16 de enero de 2011

Sobre la vacunación de los niños

Por Ileana Medina Hernández

El pediatra Carlos González, uno de los más importantes escritores sobre crianza afectuosa y lactancia materna, presenta el próximo 25 de enero un libro que lleva hace tiempo anunciando: En defensa de las vacunas. El primer capítulo puede leerse aquí. 

No pretendo escribir aquí un análisis serio sobre vacunas no o vacunas sí , porque hay demasiada información de un lado y de otro, y la complejidad del tema supera lo que un post de este tipo puede
abarcar. 

Sólo decir que mi hija está vacunada, y que aunque entiendo y comparto algunos de los argumentos contra la vacunación generalizada, mi decisión hoy en día es favorable a la vacunación de los niños. 

No creo en la relación del autismo con las vacunas (se ha demostrado científicamente que no fue así, el único estudio que relacionaba una cosa con la otra ha sido luego desmentido por otros varios y retirado de la revista Lancet) y si tuviera que ver con el mercurio, pues sería el mercurio y no las vacunas en sí mismas lo dañino. Con eliminar el mercurio de las vacunas sería suficiente y de hecho muchas ya no lo llevan.

Sé perfectamente que la industria farmacéutica -como todas las industrias- está primada por los intereses comerciales, y que el comercio y la salud son malos compañeros. El caso de la gripe A fue el ejemplo paradigmático de hasta dónde pueden llegar las industrias en su afán lucrativo; los gobiernos en su ignorancia y su (mala) intención de propagar el miedo y la inseguridad entre los ciudadanos; y de hasta dónde nos dejamos manipular y entontecer. 

Pero la lógica mercantil de las industrias farmacéuticas, y el hecho reprobable de que nuestro sistema de salud esté a menudo dominado y atrapado por esos intereses mercantiles, tampoco demuestra la malignidad de las vacunas en sí. Podemos denunciar las estrategias sucias de la industria de la enfermedad, y más aún un modelo sanitario vendido a la industria, pero ello no quiere decir que todos los medicamentos y todas las vacunas sean descartables e inútiles. 

El argumento utilizado por los anti-vacunas que me gustaría que se tomase en serio la medicina occidental -y no sólo por las vacunas- es aquel que dice que no hay enfermedades, sino enfermos.

La medicina occidental basa sus terapias y su estrategia preventiva en luchar contra la enfermedad, contra los agentes externos. En cambio, la medicina tradicional china, y los enfoques holísticos actuales hacen hincapié en que no hay enfermedades, sino individuos enfermos. Los virus y bacterias están ahí afuera: ¿por qué no se enferman los que no se enferman? 

"Claude Bernard, eminente fisiólogo francés del siglo XIX, decía "nada es la bacteria, todo lo hace el terreno", y el propio padre de la patología celular -Virchow- afirmaba, en el mismo sentido, que bajo ningún concepto puede entenderse la enfermedad basándonos en el microorganismo. Dicho lo mismo de otra manera: el que se presente una enfermedad o no es independiente del microorganismo en sí; lo fundamental es el estado general del sujeto y las manifestaciones de la enfermedad dependen fundamentalmente del estado del mismo. 
En una medicina en la que se trabaja sobre todo en laboratorios -es decir, sin pacientes- resulta mucho más práctico y sencillo no ocuparse de la homeostasis o capacidad regular de la persona, lo que implicaría un estudio pormenorizado de cada caso. En cambio, es más fácil hacer lo contrario: ocuparse del causante de la enfermedad, considerando a todos los huéspedes (infectados) por igual."  
(Dr. Santos Martín, "Vacunas. Una decisión que depende de ti", descargable en su página web , y reproducido en el nro. 2 de la Revista Madre Tierra). 

