13 de febrero de 2012

Mis 10 intelectuales vivos favoritos

Umberto Eco
1.-Umberto Eco (1932), escritor y semiótico, italiano... Le amo desde mi época de estudiante de Periodismo y enamorada de la Semiótica... Su novela El nombre de la rosa, sus ensayos sobre la cultura de masas y su lector in fabula marcaron mi formación académica.

"En el fondo, la pregunta fundamental de la filosofía (igual que la del psicoanálisis) coincide con la de la novela policíaca: ¿quién es el culpable?"

2.- Stephen Hawking (1942), físico, británico. Como dice mi amigo David: "Ha luchado contra la adversidad de una enfermedad terrorífica durante 40 años, ha acercado la física más compleja al humano medio a través de sus libros divulgativos, ha enriquecido las teorías de otro grande como Einstein y ha dedicado toda su vida a investigar el por qué somos y de qué estamos hechos más allá de la filosofía y la religión. Recomiendo la lectura de Brevísima historia del tiempo. 200 páginas que te hacen entender lo pequeño que eres y lo grande que es ser."

3.- Antonio Damasio (1944), neurólogo, portugués. El hombre que ha sustentado científicamente el paso de la Era de la Razón a la Era de la Emoción. Su libro El error de Descartes, sobre la neurobiología de las emociones, para mí es el relato científico que representa, desde el punto de vista biológico y fisiológico, el cambio de era que tan bien explica mi siguiente favorito.

4.- Leonardo Boff (1938), teológo y filósofo brasileño. Creo que es imposible describir lo que está ocurriendo en el mundo ahora mismo con mayor precisión y poder de síntesis que con estas palabras:

Leonardo Boff
«Nuestra civilización occidental, hoy mundializada, tiene su origen histórico en la Grecia del siglo VI antes de nuestra era. El mundo del mito y de la religión, que era el eje organizador de la sociedad, se desmoronó. Para poner orden en aquel momento crítico se llevó a cabo, en un lapso de poco más de 50 años, una de las mayores creaciones intelectuales de la humanidad. Surgió la era de la razón crítica, que se expresó por la filosofía, por la democracia, por el teatro, por la poesía y por la estética. Figuras paradigmáticas fueron Sócrates, Platón, Aristóteles y los sofistas, que gestaron la arquitectura del saber, subyacente a nuestro paradigma de civilización; fue Pericles, como gobernante al frente de la democracia; fue Fidias, el de la estética elegante; fueron los grandes autores de las tragedias como Sófocles, Eurípides y Esquilo; fueron los juegos olímpicos y otras manifestaciones culturales que aquí no cabe referir.
El nuevo paradigma se caracteriza por el predominio de la razón que deja atrás la percepción del Todo, el sentido de la unidad de la realidad que caracterizaba a los pensadores llamados presocráticos, los portadores del pensamiento originario. En este momento se introducen los famosos dualismos: mundo-Dios, hombre-naturaleza, razón-sensibilidad, teoría-practica. La razón creó la metafísica, que en la comprensión de Heidegger hace objeto de todo y se instaura como instancia de poder sobre ese objeto. El ser humano deja de sentirse parte de la naturaleza para situarse frente a ella y someterla al proyecto de su voluntad.
Este paradigma alcanzó su expresión más acabada mil años después, en el siglo XVI, con los fundadores del paradigma moderno, Descartes, Newton, Bacon y otros. Con ellos se consagró la cosmovisión mecanicista y dualista: la naturaleza por un lado y el ser humano por otro, enfrente y encima de ella como su “maestro y dueño” (Descartes), corona de la creación en función del cual existe todo. Se elaboró el ideal del progreso ilimitado, que supone la dominación de la naturaleza, en el supuesto de que ese progreso podría avanzar infinitamente hacia el futuro. En los últimos decenios la codicia de acumular ha transformado todo en mercancía a ser negociada y consumida. Hemos olvidado que los bienes y servicios de la naturaleza son para todos y no pueden ser apropiación de algunos solamente.
Después de cuatro siglos de vigencia de esta metafísica, es decir, de este modo de ser y de ver, verificamos que la naturaleza ha tenido que pagar un alto precio para costear este modelo de crecimiento/desarrollo. Ahora estamos tocando los límites de sus posibilidades. La civilización científico-técnica ha llegado a un punto en el que ella misma puede causar su propio fin, degradar profundamente la naturaleza, eliminar gran parte del sistema-vida y, eventualmente, erradicar la especie humana. Sería la realización de un armagedón ecológico-social.
Todo empezó en Grecia hace milenios. Y ahora todo parece terminar en Grecia, una de las primeras víctimas del horror económico, cuyos banqueros, para salvar sus ganancias, han empujado a toda una sociedad a la desesperación. Ésta ha llegado a Irlanda, a Portugal, a Italia, pudiendo extenderse a España y a Francia, y quizás a todo el sistema mundial.
Estamos asistiendo a la agonía de un paradigma milenario que aparentemente está terminando su trayectoria histórica. Puede demorarlo todavía decenas de años, como un moribundo que resiste, pero el fin es previsible. Con sus recursos internos no tiene condiciones de reproducirse. 

