19 de octubre de 2010

Las "malas" madres

Por Ileana Medina Hernández




En el patriarcado, todo el mundo está huérfano de madre
Victoria Sau

Lo que conocemos por "civilización occidental", la unión del judeo-cristianismo con el Imperio Romano, se fundó sobre la omisión de la madre.

El valor simbólico del mito de Rómulo y Remo es precisamente ese: la orfandad. La madre ha desaparecido y en su lugar aparece una loba. Roma y su imperio de césares se fundaron con la madre ausente.

En el mito judeo-cristiano, sucede exactamente lo mismo. Los seres humanos tenemos una madre: Eva, salida de la costilla de Adán (o sea, secundaria) y además pecadora. De esa guisa,  todos somos unos "hijos de puta". Pecado original que consiste tanto en querer saber, como en asumir nuestra sexualidad. ¡Vaya pecado!

María, la madre cristiana, era lo contrario: virgen. O sea, Eva pecó y por ello fue condenada (a parir con dolor). María, con la lección aprendida, no llegó siquiera a pecar. La dualidad virgen/puta nos ha encorsetado a las mujeres a lo largo de estos milenios de civilización patriarcal.

En la mayoría de los cuentos infantiles clásicos también la historia parte de una madre muerta, a partir de la cual se desata la desgracia, y la búsqueda de un "príncipe" salvador.

Estos mitos encierran en sí mismos una verdad "oculta" durante muchos siglos: la sociedad patriarcal reprime a la mujer, y con ello, perjudica su poder maternante. Nos convierte a todos en huérfanos, de cierto modo.

El llamado "feminismo de la igualdad" perdió el rumbo al creer que lo peor del patriarcado ha sido que las mujeres no hayamos podido acceder a los oficios y profesiones, al trabajo remunerado, a la vida pública, al derecho al voto, y al poder político y económico.

Eso es cierto, y muy lamentable. Pero lo peor, lo que nos cuentan Luperca, Eva y María es que la mujer mutilada, reprimida y violentada, no es la madre que ella misma puede llegar a ser.  ¿Y por qué esto es más grave que todo lo demás? Porque precisamente nuestros cuerpos reprimidos son la forma de reproducción del patriarcado.

¿Por qué?

Pues porque embarazo, parto y lactancia son parte de la sexualidad femenina. La represión de la sexualidad femenina  no sólo nos ha perjudicado como mujeres, sino que ha perjudicado a las criaturas, criaturas que somos todos.  

Todos descendemos de esa madre maniatada, y como consecuencia, frígida. La cría humana necesita una madre sexual, feliz en su propio cuerpo, y capaz de sentir placer al concebirle, al gestarle, al parirle, al amamantarle y al abrazarle.

Una mujer plena, amada y sostenida, cuya libido, cuya  poderosa energía vital, se desplace hacia la cría en el puerperio, para que así el niño construya su sistema emocional desde el amor, no platónico, sino palpable, corporal, líquido, lechoso y caliente.

El problema actual de la maternidad y la culpa, no es que las mujeres nos hayamos incorporado al trabajo. La mujer que no trabajaba en el pasado también estaba mutilada, aún más que las mujeres actuales. Las mujeres ricas de las épocas anteriores eran separadas de sus hijos nada más nacer, que eran criados por otras. Las mujeres pobres bastante tenían con su miseria, la ignorancia, insalubridad, las enfermedades, el marido abusador...(y sigue siendo así en la mayor parte del mundo).

La dominación se delata en nuestros cuerpos de dos maneras básicas:

- Sexualidad reprimida: Todavía existen mujeres que ni siquiera saben lo que es un orgasmo. La cópula se sigue representando en todas partes como un "mete y saca" en el que la mujer gime y el hombre finalmente eyacula. Algo totalmente disociado de la verdadera sexualidad femenina.

-Autoestima baja: Siglos y siglos de mujeres sometidas, a la violencia emocional y física, como se sigue demostrando tristemente cada día. Los procesos fisiológicos de las mujeres considerados como algo de lo que avergonzarse: menstruación, flujo vaginal, olor, embarazo, parto, menopausia... considerados y tratados como enfermedades.

Estos dos factores influyen decisivamente en la MATERNIDAD. La maternidad es sexualidad: embarazo, parto y lactancia son parte de nuestro ciclo sexual, de nuestro ciclo reproductor. Vivirlos desde nuestra sexualidad reprimida y desde nuestra baja autoestima perjudica a nuestras criaturas, de una manera invisible.

