16 de agosto de 2013

(Autocrítica)

Por Ileana Medina Hernández


El abrazo como utopía
Cada vez estoy más convencida de que estas madres de la "crianza con apego" estamos neuróticas desequilibradas perdidas. Al menos en la misma medida que las ministras, las empresarias, las psicólogas, las actrices, las profesoras universitarias, las ingenieras o las modelos de pasarela. (Pero menos que los ministros y los presidentes de gobierno).

Coja usted un grupo de gente que se autodefina como quiera: espirituales, vegetarianos, católicos, ecologistas, feministas, ricos, pobres, de izquierda, de derecha, intelectuales, científicos o marxistas. En cada uno de ellos habrá la misma proporción de idiotas, hipócritas, oportunistas, tontos del culo, malvados, buena-gentes, honestos, bienintencionados, inteligentes, sensatos o serios. No depende de la etiqueta que elijamos para actuar en este mundo.

Es una pena, porque la teoría del apego y el respeto genuino a la infancia son una causa noble que merece llegar por fin a las instituciones, a las administraciones y a los sectores políticos que tienen que decidir sobre la maternidad, la crianza, la educación, la conciliación familiar y el destino de las futuras generaciones.

Pero a veces una se pregunta si con estos defensores podremos llegar a algún lado. Pasa como con el comunismo. La teoría es muy bonita. El papel -o los blogs- aguantan todo lo que se escriba. Pero en la práctica, ¿de verdad estas madres que criticamos a otras hasta rabiar, que nos apuñalamos unas a otras, que nos envidiamos, nos fajamos en las redes sociales, le robamos el trabajo a otras, etc... somos luego capaces de criar a nuestros hijos con respeto? ¿De verdad estas superdefensoras de la libertad, pero con un ego del tamaño de las pirámides de Egipto, que vemos el mundo en blanco y negro, con amigas de hoy y enemigas de mañana, somos capaces de nutrir hijos con paciencia y tranquilidad?

Definitivamente, el problema es la neurosis base de la civilización. Los miedos, la fase egoica, la infantilización perenne, la baja autoestima. Por eso Laura Gutman dice que la crianza con apego puede convertirse en otra etiqueta, en otro consuelo donde refugiarnos, en otro lugar neurótico donde autoengañarnos, donde aparentar lo que verdaderamente no somos.

La neurosis es la negación, la mentira, la ceguera emocional, la máscara. Y solo se cura con sencillez, humildad, no tomarnos demasiado en serio, no pretender ser perfectos y aceptar nuestras realidades y nuestras limitaciones.

La crianza respetuosa es un ideal, y como tal hay que tomarlo, reconociendo a la vez que arrastramos todavía mucha basura emocional, que no se curan los estragos del patriarcado ni la psicogenealogía familiar en dos días. No hay que sentirse mal por ello. Ser sinceras con nosotras mismas, reconociendo nuestros puntos flacos, es la única forma de avanzar, de mejorar, y a la vez de permitir a nuestros hijos también manifestar y reconocer sus dudas, debilidades y fallos.

No dar cabida a esas acciones, no utilizar tribunas, blogs, foros ni redes sociales para atacarnos o desprestigiarnos unas a otras, es el primer ejemplo que deberíamos dar a nuestros hijos. Como dijo aquel sabio, se hace camino al andar. Y cada una cosecha lo que siembra.



43 comentarios:

  1. Como siempre, es un placer y un regalo leerte Ileana; no te quedas en la superficie ni te andas por las ramas, vas lúcida y directa al meollo de la cuestión y nos das pie a reflexionar sobre la realidad. Lo dicho, un regalo. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. OMG: me gusta. Lo que no creo es que haya la misma proporción de buenas gentes en esos grupos que mencionas, pero eso es una cuestión empírica complicada de medir, así que no discutiremos por ello. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Chapeau, Ileana. Me siento un poco más normal jajajaja teníais que ver mi día a día de verano con 5 niños...amor, respeto, tranquilidad, orden....uffff ¡qué locura!

    Ya dijo otro sabio: el que esté libre de culpa, tire la primera piedra... y todos tuvieron que retirarse en silencio.

    Gracias por poner las cosas importantes en su sitio y sacarlas a la luz.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Ileana. Has puesto palabras a lo que llevo sintiendo hace ya tiempo. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  5. Un fuerte aplauso por estas palabras llenas de sabiduría.
    Ojalá las mujeres nos apoyáramos más entre nosotras e hiciéramos más piña y tribu. El mundo sería diferente!

