8 de marzo de 2013

De pie

Por Ileana Medina Hernández


“Hay un tema de una significación amplia e incalculable para la humanidad, 
acerca del que prácticamente nada se conoce porque los escritores no han sido madres…
¿Qué podría significar para cualquier mujer, y hombre, 
vivir en una cultura en la que el nacimiento de niños y la maternidad 
ocuparan una posición como la que el sexo y el amor romántico 
han ocupado en la literatura y el arte durante los últimos quinientos años, 
o como la posición que ha ocupado la guerra desde que comenzó la literatura?”

Alicia Ostriker, poetisa estadounidense


Chupicuaro Terracotta Sculpture 
of a Mother Giving Birth
De pie. Con los brazos agarrando el cuello de mi marido. (Ya sabía yo que de algo servirían algún día los 1,92 metros que mide :-). Me cuelgo de su cuello y me balanceo, moviendo la pelvis en círculos. Es un movimiento involuntario, me dejo llevar. Cuando viene la contracción, me dan ganas de empujar y tiro hacia abajo con todas mis fuerzas. Luego él me contó que en esos momentos creía que yo me quedaba con los pies en el aire. Así de fuertes eran los tirones. Los dolores eran intensos, pero soportables. Gritaba a gusto. Solo existíamos nosotros, no era consciente de nada de lo que había alrededor. Cuando más dolían las contracciones, me venía a la cabeza el estribillo de Rosa Zaragoza que estuve escuchando y cantando durante todo el embarazo: "mi abuela parió a mi madre, mi madre me parió a mí, todas paren en mi casa, yo también quiero parir". Increíblemente, cual fórmula mágica, esas palabras me daban fuerzas para sobrellevar la contracción sin problemas. Desde que me colgué al cuello de Emilio, hasta que parí, deben haber pasado pocos minutos, quizás 10 ó 15, no tenía noción del tiempo, pero hoy lo recuerdo todo como muy rápido. De pronto sentí que la cabeza del niño bajaba y grité "ya viene, ya viene". Rompí aguas, se inundó el suelo de líquido y recuerdo haber sentido una momentánea decepción, porque pensé: ah, no, no es el niño, es que he roto aguas. Pero inmediatamente, con el diluvio, salió su cabeza. El matrón Luis apareció por la puerta y llegó justo a tiempo para coger al bebé desde detrás de mí. Lo cogió, lo puso suavemente sobre la cama y yo me giré para cogerlo: "mi niño, mi niño" grité con euforia. Quería abrazarlo pero el cordón estaba entre mis piernas y tuvimos que pasarlo por entre ellas. Yo levantaba mi pie todo lo que podía y Emilio me decía: "cuidado, no te resbales" y yo respondía "no, estoy bien, estoy muy bien, estoy muy feliz". La felicidad, la euforia, el orgullo que sentía en esos momentos son inexplicables. Lo confirma mi marido, dice que nunca me había visto tan radiante. Para él también fue una experiencia sin igual.

Luego, puse al niño sobre mi pecho, y me tumbé en la cama a que me atendieran el pequeño desgarro mientras a la vez esperábamos el alumbramiento. El matrón, el papá y mi bebé, todos eran hombres a mi alrededor y me acompañaron y atendieron de maravilla. Terminaron de darme los puntos y la placenta salió, enorme y brillante, es un espectáculo impresionante. Estuve un rato observándola, la placenta es una maravilla de la naturaleza.

Era domingo por la noche, la madrugada del lunes 28 de enero. Desde el viernes por la noche había empezado a notar contracciones aisladas, no muy dolorosas. Ya tenía 41 semanas de embarazo, un barrigón enorme y pesado, y todos coincidían en que el niño venía grande, como al final fue: pesó 4,320 kg al nacer. Tenía miedo llegar a las 42 semanas y que me quisieran inducir el parto. Pero en el fondo confiaba en que todo iba a ir bien. El sábado y el domingo salí a pasear bastante. Cuando me movía, las contracciones venían, pero luego volvían a irse. El domingo por la noche, al acostarme, como a las 12 de la noche, empecé a sentir contracciones un poco más dolorosas. Le dije a Emilio "creo que estas ya son las buenas". Tuve cuatro o cinco y cada vez venían más fuertes. Ya no podía estar acostada y me levanté, fui y me metí en la ducha caliente. Emilio me preguntó si se iba vistiendo, y yo le dije que todavía, que aquello acababa de empezar. Pero las contracciones empezaron muy pronto a ser muy seguidas, cada 3 minutos o menos, y bastante intensas. Entonces nos vestimos y salimos para el hospital.

