22 de marzo de 2011

La "ideología de género" y el futuro de robots

O CÓMO QUEDAR MAL CON LA DERECHA Y CON LA IZQUIERDA

Por Ileana Medina Hernández



Mi colega Can-Men, de El Blog Alternativo, que me conoce un poco y le gusta provocarme :-), me pasa el enlace a este post, donde se reproduce un artículo publicado en La Farola, que a su vez cita como bibliografía el libro La ideología de género, de Jesús Trillo-Figueroa, hermano de Federico Trillo, ambos importantes ideólogos del PP.

No he leído el libro de Trillo, ni siquiera conocía a este señor, pero el principal problema es que parece que la crítica al llamado "feminismo radical" tiene que provenir de la derecha católica-apostólica-romana y, lo peor, homofóbica. O sea, discriminadora.

Para que sepamos de qué hablamos: se supone que en este caso, yo tendría que estar de acuerdo con la hipótesis principal de Trillo, con quien escribió el artículo de La Farola (que no lleva firma), y con quien lo reproduce en su blog, en su crítica a lo que ellos llaman "feminismo radical". Y básicamente lo estoy. Aunque luego diverjamos en casi todo lo demás. (No hay más que leer la interpretación que da Trillo a El Código Da Vinci, y la que doy yo).

¿Pero cómo se puede estar de acuerdo -en algo- con Trillo, y a la vez no ser católico ni homofóbico ni votar al PP? ¿Cómo puede alguien como Osho pensar que "La Trinidad cristiana es un club de hombres gay" y ser la Iglesia Católica aparentemente tan homofóbica (¿o tan pederasta?) ¿Cómo a veces pueden parecer grandes enemigos los gays y las lesbianas? ¿Cómo pueden parecer enemigas entre sí las "feministas de la igualdad" y las "feministas de la diferencia"? ¿Cómo podemos superar esas dicotomías, que no son más que fruto de un pensamiento binario que siempre tiene un enemigo del otro lado, y se empeña en construir guerras y oposiciones hasta el infinitesimal?

No puedo desaprovechar esta apasionante oportunidad de aclararme a mí misma algunas relaciones entre la política, la religión, el feminismo y la crianza. O sea, el meollo mismo de la vida humana.

Vamos a intentar, en lenguaje sencillo, desenredar la madeja:

Las teorías feministas y los estudios sobre construcción de género han revelado sin ninguna duda que los roles "femeninos" y "masculinos" históricos sobre los que hemos funcionado durante más de dos mil años, son CULTURALES:

"El género es una construcción cultural, por consiguiente no es ni resultado ni causa del sexo, ni tan aparentemente fijo como el sexo. Al teorizar que el género es construcción radicalmente independiente del sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras, en consecuencia hombre y masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino, como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino". (Citado en el artículo, sacado de un manual universitario que no se cita adecuadamente).

Desde mi punto de vista, esta afirmación, representante del discurso hoy en día políticamente correcto de "identidad de género", es muy ÚTIL PARA NO DISCRIMINAR A NADIE. Mujeres, hombres, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, trabajadores del ano... cada ser humano es y debe ser libre para construir su sexualidad y su identidad humana allí donde lo desee, sin que ello menoscabe de ningún modo su valía ni su dignidad personal en ninguna instancia. Sin etiquetar, sin clasificar... abre la vida humana a todas sus infinitas posibilidades y combinaciones, y eso no daña a nadie y enriquece a todos.

Lo masculino y femenino, entendidos mejor como el yin y el yang de las filosofías orientales y no como algo asociado al sexo, están presentes en todos nosotros, y precisamente el mal de la sociedad occidental ha sido el patriarcado, entendido como un dominio absoluto de lo masculino, como una sobrecarga de los valores "masculinos" (yang) en detrimento (o incluso en asesinato) de los valores "femeninos" (yin).

El problema surge sin embargo, cuando llegamos al tema de la REPRODUCCIÓN HUMANA.

