16 de agosto de 2010

El niño "separado" (la ruptura del continuum).

Por Ileana Medina Hernández

El otro día, una amiga lanzaba en Facebook esta pregunta:

"¿Vuestros niños tienen pasión por jugar con zapatos, móviles, computadoras... en fín: todo lo que no sea juguete, o sólo lo hace el mío?"

Yo le respondí que sí, por supuesto, que la mía también, creo que todos los niños tienen pasión por utilizar los mismos objetos que utilizan sus padres.

Esa pregunta y sus respuestas, aparentemente intrascendentes, permiten sin embargo una reflexión.

Los niños nacen para aprender a hacer lo mismo que VEN HACER. Para imitar. Quieren hacer lo mismo que hacen sus padres, lo mismo que hacen los adultos. Esa es una verdad incontrastable de la crianza, que además curiosamente harían la crianza y la educación mucho más fáciles de lo que todos nos creemos: tus hijos simplemente seguirán tu ejemplo, los niños aprenden lo que viven.

¿Por qué entonces se nos hace tan difícil la labor de criar y educar? ¿Por qué a veces los niños nos parecen unos "enemigos indomables"? ¿Por qué tenemos tantos conflictos, y todo se convierte en una guerra de poder, donde hay que dejar claros los "límites", donde hay que dejar claro "quién manda"?

Pronto, muy pronto, nada más nacer, el bebé humano (al menos el occidental/patriarcal) comienza a tropezarse con barreras infranqueables:  Quiere chupar las tetas de mamá (casi) permanentemente, y se las cambiamos por biberones y trozos de plástico. Quiere permanecer en los brazos de su madre, y la madre lo deposita cada vez en otro sitio. Quiere dormir en la misma cama que sus padres, y se ve encerrado entre barrotes para dormir.  Quiere tocar las mismas cosas que ve que sus padres tienen todo el día entre las manos: teléfonos, mandos a distancia, bolígrafos, equipos de música, cosméticos, ordenador... y se le prohibe tajantemente tocarlos; quiere hacer lo mismo que hace su madre en la cocina o en el baño, quiere estar en el centro de la vida, y se le deja aislado, separado en un "parque" (en realidad en una jaula, un corral) donde se pretende que se entretenga solo con algunos objetos que sus padres nunca han tocado.

Cuando leí el libro El concepto de continuum, de Jean Liedloff, comprendí muchísimas cosas. La palabra CONTINUUM, que ella apenas menciona en todo el libro, me pareció fundamental para entender no sólo a los niños pequeños, sino a la CULTURA HUMANA EN SU CONJUNTO.

Aunque Liedloff habla de una tribu amazónica, los yecuanas, su análisis es fundamental para comprender nuestra propia cultura y formas de crianza. La forma en que criamos a nuestros niños determina la sociedad que tenemos y tendremos.

El concepto de continuum me parece importantísimo, hasta el punto de que me atrevo a sostener la hipótesis DE QUE LA RUPTURA DEL CONTINUUM es equivalente a la FALTA BÁSICA MATERNA, como PILAR FUNDAMENTAL SOBRE EL QUE SE CONSTITUYÓ nuestra "civilización", la civilización patriarcal. (Muchas de las cosas que creemos naturalmente humanas no lo son, son simplemente patriarcales, que no es lo mismo).

El continuum es fundamental en sus dos dimensiones: el continuum espacial y el continuum temporal.

En la dimensión temporal, el bebé humano cuando nace necesita continuar en las condiciones más parecidas a las que estaba en el vientre materno. O sea, colgado del cuerpo de su madre, en posición vertical, y mamando cada vez que lo necesite (la lactancia materna es a demanda, es decir, continua).

Que no se produzca una ruptura tras el parto, que se mantenga un continuum natural con la vida prenatal. Así, hasta que el bebé por sí mismo sea capaz de alejarse del cuerpo de su madre, gateando y más tarde caminando. Somos mamíferos de acarreo, no caminamos al nacer, el lugar del bebé que no es capaz de caminar por sí mismo es junto al cuerpo de su madre.