Tenemos que encontrar otro tipo de relación con la naturaleza, otra forma de producir y de consumir, desarrollando un sentido general de dependencia ante la comunidad de vida y de responsabilidad colectiva por nuestro futuro común. De no iniciar esta conversión, dictaremos para nosotros mismos la sentencia de desaparición. O nos transformamos o desapareceremos.
Hago mías las palabras de Celso Furtado, economista-pensador: «La gente de mi generación ha demostrado que está al alcance del ingenio humano conducir a la humanidad al suicidio. Espero que la nueva generación compruebe que también está al alcance del ser humano abrir camino de acceso a un mundo en el que prevalezcan la compasión, la felicidad, la belleza y la solidaridad». Siempre y cuando cambiemos de paradigma.»

Michel Odent
5.- Michel Odent (1932), cirujano, francés. Lo descubrí con la maternidad. Quizás nunca un médico  haya escrito y elaborado una obra que sin dejar de ser médica, aporta tanto contenido humano, filósofico, existencial. Su labor de investigación sobre la salud primal (el período que rodea al nacimiento) estoy segura de que será considerada algún día entre las más importantes obras científicas de los siglo XX y XXI.

6.- Ken Wilber (1949), bioquímico y psicólogo transpersonal, norteamericano. Nadie como él ha sabido aunar en su inmensa obra ciencia, historia, filosofía, religión, ecología, misticismo. Un gran sabio de nuestro tiempo, con una producción intelectual sin parangón.

7.- Casilda Rodrigáñez (1945), escritora, española. Se sabe poco de su vida personal, pero sus textos -disponibles para su descarga gratuita en su página- deberían ser estudiados en todas las universidades del mundo. Una visión científica, revolucionaria y novedosa, inspirada en  Reich, sobre la sexualidad femenina, el útero, el parto y la maternidad. Leerla quita el aliento y nos hace preguntarnos cómo pudimos estar tan ciegos hasta ahora. La obra de Casilda explica, con un nivel científico y una capacidad de análisis y de resumen extraordinario, lo que estamos sintiendo e intuyendo cada vez más mujeres en torno a la verdadera maternidad, la maternidad entrañable y gozosa como camino posible hacia la liberación -propia- y de la humanidad.

8.-Claudio Naranjo (1932), psiquiatra, chileno. Otro humanista de dimensiones galácticas, como Ken Wilber. Médico, músico, creador del Programa SAT sobre aprendizaje y cultura espiritual, autor de más de una decena de libros, entre ellos La Mente Patriarcal y Sanar la Civilización, la mejor conceptualización histórica y filosófica que he leído sobre el patriarcado. Un gran defensor del cambio urgente que necesita el sistema educativo, suyo es también el libro Cambiar la educación para cambiar el mundo.