«¿Son absolutamente convencionales o hay algunas funciones socialmente asignadas al varón y a la mujer que no es posible variar sin violentar la naturaleza?» se pregunta el autor del artículo.

Responder a esta pregunta es uno de los grandes retos del pensamiento social actual, y sin embargo, la respuesta parece la mar de sencilla: gestar, parir y amamantar parecen, hasta hoy, funciones irrenunciables si la especie quiere continuar existiendo.

Desde mi punto de vista esta pregunta puede tener cualquier respuesta, desde el punto de vista del SER HUMANO ADULTO. El ser humano adulto debería poder renunciar, deconstruir o construir cualquier "función socialmente asignada", siempre y cuando con ello no perjudique a nadie.
¿Qué pasa con la reproducción?

Parece que algunos sectores del feminismo han visto en LA TECNOLOGÍA la solución al deseo de las mujeres de no reproducirse, o sea, de librarse de ese "destino manifiesto" que la naturaleza habría concebido para nosotras (o al menos de alguna de sus fases).

A simple vista, el razonamiento no parece muy descabellado. Tiene cierta lógica, a partir del enfoque del ser humano adulto. O sea, de un enfoque adultocéntrico. ¿Pero qué pasa si miramos el asunto desde el punto de vista del bebé humano? ¿Usted, que ha sido bebé, cómo le gustaría haber nacido, cómo le gustaría haber sido alimentada, cómo le gustaría haber sido sostenida, dónde le gustaría haber dormido?

Las crías humanas podrían concebirse in vitro, gestarse en un útero artificial, alimentarse por sondas y robots, acunarse por brazos eléctricos, y luego... venderse en los supermercados, supongo yo. Sí, pero ya no serían crías humanas. Sería una generación de robots.

La configuración de nuestro cerebro, el sistema emocional, la capacidad de amar, la generosidad, el pacifismo, la solidaridad, la empatía, incluso la inteligencia... todo lo que nos hace seres vivos y humanos, comienza a gestarse en el útero materno, se mama con la leche materna, se recibe con el amor corporal de nuestros progenitores, se adquiere en un primer período a partir del CONTACTO FÍSICO y la comunicación con otro cuerpo, con otros brazos.

Al "separar la reproducción de la sexualidad", la alejas también del CUERPO HUMANO. Puede separarse la sexualidad de la reproducción, pero no se puede separar la reproducción de la sexualidad. Sexualidad es todo: todo contacto físico, todo placer, y no solo la sexualidad coital. Y los niños desean y necesitan ser criados CON CUERPO Y CON PLACER, o sea, con sexualidad.

Ya no sólo sexualidad coital en el acto de la concepción (que es al fin y al cabo un instante), sino la mucha más duradera e importante sexualidad maternal durante la gestación y los primeros meses y años de vida. Lactancia, libido, cuerpo y placer en el contacto entre la madre y la criatura. Deseo materno, que lo llama Casilda Rodrigañez.

Como está demostrando la ciencia, el ser humano, en su etapa primal (durante la gestación y el primer año de vida), necesita el calor de un cuerpo que lo geste (daría igual el sexo, llámalo como quieras), los latidos de un corazón, el mecanismo metabólico de un cuerpo gestante, las hormonas y los anticuerpos de ese ser gestante (llámemoslo MADRE, ¿no?), el placer, el contacto, la leche y los fluidos de su primer progenitor; y además, ese vínculo no termina tras el parto, dado que la crianza en la naturaleza es un proceso donde la cría es la que marca las etapas de emancipación de sus progenitores.

Un bebé mamífero primate humano -y no un robot- es, por definición, alguien engendrado, amamantado y criado por un humano, y el continuum con ese cuerpo no se rompe bruscamente con el parto, pues los mamíferos necesitamos aún mamar durante un tiempo y permanecer junto al único cuerpo que conocemos, que es todo para nosotros. (Como dice el neonatólogo Nils Bergman: mother and others).