No se trata de que las madres nos quedemos todo el día contemplando a nuestros bebés sin hacer nada (ni mucho menos que los dejemos en manos extrañas): se trata de que sigamos haciendo nuestras actividades, con el bebé a cuestas.

El movimiento, la energía dinámica del cuerpo materno, la posición vertical, la teta disponible, no sólo evita los cólicos y beneficia su salud fisica y psíquica, sino que desde bebés les permite recibir el ejemplo de las labores que se hacen en la comunidad: mantienen al bebé lleno, satisfecho, sano y en el centro mismo de la vida.

El continuum, por eso mismo, también es espacial. Los bebés y niños no se encierran en primorosas jaulas creadas para ellos, no se les deja en espacios exclusivos para ellos, no se fuerza su separación del cuerpo materno, sino que se mezclan con los adultos, recibiendo el afecto, la presencia y a la misma vez la educación que da el ejemplo permanente.

Los objetos con los que se relacionan son los mismos objetos con que se relacionan los adultos. A veces, gastamos mucho dinero comprando juguetes con los que luego juegan un día o dos, y luego les prohibimos que toquen nuestro collar o que jueguen con el papel higiénico. ¿No sería a veces más barato dejarles jugar con nuestro pintalabios, con nuestros zapatos, incluso con los mandos de la tele y con los teléfonos móviles, aunque tengamos que comprar otros nuevos, que gastarnos tanto dinero en juguetes que sólo miran un día? Más barato y encima juegan con lo de verdad quieren jugar: con nuestros objetos, con las cosas reales que les preparan para la vida del futuro.

Los límites, son los límites naturales de la vida que hay a su alrededor. No hay que "ponerlos", están implicítamente establecidos, bordeando la vida natural donde el niño nunca está lejos de sus figuras de referencia. El afecto no hay que demostrarlo de prisa con un "rato de calidad", porque el niño se sabe naturalmente querido y protegido por su familia todo el tiempo.

Cuando un bebé se cría en estas condiciones, al llegar a los dos años y comenzar a adquirir su propia conciencia separada, ya su psique está emocionalmente construida de la mejor manera. No puede dudar del amor de sus progenitores, que lo han tenido siempre consigo, y está dispuesto alegremente a aprender de la única manera que se aprende: con el ejemplo, insertándose poco a poco en las labores cotidianas de la familia, sin necesidad de premios ni castigos, sino con naturalidad, haciendo lo que ve hacer, en continuidad con su entorno y sus progenitores.

En cambio, si los separamos, luego tenemos que desandar lo andado. Tenemos que enseñarles lo que primero, en sus primeros meses y años de vida, les hemos hecho "desaprender": a ser cooperativos, a compartir las labores, a socializar, a trabajar en equipo, a ser solidarios, a expandirse en los demás sin barreras ni fronteras.

Cuando la ruptura del continuum se produce, el bebé solo y apartado, no puede saberse amado por sus padres, aunque lo amen con locura. No comprende, además, por qué él está solo mientras sus padres están en otras partes, en otro mundo diferente, al que él no puede acceder. No comprende por qué le dan unas órdenes contrarias a lo que sus propios padres hacen. Intentemos ponernos por un momento en el lugar de ese bebé encerrado en un parque o en una cuna solo, intentemos mirar con sus ojillos: por mucho que los amemos ¿pueden interpretar ellos esa conducta como amor?

Su autoestima (nuestra autoestima, la de todos los bebés nacidos en situación de FALTA BÁSICA) comienza a lesionarse así desde el momento mismo del nacimiento, en que es apartado de su madre. Mientras más separación,  más estrés y menos autoestima. Y ahí surge el "individuo patriarcal", ese individuo preparado para ser dominante o dominado, agresivo o sumiso, competitivo, consumista, materialista, egoísta, luchador por la supervivencia.

El "secreto" del "crimen de la madre" del que habla Victoria Sau (madre no hay más que ninguna), de la "falta básica materna" que tan bien explica Casilda Rodrigañez, puede equipararse también a esta ruptura del continuum, tan normal en nuestra cultura que no podemos darnos cuenta de ella.