    ResponderEliminar
  6. Bien sabes que comulgo a tope y hace años que me he bajado del caballo de la razón auténtica y la comparación. He conocido casos de "refugio" en el personaje de madre dolorosos y graves, (más leves los sufrimos otras :)
    Estos días estoy, por ejemplo, veraneando con mi hermano y me cuido muy mucho de dar ningún tipo de consejo o valorar ni juzgar.
    Fundamental trabajar con una misma y su infancia y sola es dificil, deberíamos dejarnos acompañar por gente que se dedica a esto. Con la biografía humana (método que me sirvió y con el que no comulgo al 100% como me pasa con todo) se trabaja el personaje.

    Qué bonito viajar en el mismo barco contigo, Ileana.

    ResponderEliminar
  7. Tu análisis es, como siempre, brillante. Llevo meses asistiendo estupefacta a estas "riñas del apego" a través de comentarios ajenos que me saltan en el muro. He intentado comprender, desde la poca información que tengo, la posición de las partes. Me gustaría que las cosas fueran de otro modo pero yo misma siento cierto conflicto con mi nueva posición asignada de "seguidora/potencial cliente".
    Me parece genial que la gente se gane la vida con lo que le apasiona (joder que envidia). Sin embargo eso supone un cambio de posiciones que no sé si se está sabiendo gestionar. Las que venden necesitan liderar, y se apoyan entre ellas a muerte, pues de su prestigio depende la ganancia. Y luego estamos el rebaño, el "target". ¿Qué clase de tribu es esa donde se ha perdido la horizontalidad? ¿Nadie dice nunca nada interesante salvo "las elegidas"? ¿A quien le extrañan los conflictos en este contexto?
    No sé, por mi parte no soy nadie y, visto el percal, cada día seré menos. Pero fráncamente, echo de menos los tiempos en que todas participábamos más y nos descubríamos unas a otras como a un tesoro escondido largo tiempo.
    O tal vez lo he soñado y sólo yo lo vivía así.
    Y dicho esto vuelvo a mi agujero de confortable anonimato (buscado y elegido) desde donde cada vez comento menos (para qué), deseando de corazón mucho éxito a quien lo quiera y mucha paz a quien la busca.
    Patricia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo!! te aplaudo!! cuánta razón tienes!! es lo que siento hace mucho tiempo!!!

      Eliminar
    2. Genial el post. Y Patricia, subscribo palabra por palabra. Gracias a las dos.
      Laura

      Eliminar
    3. Totalmente de acuerdo. Patrícia

      Eliminar
    4. No sé quien eres ( y a la vez siento que si lo sé) conozco sólo tu nombre, pero te aseguro que eres ese tesoro del que hablas! que nada ni nadie te haga creer lo contrario, pase lo que pase! Somos muchas las que sentimos esto, estoy segura, por eso confío en el cambio...y en poder acompañarnos sin dejar que esto nos salpique a las que no sentimos/vivimos igual...a nosotras y a nuestras familias. Si era un sueño, yo quiero soñar contigo Patricia ;)
      Paula

      Eliminar
    5. no leo a los anonimos!!!

      Eliminar
  8. Cuánta razón tienes. Sí, dan igual las etiquetas. En el fondo, en el fondo, estamos solos con nuestros demonios, siempre tan cerca. Pero hay esperanza: los hechos. Hay buenas acciones, cada día, cada minuto, en todo el mundo; y pesan más que las malas.
    Muchas gracias por tu reflexión, es importante.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  9. Critica muy interesante, para cualquier tipo de organización creo yo. Es verdad que somos personas conectadas dentro de un sistema social, político, cultural que funciona lleno de contradicciones. Qué organización o grupo puede escapar de eso? Una manera de solucionarlo es haciendo terapia o mirarse el ombligo? no lo creo. Supongo que es tener consciencia de grupo y al mismo tiempo que el grupo tenga la capacidad de decir las cosas con cariño, cuando nos equivocamos. Entender que se crece juntos, cuando un@ decide formar parte de un grupo, ya no hay más individualidad como se entiende cuando uno está fuera. Da igual si estamos hablando de un claustro de profesores como de un grupo de teatro o vecinal o político, da igual... entiendo que dejamos una parte de nosotr@s en la puerta y nos hacemos de nuevo como equipo.

    ResponderEliminar
  10. Buenísimo y oportuno tu post Ileana!!

    ResponderEliminar
  11. Claro. Suscribo.
    Yo soy de la idea de que aportar está muy bien, aprender, pero siempre con sentido crítico, no porque los que estén "aleccionando" o aportando sean falsos, o lo que digan está mal, sencillamente porque puede que lo que vale para ellos no valga para ti. Has de coger lo que vale, pensar y reflexionar, contribuir si crees que puedes hacerlo, pues te hará sentir bien, y si a alguien le vale lo tuyo, genial!
    Pero, y sobre todo, SENTIDO COMÚN. Y RESPETO.

