya tuve que ponerme 'al asunto' porque no dejaba de buscarme por los rincones, aunque me apeteciera una mierda'; o las prisas por sacar a los bebés de las camas/habitaciones de los padres para recuperar la 'intimidad' (la intimidad de follar sin que un bebé nos pueda fastidiar, se entiende). No puedo.

    Tremenda tarea tenemos las mamás de los muchachos de esta nueva era! Difícil y apasionante a partes iguales.

    ResponderEliminar
  11. Olvidé comentar ayer que, antes de que yo supiera nada de lactancia, vi un documental que me sirvió mucho y creo que justifica lo que comentas de la interrupción brusca del estado hormonal especial por biberones o nodrizas. Bueno pues el documental era de leones aunque se puede aplicar a cualquier mamífero. Cuando las hembras perdían un cachorro al poco del nacimiento inmediatamente entraban en celo. Cuando el león macho (padre) era expulsado por otro león éste mataba a los cachorros del anterior para que las hembras entraran en celo y así tener vástagos propios. Crié una vez cobayas, y la hembra volvía a estar en celo a la media hora tras el parto, aunque no muriera la cria. Esto se explica porque los cachorros de las cobayas nacen muy maduros, con todo su pelo, ojos abiertos y a las pocas horas pueden correr y comer alimentos sólidos como los adultos.

    El bebé humano necesita 2 años para caminar con seguridad así que sería inviable para la especie destetarle antes si vivieramos en condiciones naturales. Por suerte los bebés humanos tienen otras "armas" para enamorar a los adultos y asegurar su supervivencia aunque la madre no amamante. Haríamos muy buen si, después de parir, le confirmáramos a nuestro cuerpo que nuestro bebé aún está vivo. ¡Que se paren mis ciclos, que tengo que criar!

    ResponderEliminar
  12. Sí, es que el ciclo no ha terminado: hay que criar!!! Hay que criar antes de ponerse a tener otro hijo.

    Muchas mujeres hoy en día también piensan que es mejor tener los hijos seguidos, porque así se sale "más pronto de eso". Claro, cuando la crianza se vive como una tortura, como una pérdida de la vida propia, entonces hay que salir pronto de ella. Como consecuencia, son entonces los hermanos los que "compiten entre sí" por la atención materna, y la calidad del maternaje se resiente mucho.

    Pero si la crianza se vive con el apoyo de todos, no tiene por qué ser una "dura carga" de la que hay que salir pronto.

    Gracias, Caro, por tus aportaciones. Es un lujo tenerte por aquí.

    Besos!!!

    ResponderEliminar
  13. Wao!! QUE MUJER!!! Y QUE MAESTRA!! UNA VEZ UN PERSONAJE AL ESCUCHAR LA HISTORIA DE MI HIJA NICOL Y YO, ME DIJO: "TU PEQUEÑA MAESTRA YA CUMPLIÓ SU MISIÓN" Y HOY AL LEER TU PERFIL ENTENDÍ ESAS PALABRAS... Y TE LO DIGO YO A TI... "TU PEQUEÑA MAESTRA YA CUMPLIO SU MISIÓN .. DESPERTARTE PARA QUE GUÍA A OTROS" ¿¡¡QUE HERMOSO!!!.

    Mi nombre es Lorena morales y encontré tu Blog en mi facebook... y vi que estas en mi grupo y es todo un honor conocer tu trabajo...

    Gracias por todo lo que haces.. por esta nueva y hermosa generación.

    Con cariño.

    Lore
    niconicolm@hotmail.com

    ResponderEliminar
  14. Gracias, Lorena, y bienvenida!!! Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  15. señor@s:

    ¡que vivan las tetas, la leche materna, la prolactina, la oxitocina, nuestros bebés, nuestros maridos, nuestros COMPAÑEROS, su testosterona, sus hermosos penes y testículos!
    (si eso está en duda, preguntémonos entonces con quién nos casamos o, -en el mejor de los casos- con quien decidimos compartir nuestra vida)

    ¡que viva la crianza con apego, pero sobre todo, la crianza-con-ética!

    Antonia farré

    ResponderEliminar
  16. Antonia:

    ¡Si tuviera que elegir el mejor comentario de la historia del blog elegiría ahora mismo el tuyo!

    ¡Qué vivan!

    Gracias por esta alegría mañanera!!!

    ¡Un abrazo y no dejes de pasar por aquí para dejarnos estas inyecciones de oxitocina!

    ResponderEliminar