Creo que aquí está el quid de la cuestión. Las vacunas encajan y son necesarias en una sociedad y en un modelo de salud industrialista que considera a la enfermedad como un "enemigo externo" que hay que combatir, y  que cura a todos sus enfermos por igual, aplicando protocolos masivos. (También por supuesto son imprescindibles en aquellas sociedades donde la insalubridad, la desnutrición, la pobreza y la explotación hacen a la población tremendamente vulnerable.) El día que tomemos las riendas de nuestra salud y nos demos cuenta de que la enfermedad no es más que la expresión psicosomática de un desequilibrio interior y social, entonces quizás las vacunas no harán falta. 

Pero, mientras tanto, es lo que tenemos. Puede ser muy peligroso que quien no esté dispuesto a reconocer el origen emocional de la enfermedad (ni tenga los recursos interiores y exteriores para trabajarlo)  ni pueda o no esté dispuesto a prevenir la enfermedad de nuestros niños desde todos los frentes (nutrición adecuada, lactancia materna extensa, higiene, equilibrio emocional familiar y social, satisfacción de las necesidades afectivas y emocionales de los bebés y niños, alegría, juego, no autoritarismo, no escolarización temprana, no separación forzosa de la madre, compañía para dormir, crianza corporal, atención amorosa, actividad física, respeto de los ritmos madurativos biológicos, asumir las propias responsabilidades de nuestra salud y de nuestras decisiones sobre ella, etc...) deje de vacunar a sus niños. 

Y creo que para que ese reconocimiento sea eficaz, no basta con que sea individual, ha de ser de grupo, ha de ser social, porque una familia sola no puede garantizar el total bienestar de sus niños, porque la familia es un sistema en relación con su entorno y hay factores grupales, sociales y ambientales que no podemos controlar. Siempre nos enfermaremos, si no es de una cosa, es de otra; porque el sistema vivo perfecto y aislado no existe. Cuando erradiquemos unas enfermedades, aparecerán otras... y siempre nos enfermaremos de aquello de lo que, como sociedad, padecemos. También podemos enfermarnos de soberbia y de riqueza. 

Si antes del libro de González, queréis leer gratuitamente los principales argumentos a favor y en contra de la vacunación, recomiendo encarecidamente revisar el número especial que este mismo mes la revista on-line Madre Tierra ha dedicado a las vacunas: 

18 comentarios:

  1. Ileana, me ha gustado tu post, como lo enfocas y el ámbito tan amplio que abarcas, me ha parecido consciente y respetuoso. Yo soy de las de NO vacunas, porque he visto casos muy de cerca relacionados con los efectos adversos.
    Hay un libro fantástico de la Dra. Francoise Berthoud "Hay que vacunar a nuestros niños"? que va muy en la línea de tu post, hablan tres doctoras imaginarias, la doctora jeringa (pro-vacunas) la doctora duda (ni sí ni no, vacuna por vacuna) y la doctora naturaleza, en la línea holística.

    Yo añadiría dos conceptos más a tu post, los del desfase y la pertinencia. Como la misma Berthoud admite tras años de práctica en hospitales de campaña en África la vacuna del tétanos ha salvado muchas vidas allí donde ella estaba. Pero por ejemplo, cual es el problema de una gripe o un sarampión? ya no hay tiempo de pasarlos si se cogen? (teniendo en cuenta o no el terreno), son enfermedades "calientes" que particularmente yo las preferiría para mi hija, antes que un cáncer o sin ir más lejos una bronquiloitis (por cierto, cuando harán una vacuna para la bronquiolitis? enfermedad que padece un porcentaje altísimo de los niños españoles y que acarrea su medicación constante, ventolines con corticoides, antobióticos, mucolíticos poniendo en jaque su salud futura?) más bien, una "vacuna" contra la política social que fomenta la separación madre bebé?) pero claro, qué madre puede ya, hoy en día quedarse a los pies de la cama de su hijo durante una semana, viéndolo sudar, y sanarse de una enfermedad que saldrá reforzado,y dándole amor y cariño

    A esto me refiero con lo de la pertinencia y el desfase. Habría que reconsiderar el calendario vacunal desde este punto de vista. Aquí no nos vacunamos contra el cólera no? pues hay enfermedades que bien por su bajísima incidencia o por ser enfermedades "benévolas" cuyos síntomas y efectos no son bien "evaluados" o "considerados" creo sinceramente que no se merecen una vacuna, que como bien dices alimentan los bolsillos del poquísimo escrupuloso lobby farmacéutico.