La "emancipación" de la mujer no es sólo la emancipación económica, y ahí es donde fallan las "feministas de la igualdad". La liberación femenina -y masculina- es un camino que nos lleva hasta nuestro propio cuerpo. A la asunción y no a la negación de nuestra biología y de nuestras emociones.

Tenemos la necesidad de curar la femineidad, para curarnos a nosotras mismas y a la vez, curar la maternidad. Para mejorar el entorno en que se forjan todos los miembros de la especie. Y dejar de ser los recipientes de reproducción del patriarcado frígido, duro y violento.

La reivindicación pública por parte de cada vez más mujeres del embarazo consciente, del parto libre y de la lactancia materna no va dirigida  contra otras mujeres ni contra otras madres. No es un ataque a ninguna otra mujer ni opción. Cada una de nosotras es libre, o mejor dicho, cada una es presa de nuestras propias circunstancias y de nuestra propia historia personal, totalmente respetable.

Pero como sociedad, los poderes públicos, las políticas sociales deberían tomarse en serio la mejora del entorno en que se forman, nacen y se crían todos los seres humanos del futuro.

Creo que la libertad de las mujeres pasa por la libertad de asumirnos y reconciliarnos con nuestros cuerpos, con nuestra sexualidad y con nuestra autoestima.

Devenimos madres por los mismos mecanismos biológicos que lo hacen las monas, las lobas, las vacas, las murciélagas y todas las demás mamíferas. Si no somos capaces de concebir, de parir, o nuestras tetas no funcionan, algún problema grave hay subyacente, un problema que se trasmite de generación en generación, a través precisamente de la maternidad y la crianza, y que se ha agravado en el último siglo por la excesiva tecnologización y perturbación de los procesos (y por la gran facilidad con que, aparentemente, podemos sustituirlos).

Si de repente al 70% de los seres humanos nos dejara de funcionar nuestro hígado, ¿intentaríamos buscar las causas, verdad? ¿Entonces por qué vemos como algo "normal" que a las mujeres dejen de funcionarnos nuestras tetas? ¿Por qué las mismas mujeres creen que "no tener leche" es una desgracia que les ha tocado sin más, y que no tiene remedio más allá del biberón?

La represión no sólo afecta a las mujeres, también afecta a los hombres. Durante siglos nos hemos alejado de nuestros cuerpos, en los que quedan perpetrados las huellas de nuestras propias historias de desamparo, de desamor, de miedo, de represión y de acorazamiento frente a las emociones: eso son las enfermedades.

Wilhem Reich (como el gran "nigromante" y sabio que fue) lo vio con claridad : al nacer, aprendemos pronto que el amor maternal y paternal no es incondicional. Que debemos reprimir nuestras emociones, nuestros deseos y nuestras conductas para recibir amor y aprobación. Y a partir de ahí surge todo.

“La civilización comenzará el día en que la preocupación por el bienestar de los recién nacidos prevalezca sobre cualquier otra consideración" -dijo.

Con ese mal empezar, la historia de la infancia ha sido la que describe el historiador Lloyd deMause: la historia de la infamia, del maltrato, de la violencia, del abuso, la historia de cómo la raza humana destroza a sus propios miembros desde el mismo comienzo de su vida.

Así es como se trasmite la represión -y la carencia de cuidado- de generación en generación. Y por eso, cuando devenimos madres nos ataca la culpa. Nos ataca nuestra propia "sombra", nos deprimimos con tanta frecuencia... La niña desamparada que a su vez fuimos se apodera de nosotras y llora en competencia con nuestro bebé.

El hombre, que debería ser nuestro sostenedor emocional en ese momento, pero que también fue un niño privado, no puede asumir ese papel. Al revés, muchas veces se convierte en el depredador emocional de la madre y de la cría, reclamando para sí la atención que el bebé merece. (A lo largo de siglos, las mujeres dominadas hemos tenido que servir de criadas de nuestros maridos, "ladrones" de cuidados que corresponderían a las crías, a quienes ellos tendrían también que cuidar. Así el padre no sólo no ha sido cuidador, sino que le ha arrebatado a la madre buena parte de sus energías cuidadoras).

Cada vez que dejamos al niño llorar sin consolarlo, cada vez que lo dejamos solo, cada vez que le gritamos o pegamos, cada vez que reprimimos sus emociones diciéndole que no se llora, cada vez que le negamos nuestro cuerpo, nuestro tiempo o nuestra mirada, estamos proyectando nuestra propia infancia. Herimos a los demás donde mismo hemos sido heridos.