9.- Gianni Vattimo (1936), filósofo, italiano. Para mí, el más simpático -y fácilmente legible- de los postestructuralistas. Activo en la vida política y civil, creador del concepto de "pensamiento débil". Adoro los sociólogos cualitativos y los filósofos postmodernos que abren la historia, el texto -y la vida- a lo cotidiano, a lo pequeño, a lo difuso, lo inconsistente y lo fragmentado. Vattimo, homosexual, católico, comunista... ¡postmoderno!, resume en sí mismo los retos de las nuevas culturas, fuera de las oposiciones tradicionales entre derecha/izquierda, buenos y malos.
Gianni Vattimo
"Vattimo, como otros pensadores ‘tocados’ por Nietzsche, por Heidegger y por Benjamin está convencido que la experiencia de la Ilustración ha dado ya de sí todo lo que podía dar. Las Luces han sido, para él, el último intento de proponer convicciones fuertes pero en profundadidad no lograron ir más allá de la substitución –en la forma, que no en el fondo–de lo Sagrado por la Cultura –y el sacerdote por el Intelectual (tema que por cierto se encuentra en Simmel y en Ortega antes de la guerra mundial).
Si se define como cristiano (especialmente a partir de la segunda mitad de la década de 1990), lo es, estrictamente, en la medida en que el nihilismo posmoderno le permite comprender el cristianismo no ya como una religión de salvación (es decir no como una verdad última capaz de responder a todas las cuestiones) sino como un esfuerzo de interpretación del mundo desde la profunda miseria de lo humano. En la medida en que la posmodernidad ha mostrado el camino hacia la disolución de las pretensiones de objetividad de cualquier discurso, el cristianismo (con la condición de evitar el restauracionismo fundamentalista), adquiere un sentido que ya no es reaccionario sino también ‘débil’, más acorde al mensaje evangélico" (Alcoberro, Ramón: Guía Breve de Gianni Vattimo).

10.- Anthony Giddens (1938), sociólogo, británico. Junto con el francés Pierre Bourdieu y el español Jesús Ibáñez (ambos ya fallecidos), me abrieron la vista a la "perspectiva sociológica", cualitativa, microsociológica y de la cultura. Quizás, junto con Umberto Eco, el más políticamente correcto de todos los que he incluido en esta lista. Un "monstruo" académico, fue director de la London School of Economics, capaz de escribir desde un manual sencillo -pero potente- de Sociología General para estudiantes, hasta crear tendencia en la política con su famosa "tercera vía".

Estos diez intelectuales no tienen nada que ver unos con otros (o quizás sí puedan trazarse hilos invisibles, quién sabe), pero  han marcado tanto mi formación académica como mis conocimientos posteriores, y de todos he "mamado" para construir algo cercano a mi propia visión del mundo. No son los diez mejores ni los diez más influyentes, sino mis diez favoritos, que guardan un lugar especial en mi mente/corazón.

Lo siento, pero no hay paridad de género :-) Otras mujeres notables que me gustan e inspiran son la psicóloga argentina Laura Gutman, la científica india Vandana Shiva, la escritora española Rosa Montero, o la primatóloga inglesa Jane Goodall... pero en algún lugar había que cortar la lista.

¿Cuáles son tus favoritos? ¿Quiénes explican o re-crean el mundo de la forma que más te seduce? Amplía la lista dejando tu comentario en esta página.

9 comentarios:

  1. De los que expones me quedo con Umberto Eco, Hawking y Casilda. Añadiría a García Marquez, por el placer que me ha proporcionado en sus lecturas, y, por el mismo motivo, a Vargas Llosa.

    Extraño a algún músico, a algn@ cineasta también...