    Luego, bien es cierto que hay otro tipo de vacunas que dan para un debate intenso. También está el asunto de la presentación de las mismas.

    Nosotros por lo de pronto nos abstenemos y si le sirve de algo a alguien estamos felices, no sabemos lo que es una tos, un moco, no hemos pasado de dos gastroenteritis una en 2009 y otra en 2010, curadas con suero, teta y homeopatía, fiebre de dientes y estirones y nada más. Eso sí, todo eso de lo que hablas en tu post, "el cuidado del terreno" lo intentamos.

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  2. YO también tenía pendiente escribir sobre las vacunas, yo soy de vacunas SÍ, aunque, tal y como pensaba escribir, entendiendo y respetando una parte (no toda) de la postura de los que no vacunan. Desde luego, la salud es algo más que dar una dosis exacta de medicina, hay que dar amor, tiempo para curarse al cuerpo, más "vivir despacio". En esto tienes toda la razón del mundo: Vivimos a tope, no hay tiempo ni a que los niños enfermen, una vez leí "nosotros tenemos derecho a baja por enfermedad, pero los niños no tienen ni eso hoy en día", y desgraciadamente, es una gran verdad en muchas ocasiones.

    NO sé si llegaré a escribir ese post, primero leeré el libro de CG, que me apetecía mucho, además de que para los que vacunamos reconforta que sea alguien como él quien lo escriba, ya que parece que si te saltas una parte del pack "LM-brazos-porteo-colecho-vegetariano-no-vacuno", ya todo lo demás no vale nada, ya somos "borregos" que vemos Telecinco todo el día, y no es así.

    Saludos!

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  3. Bueno, yo como profesional de la salud, no comparto eso de que " a enfermedad no es más que la expresión psicosomática de un desequilibrio interior, entonces quizás las vacunas no harán falta ".
    Hay casos en que si...pero vaya, decir que una enfermedad como una hepatitis o una meningitis es por una expresión psicosomática me parece, como mínimo, osado....

    Con lo de las vacunas, pues habrá algunas que puedan seguramente retirarse del calendario, por estar completamente erradicadas ( aunque cualquier día empezamos a tener brotes de cualquiera de ellas...) Pero, si todo el mundo dejará de vacunar a sus hijos, seguramente, en unos años, volveríamos a morir o sufrir secuelas por esas enfermedades que considerabamos desaparecidas y, por lo tanto, no era necesario vacunar.
    Hoy en día, existe la denominada " inmunidad del grupo ", por lo que, la gente vacunada proporciona inmunidad a la gente que no lo está...si nadie estuviera vacunado, esa inmunidad no existiría...
    Por último, creo recordar que no hace mucho tiempo, la AEPED publico algo sobre lo de las vacunas y el autismo. Creo que los que habían hecho el estudio se acabaron retractando sobre esa afirmación...

    http://www.vacunasaep.org/noticias/tv_autismo.htm

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  4. Yo no he vacunado a mis hijos y la verdad es que estoy encantada. Hace meses escribí una entrada sobre el tema que creo recordar fue polémica,je,je... (http://paideiaenfamilia.blogspot.com/2010/03/vacunar-o-no-vacunar.html#links)
    Y aunque me sorprende lo de Carlos González, efectivamente esto no es una "secta" en la que todos los partidarios de una crianza con apego tengamos que seguir los mismos "dogmas".
    En la vida siempre hay que optar por uno u otro camino y ninguno está exento de riesgos. Para mi fue una decisión muy dificil de tomar...uf!!! luego ya dejé de pensar en ello.
    Un fuerte abrazo.