Esa ruptura, esa carencia primaria, determina para siempre nuestras vidas, nuestra manera de construirnos como seres "obedientes" o como seres "dominantes", como seres en permanente conflicto de poder con nuestros semejantes. Lo cual es la piedra angular de una civilización basada en la explotación del hombre por el hombre, en la propiedad privada, en el egoísmo y en la dominación patriarcal.

Lo que nadie ve, lo que parece "normal", lo que parece "sentido común", ahí es dónde están ocultos precisamente los grandes males de la civilización, hacia ahí es hacia donde hay que mirar si queremos ver algo.

Parece hoy imposible que las mujeres podamos irnos a trabajar con nuestros niños colgados a la espalda; parece imposible hoy que no dejemos a los niños vivir toda su infancia  y juventud dentro de un aula cerrada que no tiene nada que ver con la vida real; parece hoy imposible otra forma de educar que no sea el premio y el castigo; parece hoy imposible partir de otra crianza y de otra educación justa, amorosa, respetuosa, en consonancia con nuestras emociones más profundas y con nuestro deseo primario de ser amados.

Pero no lo es.

19 comentarios:

  1. Que bien explicado, Ileana. Que artículo más bonito. Precisamente estoy ya en la parte final del libro. Quería escribir tambien una nota sobre el libro pero no puedo añadir mucho más a lo que tu dices. Tal vez algunos detalles que me gustaría tratar con todos vosotros en uno de estos debates así que ya te excribiré otro comentario. Pero quería decirte primero que me ha encantado leer este artículo. Para mí, este libro ha sido una revelación y lo único que siento es no haberlo leído antes. Aunque cre también que de haberlo leído hace años no lo hubiera entendido totalmente, o tal vez no me lo hubiera creído.

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  2. Es maravillosa tu forma de expresar la simplicidad de la vida, de la crianza, de la maternidad... Es casi como descubrir y re-descubrir el mundo ideal, en el que estamos llamadas a vivir, y que sin embargo, la mayoría de las veces pensamos que no es posible...

    Muchas gracias!! =)

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  3. eee sipes yo lo dejo
    apesar quemesalio arto caro el celular

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  4. Sin palabras Ileana, eres una periodista como la copa de un pino. ¡Felicidades!
    Mari.

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  5. Jaja!!!Estaba esperando un comentario como ese: ¡con lo caro que me costó el iPhone, ni loca!!! :-P

    Besos y gracias a todas por vuestras amables palabras!!!

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  6. Me ha encantado tu escrito. Lo que es más dificil para mi es que nosotras (madres hoy) que hemos sido criadas en esa cultura patriarcal y tenemos tantas fallas y vacíos, tenemos más herramientas que nuestros progenitores pero estamos marcadas por una crianza difícil y llena de caencias, que cómo podemos llenar, cómo dejamos atras, perdonamos, cambiamos, cómo deconstruirnos para no repetir el mismo esquema con nuestros hijos?? No podemos parar y cambiar como un individuo aislado del mundo porque nuestros hijos ya están aquí con nosotros. Cómo lidiar con ese monstruo de la disciplina, la obediencia, el castigo, del que estamos impregnados y a la vez iniciar nuevos caminos??

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  7. Hola, Zinnia!!!

    Mi marido dice que yo soy una gran teórica, pero un desastre en la práctica :-) jejeje....y tiene razón.

    Estas cosas las veo con mucha claridad, pero coincido contigo en que es muy difícil, si no imposible, ser absolumente coherente con esto en la práctica, en la sociedad en que vivimos.

    Nosotras mismas somos esos "sujetos patriarcales", con nuestros vicios, nuestras carencias, nuestros defectos, nuestras heridas emocionales... eso está claro.

    Si lo pienso, lo escribo y lo comparto, es porque creo que a veces es bueno saber lo que sería el 100%, para nosotros llegar por lo menos a un 20.

    Creo que hay algunas cosas que sí podemos hacer:

    -Ser conscientes. Mantener la mirada crítica con la sociedad y sus trampas, enseñar a nuestros hijos a pensar por sí mismos, a no seguir el rebaño sin cuestionarse las cosas, cómo son y por qué son.

    -Estar abiertos a aprender cada día de nuestros niños, ser sensibles a sus reclamos y a sus malestares.