Nos dirigimos hacia el Hospital Universitario de Canarias, el mismo hospital público donde había nacido su hermana mayor. Como a la una menos cuarto salimos para allá. Llegamos a la una a Urgencias, me recibieron muy bien y enseguida una auxiliar me acompañó caminando hasta la zona de paritorios.

La matrona que me recibió comprobó que estaba con 9 cm de dilatación. Me asombré de tanta dilatación con el poquito tiempo que llevaba con contracciones "de verdad", y pensé que las contracciones del fin de semana habían hecho su trabajo. Me pasó directamente al paritorio. No es uno de esos paritorios hermosos con bañera, pelotas de colores y áreas confortables. Es el paritorio clásico, con cama de potro y aséptico como un quirófano. Me hizo algunas preguntas y me puso en la barriga el electrodo para monitorear el latido fetal. El momento cumbre llegó cuando le pregunté si podía moverme como quisiera y me respondió que sí. Me dejó libre, sin sueros ni ataduras. Nos dejó solos y se marchó.  Mi sueño se estaba cumpliendo. Para nosotros, parir en casa no era una opción viable, y tampoco teníamos clínicas diferentes donde elegir. Fluí, confié y pensé en tener un parto lo mejor posible en el hospital. Ni siquiera llegué a presentar un plan de parto. Confié en mí misma y en que las cosas vendrían como tenían que venir.

Al decirme que sí, que podía moverme, sin pensar en nada me puse de pie y me colgué del cuello de Emilio. No tenía nada previsto, hice siempre lo que el cuerpo me pidió. Ahora pienso que, quizás, su cuerpo era lo único conocido y seguro que tenía a mi alrededor. Entre contracción y contracción, a pesar de que eran muy seguidas, me daba como un poco de sueño. Intenté en una de esas tumbarme, pero qué va, el dolor era mucho más insoportable cuando venía la contracción y me pillaba tumbada. Volví a ponerme de pie y seguí en mi sitio, danzando la pelvis sostenida por mi marido.

Enseguida, en unos pocos minutos, a las 2.20 am, el niño nació. No habían pasado ni dos horas de trabajo de parto. Fue el parto libre, seguro y gozoso que quería,  y nos sentimos las personas más plenas y felices de la tierra. Nuestro hijo era recibido con amor y respeto, y no fue separado de mi pecho para nada.

Aunque no sea muy poético, quiero aprovechar este post para agradecer a la matrona Nohe que me recibió, al matrón Luis que recibió al niño y me atendió el desgarro y el alumbramiento, a los auxiliares y a todo el equipo que estaba de guardia aquella noche en el paritorio del HUC, por el buen trato, y por el esfuerzo que están haciendo hacia partos cada vez más libres y respetuosos con las mujeres y las crías. Quiero aprovechar para romper una lanza a favor del sistema público sanitario español, de sus excelentes profesionales y de la fe en que los políticos sin escrúpulos no lo desmantelen y siga siendo uno de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo.

Sí, hijo mío, por ustedes, sigo teniendo fe en un mundo más amoroso. Lo merecéis, lo merecemos.

38 comentarios:

  1. Hola Ileana:

    Me da mucha alegría que has tenido un parto así, compaginando la seguridad que da un hospital con el respeto al proceso natural.

    Desde luego, mi experiencia me dice que la posición instintiva para dar a luz es 'de pie', como bien titulas este post (de cuclillas), para nada la de 'tumbada'. Y me pregunto (no sé si lo sabrás) cuándo comenzó la cultura a imponer la posición de tumbada...
    Saludos y Felicidades!

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    1. Gracias, Elisa.
      Aquí, María Montero Ríos explica como se generalizó el parto horizontal, a partir de las reinas, que tenían que parir en espectáculo público para el médico y las Cortes:
      http://www.tenemostetas.com/2010/05/semana-mundial-del-parto-respetado-2010.html
      Abrazos!

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  2. Un parto precioso! He podido imaginarlo casi con total detalle y me ha emocionado! Un besazo

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    1. Gracias, descubrí que parir es grandioso pero a la vez muy sencillo, como todas las cosas grandiosas de la vida.
      Abrazos!