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  5. Respecto a la frase "el que se presente una enfermedad o no es independiente del microorganismo en sí; " no estoy para nada de acuerdo. Una enfermedad no es algo pasivo que entra por hosmosis en un cuerpo defectuoso. Un agente infeccioso es un ser vivo (bueno, hay quien no considera a los virus y priones "seres vivos"), activo y dinámico, al cual la evolución ha dotado de inteligentes estrategias para colonizar a su huesped. Por eso no es lo mismo enfermar de un catarro común que de SIDA, o de peste, o de cólera, o de un prion. Cada organismo infeccioso reta al cuerpo a su manera y siempre estará el peligrosísimo que pueda hasta con la persona más sana y equilibrada del planeta. Precisamente de eso se trata. Por eso, a media que erradicamos enfermedades aparecen otras. Por eso las que afectan al primer mundo son diferentes de las que afectan al tercero. Aunque sí que estoy de acuerdo en que no sólo se han de considerar los agentes infecciosos o las enfermedades, sino también a los enfermos, y sí, de este pié cojea nuestro sistema, sin duda.
    Patricia, mis hijos están vacunados de todo y también son niños sanos y felices. He aceptado el riesgo que conlleva vacunarlos por el bien de la comunidad, que en el fondo es también su propio bien. Estoy absolutamente convencida de que la no-vacunación va a traernos de vuelta señoritos que ya creíamos casi erradicados. Tal vez mis hijos, si siguen sanos y fuertes nunca tengan que temer a muchos de estos microorganismos, pero hay otros niños y no tan niños a los que les pueden matar dada su condición de debilidad. El Sarampión no es tan benigno, leeté las estadísticas, o pregunta a las madres de niños con ciertas enfermedades que, tal se sentirían en medio de una epidemia.

    A mi me indigna que se haya establecido un "pack" del tipo: parto natural-lactancia-brazos-colecho-no vacunas. Este último asunto de las vacunas es absolutamente independiente, aunque es lógico que se lo plantee mayoritariamente la gente que se plantea también la conveniencia de otras normas establecidas. El que sigue ciegamente al grupo no se planteaq nada: ni la forma de criar, ni las vacunas. Los que pensamos y repensamos las cosas nos planteamos todo. Y una parte muy importante de este grupo estamos a favor de vacunar, a pesar de los pesares.

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  6. Yo no creo que haya un pack de nada... ¿Quién dijo pack?

    En algún artículo anterior sobre la crianza con apego, aclaré que esto no es un dogma, y me parece muy peligroso que alguien lo crea ni se lo plantee.

    Precisamente por esas boberías es que luego los detractores nos echan a tod@s en el mismo paquete, y nos llaman "fanáticas" o cosas por el estilo.

    En ese mismo artículo, explicité que la no vacunación y el home-schooling son opciones que algunos de los adeptos a la crianza natural escogen, pero que son todavía aún más minoritarios.

    Y bueno, el debate fundamental, el de que la enfermedad -toda enfermedad- no entra al cuerpo si el individuo no la "necesita", en ese no voy a entrar, porque ése forma parte de una comprensión digamos "espiritual" del que la ciencia y sus argumentos quedan afuera, aunque cada vez son más los científicos que lo "ven".

    El libro paradigmático que expone ese punto de vista es de "La Enfermedad como camino", por si a alguien le interesa echarle un vistazo... Aunque mucha gente no lo verá, y no creerá en ello.

    Besos a todas y gracias por vuestras valiosas aportaciones!!!

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  7. Ileana, yo lo veo como un ecosistema donde cada uno intenta conseguir todas las estrategias necesarias para sobrevivir. El potencial patogénico de un parásito estará siempre en equilibrio con la fortaleza del huesped, sino se extinguirá. Por supuesto, un cuerpo en desequilibrio físico o emocional está debilitado y será más facilmente "conquistado". Pero un cuerpo en todo su potencial antes o después se encontrará un "enemigo" a su altura: o ¿es que los microorganismos no pueden estar a su vez equilibrados, sanos y fortísimos?
    De todas formas, estoy hablando de enfermedades infecciosas, donde un parásito necesita infectar un huesped para sobrevivir y perpetuarse. Pero las infecciosas no son las únicas enfermedades. En otros tipos de enfermedades (cánceres, degenerativas, autoinmunes...) me es más fácil ver la implicación emocional o espiritual.
    Me interesa el libro que dices, de hecho lo tengo en lista de espera.......