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  2. HOla, Susana!
    Estuve a punto de incluir a Vargas Llosa, jejeje... Garcia Márquez me encantan sus novelas, pero su amistad con el dictador de mi país no me deja ponerlo en esta lista ;-)
    Podría haber incluido músicos (Bob Dylan, Silvio Rodríguez (con el mismo problema de García Márquez), ... cineastas... (Quentin Tarantino? Pedro Almodóvar? Clint Eastwood? Kubrick? ah no, que Kubrick ya no está vivo,ajajja)... la cosa se vuelve ocmpleja...
    Gracias por tus aportes! Abrazos!

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  3. Fantástica selección. Echo en falta a Alice Miller y Noam Chomsky, aunque no estoy segura de haber podido hacer una selección.

    Gracias por tus artículos.

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  4. Es que Alice Miller ya falleció, hace poquito (en 2010) pero falleció, si no, hubiera estado en la lista.

    Noam Chomsky salió en todas las quinielas de las conversaciones con mis amigos, pero a mí siempre me ha resultado excesivamente, como decirlo, "serio", duro.

    Gracias, abrazos!

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  5. ¡Me encanta tu lista! Reconocer a algunos de mis favotitos (ah, Umberto Eco, aunque mi favorita sin duda es "El péndulo de Foucault", realidad desde la ficción) y añadir algunos a la lista de lecturas pendientes es siempre un estímulo.
    Yo también pondría en mi lista a Vargas Llosa, mi escritor favorito, y lamentablemente, no podemos poner ya a Saramago, lo que sin duda es una pena.
    Lo comparto vía Facebook.
    Gracias por tus artículos. Un abrazo,
    Ana

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  6. Uno de mis favoritos durante años ha sido Raimon Panikkar, filósofo del diálogo interreligioso, un "monje casado" en toda regla. ¡Saludos!

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  7. José Saramago, que fallecido, pero que falta hace, y personalmente, cuánto lo extraño! John Berger, belleza en estado puro, etereo, sutil y profundo...

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  8. A la hora de encontrar personajes favoritos me doy cuenta que me atraen más las personas cuyo perfil intelectual procede de la expresión o divulgación de su compromiso vital, social, educativo o artístico y no tanto los intelectuales puros.

    Así que, junto a las –para mí- imprescindibles Casilda y Vandana Shiva, incluiría en primer lugar a Rebeca Wild, toda una vida de investigación y renovación educativa. Un faro en el mundo de la educación no directiva, sus libros son geniales, pero aún más lo es la obra de su vida junto a su marido Mauricio en Ecuador, primero en la Fundación Pestalozzi y actualmente en el proyecto del León Dormido. Desbordante de creatividad y vitalidad, e intelectualmente muy clara y sensible.

    Una lástima la muerte hace tres meses de la revolucionaria bióloga Lynn Margulis. Si no, estaría en mi lista, por su salto copernicano, que relativizó dos grandes conceptos: la evolución darwiniana competitiva y basada en cambios progresivos, a la que superpuso los grandes escalones evolutivos basados en la cooperación o agregación; y el concepto mismo de identidad. Hizo aportaciones sobre el origen evolutivo del sexo y fue cocreadora de la hipótesis Gaia. Denostada al principio y luego reconocida ampliamente, para mí merecedora del Nobel. Un encanto de persona, además.
    Como Lynn, relativizando el nivel de individualidad, propongo el sujeto colectivo planetario La Vía Campesina, formado por 300 millones de campesinas y campesinos, cuyas aportaciones intelectuales y políticas tienen el gran valor de proceder de la tierra, y el sudor y las manos de millones de seres. Gracias a su naturaleza, espero que este sujeto nos sobreviva a todas.

    Sugiero además la monja budista y divulgadora Pema Chödron.

    En cuanto a los hombres, coincido con Irene en incluir al genial John Berger y añadiría en primer lugar al líder Nelson Mandela, al humanista José Luis Sampedro, el economista y activista Arcadi Oliveres, el escritor Eduardo Galeano y si se pudiera, al historiador estadounidense fallecido hace dos años Howard Zinn.

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  9. Gracias por vuestras lindas aportaciones! :-)
    Abrazos!

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