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  3. me encanto!!!
    termine con una emocion muy grande! bellas paabras... tengamos fe y criemos para lograr un mundo mas amoroso
    un beso

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  4. Lindo Ile... como todo lo que cuentas y como tu eres... un beso

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    1. Gracias, preciosa, que nos conocemos desde que toda esta historia comenzó! ;-)

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  5. Ohh, me emocionan todos los partos. Pero más aún si ocurren así, libres, naturales y con comprensión de los que lo acompañan. Qué suerte más buena poder parir así en un hospital, aunque no sé si fue suerte o que te lo curraste con tu energía fluyendo positivamente ;)

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    1. Yo quiero creer eso, que no fue una "irresponsabilidad": en realidad una vez que vas al hospital te pones en manos de lo que ellos quieran hacer. Pero quiero creer en la fuerza de las energías positivas, y en que las cosas ocurren como tienen que ocurrir cuando una está preparada.

      Es posible parir de otra manera también en los hospitales, pero las mujeres también tenemos que poner de nuestra parte.

      Abrazos, Silvia.

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  6. Ileana! Felicidades por este parto doblemente emotivo, no solo porque ha sido respetado si no porque fue en un Hospital (Uno de esos tantos que nos han atemorizado y maltratado). Que alegría!

    Una calurosa bienvenida a ese acuariano! Y que estés disfrutando de ese puerperio, momento maravillosos. Me he emocionado mucho al leerte, justo ahora mi mejor amiga tuvo a su niña naturalmente en una clínica de ac{a de Ecuador, igual, la tuvo en una hora luego de llegar la hospital. se la han puesto al pecho pero como no se ha enganchado las han separado y llevado al nido :( Yo he reclamado lo que he podido pero lamentablemente no se puede intervenir mas allá de donde se nos deja. En todo caso, mi amiga ha tenido un parto natural, sin mediciación ni nada y a estas alturas ambas están acurrucadas en su pecho!

    Muchas felicidades Ileana y muchas gracias por haber destapado este camino. Muchas te debemos nuestra liberación, muchas hemos cumplido nuestro sueño de parir y lactar libremente gracias a este rinconcito de la Web tan sabio y amoroso!

    Besotes desde Ecuador!

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    1. Oh, Gabriela, gracias por tus hermosas palabras. No me debéis nada, cada una está en su camino, pero sí podemos celebrar el habernos encontrado y compartido, y si hemos podido compartir aunque sea una emoción, entonces este blog tiene sentido.
      Abrazos!

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  7. Pues ante un parto tan hermoso y perfecto, poco más se puede decir que ¡MUCHAS FELICIDADES! No es sólo la clásica felicitación que se le da a cualquiera que tiene un hijo, sino : felicidades por tener un parto natural; felicidades por parir en la postura que toca (bueno, yo creo que a 4 patas también vale); felicidades por todo el personal tan fantástico que ayudó (sin meterse donde no debían hacerlo) en que todo fuera posible; felicidades a tu marido por ser el puntal en el que tú te podías apoyar; y felicidades a tu hijo por darte pocas horas de dolor. No es un "Felicidades" sólo para ti, sino "Felicidades Naturaleza, por funcionar una vez más!!!"

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    1. Exacto, qué goce comprobar como funciona la naturaleza cuando se le deja.
      Gracias, preciosa, abrazos!

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  8. Ileana, yo creo que es importante confiar en que va ha salir bien. Me alegro que todo fuera como querías. Que ilusión. Un abrazo!!!

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    1. Sí, se puede pensar que también tuve suerte, pero yo creo que uno atrae lo que necesita.
      Un abrazo grande!

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  9. Ostras! Tengo que decir que he llorado leyendo el texto... Estoy embarazada del primer trimestre (hay mucha gente a la q aún ni se lo he dicho) y estoy descubriendo con cierta tristeza que sobre todo este mundo del parto y el amamantamiento sé muy poco pq, como bien comenta el texto de Alicia Ostriker inicial, se habla muy poco abiertamente y incluso algunas veces se trata como un tema tabú. De manera que sólo agradecer a mujeres tan valientes que viven sin complejos su naturaleza y que con la misma alegría lo comparten .)

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    1. En la blogosfera maternal encontrarás todo eso que las escritoras tanto han echado tanto de menos: la maternidad escrita y sentida desde adentro.
      Te invito a recorrerla mientras te preparas para tu parto, y espero que todo vaya muy bien con tu embarazo, parto y puerperio. Que disfrutes y goces de tu maternidad.
      Un abrazo!