    Lo del "pack" viene porque me he acordado de un post de Molinos (ya la conoces) donde atacó a los pro-crianza corporal asumiendo que también éramos todos anti-vacunas. Los comentarios ponían los pelos de punta: terrible. Como me encanta ver los comentarios en tu blog o en el de Paloma (acabo de leer su post), tan respetuosos y constructivos por ambas partes.... que diferencia.....
    Desde luego en el pack "crianza corporal" si que entra el respeto por la opinión de los demás.

    De todas formas, auqnue me defino por el bando pro-vacunas, reconozco que muchos argumentos del bando anti me hacen reflexionar y que es muy interesante que se planteen...... seguro que ayudarán a mejorar muchísimas cosas

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  8. María, pues a mí me pasa lo mismo pero al contrario, que siendo partidaria de no vacunar me hacen pensar muchas cosas de las que decís. Pero miro a mi niña y algo dentro de mí, no sé, algo instintivo, difícil de explicar me dice que no...que por lo menos no ahora. Sí es cierto que vivimos todos juntos, en comunidad, es cierto.

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  9. Gracias Ileana :)
    Supongo que te gustó :)

    Un abrazo!!

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  10. Yo soy pro-vacunas y estoy de acuerdo con las que decís que hay una especie de pack de la crianza con apego. En páginas como crianzanatural.com se discute mucho por ese tema porque parece que dar de mamar a tu hijo y dormir con él implica necesariamente no vacunarlo u, por ejemplo, renegar de la educación reglada.
    Es curioso, porque conozco madres que no vacunan a sus hijos, pero les dan papilla de cereales y potitos... Yo he optado por el baby-led weaning y jamás le he dado un preparado industrial a mi hijo. Estuvo con teta casi exclusiva hasta los siete meses y medio y de ahí pasó a comer macarrones, arroz con pollo y menestra de verdura. En cambio, le hemos puesto todas las vacunas. Hasta las que estaban fuera del calendario (aunque admito que si tengo otro hijo no le pondré la del rotavirus).
    En fin, opinión, cada uno tiene la suya.

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  11. Es que yo no entiendo lo del pack. ¿Cómo puede haber un pack? ¿Quién lo decide?

    Cada una aplica lo que mejor puede, y llega hasta donde puede o quiere llegar. Es un camino personal, no un pack, una andadura de conocimiento, de crecimiento interior y de desarrollo de la capacidad de amar, no me lo planteo de otra manera.

    Gracias a todas por vuestras magníficas aportaciones!!! Besos!!!

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  12. Yo doy teta a demanda, duermo a menudo con mi hijo y le tengo vacunado.

    Entre que coja la meningitis y que no la coja, la verdad, prefiero que no la coja, aunque ello enriquezca a la industria farmaceutica.

    Yo no soy medico pero si soy biologa y se lo que es un virus, una bacteria y tengo al menos una somera idea de cómo funciona el sistema inmune. Y no comento mas porque me voy a pasar tres pueblos con la gente que no vacuna a sus hijos (que por cierto ellos mismos seguramente sí estan vacunados)