Es evidente, que de momento (si no triunfan los implantes de útero) ese cuerpo sólo puede ser un cuerpo femenino, vamos, aquellos cuerpos que traen ÚTEROS de serie, y que tienen mecanismos hormonales que permiten la gestación, el parto y la lactancia.

Es el útero y el pecho el que determina la continuidad la especie, el futuro de sus miembros, y también su felicidad, su armonía, su capacidad de relacionarse equilibradamente con el mundo: si su primer hábitat -el útero y el pecho- es también placentero y armónico para la criatura.

Paradójicamente, todo esto podria derivar en algo así como en una sociedad de robots donde los niños se engendrasen, gestasen y críasen en máquinas. Enchufados a máquinas que los alimenten, los mezan y hasta los eduquen (bueno, esto último ya casi está). Si te gesta y te cría una máquina, serás una máquina (da igual el adn que tengas) Una sociedad sin vínculos, sin amor, sin oxitocina. Si eso es el destino del feminismo, se convertirá en cómplice de la robotización de la naturaleza humana, de nuestro fin como especie.

El destino manifiesto de reproducirnos, gestar, parir, amamantar no nos supondría a la mayoría una "carga pesada", en una sociedad conectada con la vida, donde las labores de cuidado fueran prestigiadas; donde estuviéramos apoyadas y sostenidas por nuestra pareja, nuestra familia, nuestra "tribu" y nuestra comunidad; donde el mundo exterior estuviera concebido en torno a la crianza y a los niños; donde fuera más fácil trabajar y criar; donde pudiéramos ser reconocidos en nuestra labor de cuidadores; donde la maternidad se viviera en todo su placer oxitocínico, similar -o incluso lógicamente superior- al de cualquier otro pleno encuentro corporal con el otro.

Si la sexualidad se concibe sólo como sexualidad coital, si la maternidad se concibe sólo como un sacrificio, y la familia se concibe sólo como familia autoritaria, es hasta cierto punto lógico que algunos quieran eliminar la sexualidad, otras quieran eliminar la maternidad y otros quieran eliminar la familia. Pero con eso, sólo botamos el sofá.

Ni la izquierda ni la derecha actuales parecen dispuestas a apoyar con sus políticas a la maternidad, es decir, apoyar el INICIO LO MÁS AMOROSO POSIBLE DE LA VIDA HUMANA.

Para criar seres humanos satisfechos, felices, sanos y pacíficos, se necesita amor, se necesita sexualidad y se necesita familia: amor en forma de DESEO MATERNO, de contacto físico, lactancia, y placer entre cuerpo gestante (madre) y criatura. Y amor en forma de familia NUTRICIA, que críe desde abajo y no desde arriba, que geste con conciencia, que amamante, que portee, que esté, que sostenga, que acompañe, que comparta, que respete, que dé raíces y alas, que aporte un suelo nutritivo donde asirse y crecer, y que dé libertad para volar.

Es posible que no conozcamos hoy ni hayamos conocido durante más de dos mil años ni ese tipo de sexualidad, ni ese tipo de maternidad placentera, ni ese tipo de familia, ni ese tipo de amor. Y ahí precisamente radican todos los males de nuestra cultura, que se transmiten de generación en generación a través de una crianza patológica. Pero, como especie, negar nuestros cuerpos no es la solución. Al negar nuestros propios cuerpos, negamos la vida.


Artículos relacionados:

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Sobre la tecnología para curar, pero no como utopía: Ciencia, libertad y naturaleza

15 comentarios:

  1. Demasiados católicos hacen "teología" con el culo. En España, ya sabéis, tenemos a Rouco y su séquito mediático. Les encanta excomulgar a curas comprometidos y silenciar a teólogos que se atrevan a cuestionar el status quo. A las teólogas feministas aún no las han quemado como a brujas, pero no tardarán mucho... ya veréis.
    No soporto a los que manipulan a Jesús para beneficio propio (la inmensa mayoría).
    Saludos.