    -Prestar atención a lo que hacemos en todo momento, qué hacemos y por qué lo hacemos, y si no hay otro modo de hacerlo mejor.

    -Cultivar el respeto y el amor, en todos los momentos que podemos. Es posible que haya muchos momentos en que no podamos hacer otra cosa. Si nos equivocamos, podemos pedir disculpas a nuestros hijos.

    -Teta, colecho y porteo son las tres patas principales de una primera crianza respetuosa con el continuum, que pueden compensar en mucho otros agujeros que tengamos.

    -Si es necesario y posible, acudir a la ayuda de un psicoterapeuta especializado en terapias regresivas, que nos ayude a curar nuestras heridas emocionales, las heridas de nuestra infancia que trasmitimos a nuestros propios hijos.

    No sé, creo que aunque no seamos perfectos, cosa imposible, sí es posible INTENTAR OFRECER LO MEJOR DE NOSOTROS MISMOS. Crecer, aprender, estar abiertos a mejorar cada día. Nuestros hijos lo merecen.

    Un abrazo y muchas gracias!!!

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  8. HOla amiga, yo soy nueva por tu blog, pero me ha encantado, desde ya te sigo, muy interesante el libro, espero poder leerlo pronto. Te mando un abrazo y gracias por estas palabras que invitan a la reflexión autocrítica y superación

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  9. A mí el tema de la consciencia me parece importantísimo, hablaba yo con una amiga ayer que esos "días" que tú y yo sabemos Ileana, me gusta decirle a Catu antes de dormir que me gustaría que las cosas fueran de otro modo, pero que está el chiringuito así montado (pues cuando yo estoy cansada o no doy para más...)porque por lo demás sí "intento" ser coherente y es muy dificil, quién ha dicho que fuera fácil?

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  10. No, Patricia, ciertamente no es fácil.

    Pero creo que tampoco es más difícil que andar todo el día intentando quedar bien con la sociedad; corriendo, maquillada y en tacones; llevando a los niños del cole a la danza, de la danza al parque, del parque a que lo cuiden los abuelos...; haciendo los mil malabares de las "madres modernas" y encima autojustificándonos todo el tiempo y con cargos de conciencia...

    Cuando logramos quitarnos de encima ciertas presiones, somos más libres, y creo yo que más felices.

    Besos!!!

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  11. Rocío, muchas gracias a ti por pasar por aquí, presentarte y dejar tu comentario.

    Bienvenida!!! Seguimos en contacto!!!

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  12. Ileana, que buen post y que buen libro.
    Lo leí hace tiempo y me abrió mucho los ojos.

    Como tu, yo también pienso que otra forma de criar es posible, mas que posible, es necesaria si de lo que se trata es de criar seres humanos mentalmente sanos.

    Estoy segura de que el mundo sería muy diferente.

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  13. Ileana!!
    Me encantó el post al igual que todos los que llevas publicados!!
    Es la primera vez que te dejo un comentario pero vengo siguiendo tu blog desde hace tiempo y me haz hecho reflexionar muchísimo.
    Te admiro y aprendí mucho con tus textos.
    Siempre pienso que deberías escribir un libro, best-seller mundial!! =)
    Un beso grande, Martina.-

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  14. Pues bienvenida, Martina!!!
    Y muchísimas gracias a ti por los elogios, a ver si algún día escribo ese libro :-)
    ¡Y animaros a comentar, los comentarios son tan importantes como los artículos mismos! Hay algunos intercambios en algunos posts por aquí que son verdaderos lujos en la red.
    Un abrazo!!!

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  15. Mi niño tiene una cuna abierta, con paso directo a la cama de sus padres :)

    Nunca tuvo 'corralito', me daba cosilla. Como si viera a un pajarillo en una jaula, visión que me entristece profundamente. Algún rato que por pura necesidad estaba sola y necesitaba hacer algo urgentemente, le he dejado en la trona o la hamaquita, claro. Pero minutos contados, porque su 'paciencia' es poca :)))))

    Ha jugado encima del sofá/cama, hasta que empezó a sentarse y jugó en el suelo, con un tenderete bien montado xD

    Ha aprendido a andar bastante pronto, y desde entonces, solemos llevarle caminando, y en brazos cuando se cansa, y pasear a la silla, y usarla de carrito de la compra. A ratos, también le sentamos en ella, pero no nos gusta que vaya a disgusto, así que suele ser un ratito nada más, para descansar nosotros, si los trayectos son largos. Y me gusta que camine. No me gusta la idea de verle como a esos niños grandes en las sillitas de bebé...