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  13. esther, pero no lo habrán decidido ellos!
    Ileana como siempre tus artículos tan apropiados. Yo también soy de las que he vacunado y no pensé nunca en los intereses económicos de las farmaceúticas ni en que pudiera provocarle algo de daño a mi hija. No todo se hace desde la plena conciencia. Pero no vacunar para mí no estaba entre mis planteamientos.Quizás venga de mis herencias.
    Sí que coincido en que debería haber revisión de los calendarios de vacunación y de las cosas por las que vacunamos. No hallo peligros en pasar una varicela o unas paperas, en Cuba creo que las hemos pasado todas y tan pichis. Sí que veo avances en una vacuna de meningitis(aunque haya habido casos de gente infectada a pesar de la vacunación). Para mí, que lo he sufrido, la del papiloma la consideré un avance(aunque tenga toda la tela que tenga esta vacuna en concreto). Sin embargo, la de la gripe A no me la creí ni me la creo y no nos vacunamos, se notó a la legua la engañifa. Creo que como todos los temas que han aflorado a raiz de criar de forma distinta merecen un debate, y habrá quienes sí y quienes no. Yo he actuado desde la responsabilidad, o eso pienso, pero está claro que hemos pasado a vivir en un mundo más sano quizás también gracias a las vacunas. Bueno, no necesariamente, porque ahora nos morimos de otras cosas. Lo que es injusto y duro, es la manera de vacunar, cuatro pinchazos del tirón en un bebé de 12 meses es una auténtica tortura, no os parece?

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  14. Huy, Ileana, tendrías que darte una vuelta por el foro de crianzanatural...
    Yo estoy de acuerdo contigo. No creo que comer carne o llevar a tu hijo a la guadería sea incompatible con críar con apego. Por ejemplo, a mí me encanta el porteo, pero mi hijo pesa 11 kilos y medio y yo tengo la espalda hecha un higo. Todavía no anda demasiado bien por la calle, así que cuando tengo prisa y sé que voy a estar en la calle bastante rato, llevo al niño en el cochecito.
    El problema es que hay mucha gente que se toma la CN como una especie de religión. Y ya sabemos cómo son las religiones...

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  15. Yo soy de no-vacunación, decisión que evaluamos y consideramos, aunque como todo no lo considero una opción cerrada, no me caso con esa opción, solo por ahora la considero la más consecuente con nuestra realidad familiar. Por cierto ni mi marido, ni mi suegra están vacunados.
    Ahora sobre el tema del "pack" me parece que vivirlo de esa manera es el camino más rápido para hacer de la crianza corporal un método frío y robótico, donde se toman las decisiones mirando un supuesto decálogo y no a atendiendo a las necesidades de los bebés y a lo que nos dicta nuestro amor. Algo así como dar cuerpo porque toca, sin estar presentes, lo que a la larga termina siendo un peor engaño para un niño

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  16. Me gusta lo que comentas de tratar al enfermo y no a la enfermedad, como teoría está muy bien pero ponerlo en práctica en un sistema sanitario que debe tratar a 40 millones de personas no lo veo factible.
    En lo que no estoy en absoluto de acuerdo es en lo que dices de "reconocer el origen emocional de la enfermedad" puesto que no todas las enfermedades tiene un origen emocional ni mucho menos, ni que todas las herramientas que nombras para "prevenir la enfermedad de nuestros niños desde todos los frentes" sean efectivas ante todas las enfermedades. Te pongo un ejemplo concreto: la viruela se erradicó en su día gracias a la vacunación universal, ahí no tuvo nada que ver el vínculo materno-filial, ni la lactancia, ni ninguna de esas cosas. Es cierto que una buena alimentación, unas necesidades emotivas cubiertas y demás nos hacen más fuertes frente a muchas enfermedades pero la única forma de prevenir que tu hijo coja una gripe es meterlo en una burbuja.

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  17. `No existe una sola cura para lo que no puede tener una sola causa. Se trate de prevención o de curación, atacamos desde todos los frentes al mismo tiempo. Insisto: DESDE TODOS LOS FRENTES; desde la dieta a la autosugestión, desde los iones negativos a la Meditación´
    La joven enfermera, en la Isla. A.Huxley 1962

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  18. Hola,

    Es común por esta época de lluvias y cambios de temperaturas bruscos que tus hijos se vean expuestos al contagio del virus de la gripe producida por el “Adenovirus”.

    Este virus encuentra fácil alojamiento en cuerpos que estan predispuestos al contagio, y se podría contrarrestar fortaleciendo las defensas en tus hijos, las cuales podrían estar débiles a causa de varios factores, algunos de ellos emocionales y a otros como el equilibrio energético en los meridianos ying y yang del sistema respiratorio de ellos.

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