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  2. E X C E L E N T E!!!!

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  3. Tienes un premio en mi blog guapa, pasa a recogerlo cuando quieras!
    Besos!

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  4. Ojalá no lleguemos a eso, a ser robots criados por robots... pero como sigamos por ese camino parece que terminaremos asi. Espero que un dia los niños no se sorprendan al saber que "antes" se nacia de otra manera...
    Un abrazo!

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  5. Qué grande!!!. ¿Has leído Un Mundo Feliz? Imagino que sí, tú te lo has leído todo xD.

    No hay ninguno indicio en esta civilización que no me indique que los úteros artificiales acabarían en la producción consumista de niños diseñados por encargo. Y por supuesto que la producción consumista de niños diseñados produciría niños de diversos precios y medidas. O sea, estaríamos las que adquiriríamos a nuestros niños en el súper de la esquina y los que los adquirirían en el Rincón del Gourmet (o como se llame la cosa esa de El Corte Inglés). Tal cual.

    El blog que te comenté es Basta de Sexismo, no le pongo enlace, no vaya a ser que te regale así otro troll. Curiosamente es un blog bastante bueno y con el que estoy de acuerdo en muchas cosas, pero falla precisamente cuando habla de maternidad, seguramente porque la redactora no es madre ni tiene intención de serlo (lo que por otra parte me parece una elección muy acertada). Curiosamente también es gracias a ese blog que te descubrí, cuando era yo la que hacía de troll xD. Un blog muy muy feminista que declara que la panacea universal serían los úteros artificiales.

    En fins, a mí ni siquiera la píldora anticonceptiva me parece que contribuya a la liberación femenina. Si no se puede separar reproducción de sexualidad tampoco se debería separar sexo de sexualidad, que es lo que hacemos ahora y nos creemos muy modernas

    Besos

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  6. ¿Sabes que debo confesar que nunca me he leído UN MUNDO FELIZ? jajajaj... Aún estoy a tiempo, también me estoy leyendo La función del orgasmo de Reich, y El Malestar en la Cultura de Freud, así que siempre hay hueco para enmendar lo que uno ya hace tiempo que debería haber leído. ;-)

    Ah, OK, el blog era ese, creo recordar que algún día pasé por allí. Es que en realidad en lo que falla ese feminismo es en la maternidad. Y falla porque ve el tema desde el único punto de vista de la mujer, como si la mujer fuera el final de la cadena de la dominación, pero no se da cuenta que el final es el bebé humano y que ahí termina y a la vez inicia todo.

    Yo soy optimista, y sé que no nos convertiremos en robots, que al revés, el mundo está despertando.

    Un abrazo grande, Irene!!!

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  7. @Mami Milka: Muchísimas gracias, ya me he pasado por tu blog, gracias por seguir sumando a la red maternal!!! Un abrazo grande!!!!

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  8. Hoy me he levantado a las 6 para leer completo este artículo con sus enlaces porque prometía y mucho. Y desde luego no me ha decepcionado!!! La pena es que te he escrito un supercomentario que a la hora de mandarlo ha dado error, mecachis!!!! :o¨( Y ya no he podido repetirlo porque se me han despertado los enanos y claro... desayunos, vestidos, coles.....

    Ahora no me siento tan inspirada como esta mañana (yo soy mañanera) y encima tengo a los peques por aquí distrayéndome ahora si y luego también, pero voy a tratar de decir lo que iba a decir:

    Estoy totalmente de acuerdo con toda la linea que sigue este artículo y creo que toda esta controversia entre género y sexo y hombres y mujeres y no hombres ni mujeres nace simplemente de la desconexión con nuestra naturaleza. ¿Y de donde nace esta desconexión? Pues en la primera infancia, cuando nuestro instinto básico de bebés que desean con locura y de manera absoluta a su madre, no es satisfecho. Esta carencia la arrastraremos toda la vida y determinará nuestro desarrollo afectivo, y por añadidura sexual, posterior.