    Juega con nuestros móviles, llaves, mandos... y ahora, monedas, claro, bajo una mirada siempre atenta.

    Es verdad, qué importante es no separarles hasta que ellos no deciden ir separándose. Primero un par de metros, para explorar, siempre volviendo la mirada hacia nosotros. Y cada vez más lejos, fuera de nuestras miradas. Pero si no han sido separados, creo que siempre lo harán confiando en que tienen 'donde volver', a quien acudir.

    (Tenía pendiente leer este libro, y en breve espero tenerlo conmigo)

    (Y también quiero leer el libro de Ileana Medina Hernández!!!!! :)))))))))

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  16. Es maravilloso todo lo que he leído. Gracias
    Pero quisiera decir que mi bebé tiene 3 meses y 20 días y se alimenta con pecho pero tambien con complemento y ahora ya le mandaron papilla, yo quisiera poder seguir dando pecho pero temo que con todo lo que le agrega el pediatra a parte del pecho cada vez produzca menos leche, me falta confianza en mi misma de que puedo y el entorno no ayuda, nadie le da importancia a la leche materna, es más te dicen que no está bien alimentado asi. que puedo hacer??? tambien me gustaría vincularme mejor con mi bebé siento que estoy fallanod en eso y que obviamente está relacionado con lo que ya comenté, por favor ayuda.... Sandra / sandruli705@gmail.com y sandruli705@hotmial.com

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  17. Hola, Sandra, buenos días!!!

    Gracias por pasarte por aquí.

    El primer paso ya lo has dado: eres CONSCIENTE de que lo que te falta. Eso es muy valiente por tu parte.

    Te puedo recomendar varias cosas: busca apoyos, rodeáte de personas que te reafirmen. Si no tienes apoyo en tu entorno real, busca foros en internet: en Crianza Natural, en Rincon de Madres, en Twitter, en blogs de mamis, en la página de la Asociación Española de Pediatría...

    Te recomiendo también leer a Carlos González: su libro Un regalo para toda la vida, y Mi niño no me come. También puedes cambiar de pediatra.

    ¡¡¡Somos muchas y cada vez más las mujeres que ya sabemos que SÍ PODEMOS ALIMENTAR A NUESTROS HIJOS!!!

    ¿Tu niño está bien de peso, aumenta mes a mes, está feliz y contento? Entonces no veo cuál es el problema. Hoy se recomienda no introducir ningún alimento antes de los 6 meses, solo LM exclusiva, y si crees que necesita más alimento, lo que hay que hacer es ponerlo más al pecho.

    Y antes del año, los alimentos que se introduzcan van siempre DETRÁS DE LA TETA, la teta es lo primero.

    No dudes de que lo estás haciendo bien, y de que lo que piensas y SIENTES DESDE TU INSTINTO DE MADRE es lo correcto.

    Por aquí estamos, sigue contándonos lo que quieras!!!

    Un abrazo muy fuerte y un achuchón para tu bebote!!!

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  18. Hola, felicidades por el blog, porque creo que cada vez lo lee mas gente y pienso que todo lo que se comenta puede ayudar a mucha gente. :)
    Simplemente queria comentar que he empezado a leer el Continuum y me parece fascinante... y el tema del dominio patriarcal me parece bastante logico tambien... simplemente saludar y apoyaros de corazon, y si logicamente no creo que sea nada facil, muy interesante lo que dice Patricia de decirle al niño (aunque se supone que no te entiende) que la movida esta montada asi...
    Animo!

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  19. Hola, Oscar, bienvenido!!!
    Son escasos y muy bienvenidos los comentarios de chicos por aquí!!! :-)
    ¿Verdad que el libro del Continuum es fascinante? De esos que marcan un antes y un después en la vida.
    Gracias por el apoyo, por aquí estamos!!!
    Un abrazo!!!

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