Ésa es la historia de puerperios que tan bien ha descrito la psicoterapeuta argentina Laura Gutman en sus libros. Esa es la historia de "represión del deseo materno" que magistralmente explica Casilda Rodrigañez. Esa es la historia oculta de nuestras enfermedades que revela la la filósofa y psicóloga polaco-suiza Alice Miller en El cuerpo nunca miente. y el resto de sus libros. Esa es la historia de desencuentro con nuestro útero, nuestros ovarios, nuestra vagina y nuestros pechos que retrata la médica norteamericana Christiane Northrup en Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer.

La relación entre sexualidad femenina y maternidad es la clave. La clave de nuestra incapacidad para sentir placer al parir, amamantar o al sostener a nuestros hijos. Y ésa, nos ha sido arrebatada, de manera genérica, a lo largo de siglos de represión.

25 comentarios:

  1. Un bravo Ileana. Hay que despertar. yo confieso que hasta hace poco desperte. Nos han criado con tantos fantasmas que el resultado es eso que mencionas UNA AUTOESTIMA TAN BAJA que permitimos tanto maltrato y NO NOS permitimos disfrutar del placer de vivir y amar que TENEMOS. El pasado 15 de octubre el periodico El Espectador de Colombia publico un artículo que uff... deja mucho que decir. http://www.elespectador.com/articulo-229951-colombia-un-pais-no-quiere-sus-mujeres

    COLOMBIA NO QUIERE A SUS MUJERES. Allí mencionan como la mujer ha sido subestimada por la sociedad. Entre otros aspectos, la función de la mujer es procrear, si la violan es porque ella es la que provoca a los hombres, que si un hombre esta disgustado es mejor que la mujer no lo moleste, las mujeres NO pueden hacer lo que quieren..y aparte 1de cada 10 hombres aun piensan que debemos aguantar maltrato en pro de que un matrimonio no se derrumbe!!!

    Pero en ello somos tan responsables como la cultura misma. Y que bueno que haya este DESPERTAR DE CONSCIENCIAS no desde el feminismo no desde la violencia de generos, sino desde la ACEPTACION DE LA VALIA DE LA MUJER Y EL HOMBRE COMO SER HUMANO. Todo entonces, redundará sobre nuestros hijos e hijas.

    En ello como madres ahora tenemos tambien esa responsabilidad no solo desde un discurso diferente sino desde el ejemplo del autorespeto, autovalia que nos damos en el seno de nuestro hogar. Abrazos. Y seguimos trabajando en beneficio de ello.

    Igualmente motivamos a felicitar, elogiar, destacar con detalles a las mujeres que amamantan en las calles, buses, centros comerciales, plazas de mercado, centros hospitalarios y en todo lugar.. Una campaña para proteger y fomentar la lactancia materna NADA COMO MAMAR Encuentras la pagina en facebook http://www.facebook.com/pages/Campana-nada-COMO-Mamar-Protegiendo-y-fomentando-la-Lactancia-Materna/159575690743282?v=wall

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  2. Brava, Ileana, este artículo me toca la fibra. (Los anteriores me encantan, claro!)
    Gracias por estar en la brecha!

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  3. Yo intelectualmente lo veo muy claro, pero en la práctica "mi niña interior" tiene muchas cosas que sanar todavía...

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  4. Madre mía, de dónde sacarás tanta lucidez para expresarte, muchacha...

    Que tu niña interior sepa que tiene aún muchas cosas por sanar, créeme, como está el mundo, ya es saber mucho. Es saberlo casi todo.

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  5. "Cada vez que dejamos al niño llorar sin consolarlo, cada vez que lo dejamos solo, cada vez que le gritamos o pegamos, cada vez que reprimimos sus emociones diciéndole que no se llora, cada vez que le negamos nuestro cuerpo, nuestro tiempo o nuestra mirada, estamos proyectando nuestra propia infancia. Herimos a los demás donde mismo hemos sido heridos" Esta frase deberiamos tenerla todos los padres a la vista y deberían también saberlo nuestros hijos, para no olvidar, para recordar y para construir cada día. Así sabemos que lo que nos cojemos los adultos son rabietas de niño herido y no que nuestros hijos son unos egoistas, manipuladores que van a acabar con nosotros! Yo por lo menos la escribiré en varios lugares de la casa.
    Maravilloso post Ilena!!! GRACIAS!

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  6. Ileana, ese dilema interior no lo vives solo tu misma. Como escribio Caro, que la niña interior lo sepa es un gran avance en el camino. Yo soy psicóloga y tambien trabajo areas en donde mi razón lo tiene claro pero el alma tiene heridas que debe sanar para no manchar a quien mas amo. La lactancia ha sido una experiencia esclarecedora, una terapia de amor maravillosa que no aplique igual en mi primer hijo. Pero seguimos adelante, cada día sanando nuestras heridas dejando muy muy atrás toda culpa.