    No soy experta en este tema pero todo lo que voy leyendo hasta ahora me hace pensar que desde las más brutales aberraciones (como la pederastia, que no es más que forzar a un menor a satisfacer una necesidad sexual en un fase a la que el menor no ha llegado por todavía, esto es, la coital,)hasta las más pequeñas y normalizadas (como el miedo a parir de manera fisiológica, o el disgusto a dar pecho de algunas mujeres) provienen de esta desconexión y, por lo tanto, de esta carencia primaria (que no deja de ser la famosa herida primal)

    Resuelta la carencia, resuelto el debate. Somos seres humanos sexuados lo que determina nuestra identidad y nuestra afectividad. Es del todo ridículo afirmar que no existen diferencias entre los sexos: para empezar unos son XX y otro XY, en su mayoría. Luego existirán variaciones que entran dentro de la variabilidad natural con la que le gusta jugar a la naturaleza (que por un lado explican los comportamientos homosexuales o bisexuales con todas sus variaciones, y por otro la existencia de algunas dotaciones cromosómicas minoritarias como los XXY, los XO o los XYY...etc) y que bajo mi punto de vista nada tienen que ver con "aberraciones" o comportamientos "contra-natura" porque evidentemente si existen de manera "natural" es que son "naturales" y puedo imaginarme que ni siquiera son exclusivamente humanos.

    Satisfacer nuestras necesidades desde el comienzo de nuestras vidas permitirá que desarrollemos nuestra sexualidad sana y plenamente, sin dilemas ni controversias. Al menos eso creo yo.

    Y dentro de esta afirmación entra la capacidad de las mujeres que quieran ser madres (no todas tienen porqué querer) para ejercer su maternidad plenamente, satisfaciendo de manera natural, felizmente y por deseo propio TODAS las necesidades de sus criaturas.

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  9. A proposito ¿Que relación tiene los trolls con los enlaces??????????? Yo siempre pongo enlaces ¿Hago mal????

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  10. Es exactamente así, María ;-)

    La relación de los troll con los enlaces es que el sitio al que enlazas puede saber de dónde provienen las visitas ;-)

    Besos!!!

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  11. Lindo post. El problema del patriarcado es complejo. Tales feministas que señalas, y que están dominando el espacio público, son muy patriarcales, la verdad. Y por eso dominan el espacio público, probablemente: éxito, poder, egocentrismo, dicotomías, resentimiento son estados de ánimo y discursos donde el ruido semántico oculta las más de las veces lo patriarcal.

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  12. La realidad es que el feminismo de la igualdad triunfa porque es funcional al capital, no por otra cosa. Al final lo que uno descubre es que el patriarcado, como instrumento de la economía de acumulación, nos reprime a todos y por supuesto lo hace desde la cuna, porque así es mucho más eficaz Eso es lo que les falta por ver a las feministas de la igualdad. Que no estamos en una lucha de sexos, estamos en una lucha de clases.
    Si no has leído un mundo feliz te lo recomiendo mucho, es muy sencillito, y a la vez muy claro (yo lo debí leer con 14 años o así, me lo regalaron mis padres) y también tiene un final esperanzador :)

    Besos

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  13. Es el tema de la semana :)
    Por cierto, Ile, una vez me diste tu mail y, si no te importa, un día de estos te escribo contándote una cosa que se me ha ocurrido y que me encantaría llevar a cabo.

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  14. El cuerpo es el lugar donde estamos durante esta vida.
    Me gusta este espacio inteligente y sensible y lo puse en mi lista de blogs.
    Seguiremos en contacto.

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  15. El gustazo es mío, Marta!!! Estoy aun regodeándome en tu blog, que ha sido la sorpresa preciosa del día. Muchísimas gracias por tener la amabilidad de dejar un comentario por aquí, y abrirnos la puerta a tu obra!!!

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