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  10. Enhorabuena! Nació el mismo día que mi hijo mediano, hace ya 5 años.
    Un beso.

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    1. Bonito día para nacer. Es el día del nacimiento también de José Martí, figura muy querida e importante para los cubanos.
      Un abrazo y muchas gracias!

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  11. Hermoso relato! Felicidades. A mí me pasó igual con las horas de trabajo de parto. A propósito me quede en casa lo más que pude, con todo y ser primeriza, porque en mi país enseguida te quieren poner oxitocina y tumbarte en una cama, no importa los centimetros que tengas y yo sabía que si iba con pocos centimientros me iban a detener el parto con todo eso. Salí a la clínica justo en el momento en que se rompió la bolsa y cuando llegué estaba totalmente dilatada. Me subieron a la cama de parir con todo y la ropa que tenía puesta. Sin medicamentos, mi hijo nació de tres pujones.

    Cuando estuve en casa caminé, me di un baño y balanceé mi cadera, así pude soportar las contracciones.

    Aunque algunas personas dicen que espere mucho, no dudaría en volverlo hacer así para evitar que me mediquen y me acuesten en una cama.

    Enhorabuena!

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    1. Exacto, al hospital hay que ir cuando ya el niño se te va cayendo por las escaleras! :-)
      Abrazos y gracias!

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  12. Enhorabuena compañera!! Me alegro muchísimo de que sucediera así. Besos a todos. :-)

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    1. Gracias, Bichilla, tú también tienes que contarnos el tuyo!
      Un abrazote!

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  13. Maravilloso parto y muy merecido !!!!!!!!!!!!!!!!!!! :) Me alegro muchísimo de que fuera así y de la llegada al mundo de esta criatura tan preciosa que has tenido. Os mando todo mi cariño :)

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  14. Muchas gracias Ileana por compartir tu experiencia.
    Me ha gustado mucho, es más en mi opinión es mi ideal de parto. Yo soy matrona y he visto mucha violencia obstétrica vergonzosa. En los tiempos que corren me gustaría poder pensar que se puede ir al hospital a parir y que puedes tener un parto natural y respetado. Donde el personal te de esa confianza, seguridad y complicidad que la madre necesita en ese momento tan especial.
    En teoría el parto debería acontecerse en el ámbito en el cual la mujer está acostumbrada, en conclusión, en su hogar. Pero (no se si es por mi condición de sanitaria) yo me sentiría mas segura pariendo en el hospital donde si hay alguna urgencia o surge cualquier complicación (que nunca se desea pero un parto es imprevisible) tienes asegurada la atención rápida. Lo que debemos tener claro es que somos personas, tenemos que respetarnos y mas en ese momento tan delicado. Ademas, se ha de respetar el parto, su fisiología, sus tiempos y sus implicaciones
    Espero que en un futuro (inmediato) muchos partos puedan ser como el tuyo. Y espero que el mio esté dentro de esos!!!!
    Un Abrazo. Arantxa

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    1. Gracias, Arantxa! Creo que las cosas están cambiando para bien. Espero que también tengas tu ideal de parto cuando te llegue el momento, seguro que será así.
      Un abrazo!

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  15. Vídeo en blanco y negro de un parto natural en el hospital

    http://www.airesdecambio.com/video-en-blanco-y-negro-de-un-parto-natural-en-el-hospital/?

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    1. Gracias por descubrirme el blog Aires de Cambio, está muy bien!

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  16. Qué intenso y hermoso parto mamífero. Qué dulce y amoroso nacimiento mamífero. Felicidades hermosa madre <3 Felicidades precioso bebé! Precioso y querido bebé, hermano, hijo, amigo y esperanza de la humanidad.
    Os envío todo nuestro cariño,

    Elena

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  17. Otro parto super respetado q empieza en casa y acaba en hospital con bañera. El niño nace con bolsa intacta

    el documental q están realizando será algo grande.

    http://www.ecotonia.com/noticias.html

    Saludos "alternativos"

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  18. Querida Ileana, cómo me he emocionado leyéndote y cuántas cosas en común con mi parto. Es una alegría para mí saber que ambas tuvimos un parto respetado en un hospital. Ojalá sea la señal de que las cosas por fin empiezan a cambiar. A disfrutar del pequeño. Un abrazo

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  19. Oh, Ileana, qué bello encontrarme con este regalo en su tercer cumpleaños. Cuánta intensidad y cuánta plenitud. Muchísimas felicidades!!

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