    Un fuerte abrazo querida amiga bloguera. Hay mucho que seguir compartiendo.

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  7. Por favor, por favor, por favor!!!! Publica este artículo en TODOS los periódicos de este país. ¿Que digo de este país?: en todos los periódicos de habla hispana!!!!!!

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  8. Gracias Ileana por iluminarnos una vez más. El artículo es excelente. Yo también debo escribir un día algo sobre buenas y malas madres, hace tiempo que lo pienso.

    Besotes amiga.

    Miriam.

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  9. Me encanta tu artículo Ileana, me gusta de verdad.
    Gracias!
    Has expresado de manera muy clara y concisa las cosas, me llama especialmente cuando mencionas que somos presas de nuestras circunstancias e historias personales, porque veo con gran frecuencia posts sobre estos temas que en sí mismos parecen una agresión o descalificación a todo aquél que no comulgue con su pensamiento y no actúe de acuerdo a esta "ideología".
    A veces puede ser muy frustrante esa precisa brecha que tenemos entre el entender algo clarísimo de manera intelectual como mencionas y el poder integrarlo de forma total a nuestro hacer y sentir, a nuestro vivir. Y de pronto hay quienes se sienten obligadas a actuar en favor de esta sana aceptación de nuestra sexualidad femenina, pero simplemente no pueden hacerlo de manera inmediata, porque llevan dentro siglos de malinformación, de dogmas absurdos pero duraderos y demás. Creo que en la medida en que logremos conciliar el sano "ideal" (en referencia a todo lo que trataste), con las causas de este actuar doloso e incongruente con nuestra biología y con nuestro ser más profundo, estaremos más cerca de sanarlo, desde la comprensión y el apoyo y no desde la pura crítica y la "imposición" intelectual.
    Otra cosa que celebro en tu genial escrito es que hables sobre los hombres, porque para mí no hay separación entre hombres y mujeres en cuanto a esta represión que como sociedad nos hemos impuesto y sufrimos, en tanto que un hombre sensible y sintonizado con su ser integral, suele sufrir un inmenso rechazo por parte de la sociedad, pero uno que sea machista y un perfecto espécimen del sistema patriarcal también sufre la pérdida de su expresión total y natural.
    En fin, estos temas dan para tanto hablar y reflexionar...
    Me permites compartir tu artículo en facebook?

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  10. Intenso y certero como una flecha, como siempre. Muchas gracias.

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  11. Cuantas verdades juntas... Muchísimas gracias por esta reflexión. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que sexualidad y maternidad están íntimamente relacionadas y hasta que no nos quitemos todas las vendas que nos tapan los ojos y los corsés que nos oprimen no seremos capaces de disfrutar plenamente de ninguna de las dos.

    Un beso,

    Marta

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  12. Cuanto sabes!! te comparto por facebook y twitter para que lo lean más mujeres

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  13. Ile, me ha encantado. Sencillamente genial.

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  14. Guau!, me has dejado tan impactada como cuando un niño descubre por primera vez el mar.
    Que gratificante resulta cuando alguien plasma en palabras una verdad como esta, tan oculta para tantas mujeres.

    Sobra decir que estoy totalmente de acuerdo con tu ideas.

    Sencillamente genial.

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  15. Gracias Ileana por darle palabras y claridad a tantos pensamientos!!! El libro de Casilda: "La represion del deseo materno" me impacto, me abrió y le puso orden y claridad a tantos interrogantes o pensamientos y vos con esto me lo volves a resumir... GRACIAS!!!

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  16. Somos varias las que tenemos un desamparo infantil, estamos "sublimando" en esta tarea para que otros niños no lo sufran.
    Gracias Ileana!
    leslie Power

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  17. Estoy impresionada con el trabajo que estáis desarrollando un montón de mujeres. En tu artículo nombras a algunas, Casilda o Miller( a las otras las desconozco), pero en estos momentos leo a otra que también me está impresionando, la mexicana Sayac Valencia, un libro llamado "Capitalismo gore"
    Algo se mueve, y parece que viene sobre todo de mujeres.
    Yo, digo como tú, que intelectualmente lo empiezo a ver claro, pero en la práctica "mi niña interior" tiene muchas cosas que sanar todavía... y lo cierto es que siento bastante confusión, pero deseo aclararme.
    Un abrazo

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  18. hola,
    Enhorabuena por el texto. Aunque es breve dice muchas, muchas cosas, me encanta que se hable de esto.

    ""Herimos a los demás donde mismo hemos sido heridos."" Esta frase es tan cierta...., es muy difícil enfrentarse a esto, no solo por no tener el valor de hacerlo si no por lo profundo de nuestro dolor y daño. Es tan profundo que al hacer daño encontramos justificaciones que sentimos profundas y verdaderas y solo son nuestros egos pidiendo paso, haciendo daño donde nos hicieron daño. Cuando nos atrevemos a hacerlo, luego hay que ir desenmascarando esas justificaciones, esos sentimientos, no es fácil, pero nuestros pequeños nos ayudan a eso aunque sea enfrentándose a nosotros como gigantes diminutos, qué sabios son!.
    Darnos y entregarnos dando amor, dedicando nuestro tiempo y atención, con entrega, desbordándonos....ojala nos resultara fácil hacerlo en todo momento.
    Por cierto, la represión de la mujer (y por ende de todos los seres humanos, porque en esto pierde hasta el más poderoso de los patriarcas) se remonta a bastante más allá de 2000 años, la civilización, griega, egipcia etc ya oprimían a las mujeres. Casilda hace un repaso maravilloso a esto en "El asalto al Hades", derribando el mito que nos han enseñado de que el hombre es y ha sido siempre un lobo para el hombre, porque sí ha existido otra forma de vivir, de CONVIVIR.

    besos y enhorabuena otra vez.

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  19. Gracias a todas, por vuestras palabras.

    Gracias, Alberto, por tu aportación, siempre interesante. Y sí, claro que el "patriarcado" tiene su origen un poco más atrás, comencé sólo con lo damos por el inicio de nuestra "historia", de la civilización occidental escrita.

    Un abrazo!!!

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  20. Como un detalle, ¿sabes de dónde proviene la palabra 'cesárea'?

    http://etimologias.dechile.net/?cesa.rea

    Enhorabuena por el artículo, es sencillamente genial.

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  21. Guao, Gi!!! Sabía que la palabra cesárea venía de ahí, pero no caí en la cuenta en el momento de escribir este artículo!!!

    Genial y pertinente asociación!!! Muchas gracias!!!

    Un abrazo!!!

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  22. He leído este artículo un poco tarde Ileana, pero me parece muy pertinente en este momento en que nos unimos otra vez por una causa común, la separación de una madre de su hija. Por eso lo comparto en facebook. Me ha impresionado la reflexión que eres capaz de hacer, es impresionante como me haces ver algo que está ante nuestros ojos y que soy incapaz de ver de esta manera tan clara. Gracias.

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  23. El "mito" judeo-cristiano como lo llamáis no tiene nada que ver con lo que la iglesia católica os ha hecho creer. Eva no pecó sexualmente ni por querer saber. Dios creó el sexo para ser disfrutado en el matrimonio por tanto no es pecaminoso en si. Ellos no eran unos pobres ignorantes que no podían distinguir el bien del mal porque entonces hubiese sido absurdo ponerles cualquier prohibición. Lo que les estaba prohibido era querer decidir ellos mismos lo que es el bien y el mal. Esa es la auténtica razón por la que cayeron en desgracia. Se rebelaron contra el creador al querer ser ellos mismos dios. Y esto sigue siendo así en nuestros días. Y aunque siempre se suele culpar a Eva de esta desgracia lo que no se cuenta es que el pecado entró en el mundo a través de Adan. Porque solo cuando él tomó el fruto prohibido se abrieron sus ojos y sintieron verguenza. Algunas al mencionar el castigo de Eva de parir con dolor se quedan solo con esa visión sin tener en cuenta que la oxcitocina que segregamos naturalmente  nos ayuda en el proceso. A pesar del dolor la maternidad es un privilegio no un castigo. Fue una mujer la que trajo al mundo al Salvador de la humanidad. Que fuera virgen era necesario pues no hubo hombre implicado en el nacimiento de su primogénito Así que virgen sí pero no toda su vida porque a pesar de la iglesia católica la Biblia dice claramente que fue su primer hijo no el único. Aquí es donde el mito de mujer virgen o puta supuestamente sacado de la Biblia se cae porque es falso. Y a las que quereis seguir atacando a Dios por castigar a Eva recordad que todo lo que alabais de la maternidad y la lactancia es obra del mismo Creador. Si decidís creer que es simplemente un mito es irrelevante porque sea verdad o no lo que se juzga es la moralidad de la historia y para hacerlo bien hay que ver las cosas en su conjunto.

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