    ResponderEliminar
  12. Completamente de acuerdo. ¿Cómo podemos enseñar unos valores que luego nosotras mismas nos saltamos? Para enseñar respeto hay que respetar, a todos.
    Sentirnos por encima de los demás hace que se nos olvide.

    ResponderEliminar
  13. ¡Cuánta lucidez! ... Es un cable a tierra. Entre tanta etiqueta y tanta autoproclamación de "unción" (casi divina, en ocasiones), se termina legitimando la competencia (y toda su porquería) para alzarse con el trofeo... ¡Si hablas de respeto con vehemencia, mínimamente respeta! El centro de todo tendría que ser la humildad... Saludos cariñosos desde Costa Rica...

    ResponderEliminar
  14. En lo personal me gustó mucho el artículo porque me da fuerzas para levantarme cuando me equivoco, y últimamente siento que me equivoco todo el tiempo, aveces incluso he dudado si efectivamente soy una "criadora con respeto" de verdad, por momentos la práctica se me hace imposible, mi hija mayor a la que adoro tiene un temperamento que nos supera a su padre y a mi, le hemos dado todo el amor y comprensión desde pequeña, pero creo que desde la guata ya traia esa rebeldía, jeje, sé que es normal que sean rebeldes, no quiero una hija sumisa y miedosa de la autoridad, por el contrario, pero de verdad que no nos hace caso en nada, está todo el tiempo tratando de agredirnos, o nos grita, no escucha nada cuando queremos explicarle tranquilamente, a la más mínima contradicción arma un berrinche, incluso la otra vez dijo que quería matarme y patearme (nunca le hemos dicho cosas asi, supongo lo aprendió en el colegio) , y ya no se como tratarla para recobrar la armonia de la casa y que ella haga las cosas mínimas que hay que hacer (por ejemplo lavarse las manos después de haberse limpiado el potito cuando hizo caquita en el baño) y para que no haga aquello que no debe (por ejemplo pegarle a su hermanita pequeña). Por supuesto que cuando digo "todo el tiempo" es una exageración, ella tiene su lado muy cariñoso y bueno. He probado desde el respeto, cariño, el amor, el juego,los premios, las palabras, pero parece que estuviera todo el tiempo llevándonos al límite de nuestra capacidad y paciencia, a veces siento que me va a dar un ataque. Los últimos meses he caido en lo que siempre juzgué como "bestial", se me han salido palmazos, mechonazos, gritos, coscorrones, y bueno, luego me he sentido como la peor madre, le pido perdon a mi hija todo el tiempo, pero no puedo cortar el círculo, todo el tiempo me digo que no voy a levantarle la mano nunca más, que eso es poco respetuoso y canalla, pero pruebo y pruebo otras formas y nada resulta. Por ejemplo, la otra vez estabamos todos tranquilos y depronyto para entretenerse comenzó a pegarle patadas a la tv de plasma. Le dije que la tele se podía dañar, que dejara de hacer eso por favor. Siguió haciéndolo, por más cariño y explicaciones y premiso que le ofrecí, dejaba de hacerlo un rato y luego le volvía a pegar patadas mirandome a los ojos. Solo me quedó pescarla a la fuerza en brazos y llevarla a su pieza. Pero ella se devolvió corriendo y siguió haciendo lo mismo. Cosas asi son miles, todo el tiempo. Por ahi me dijeron que mi hija era de "alta demanda" y averigué pero para recibir información hay que depositar unos euros en una cuenta de españa, y por ahora no estoy en situación. Perdon, parece que usé este espacio para desahogarme, disculpen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por si acaso mi hija tiene 4 años y medio. No quiero que piensen que mi hija corre algun peligro por favor, has sido palmazos como los que daría cualquier madre que no cree en la crianza respetuosa, pero para mi son terribles pues como les decía, no me gusta actuar asi ni que mi hija reciba esa forma de educación, constantemente pienso en que estoy criando a una futura madre y no quiero que copie patrones de violencia de ningun tipo, por más leve que sean.

      Eliminar
    2. Hola corazón. Me he quedado conmovida con tu relato y te entiendo. Si te sirve de algo a mi me "costó" una crianza de algunos años, muchos libros yu varios cientos de euros en terapias muy eficaces, el llegar a la conclusión e integrar en "mis carnes" que para estar bien o razonablemente a gusto (el umbral es subjetivo, claro) con los hijos, primero de todo hay que estar a bien con uno mismo y revisar con lupa nuestras infancias (cada una pasa por distintos procesos)Depués de eso, en mi caso al menos, me sentí más relajada, menos exijente conmigo misma y entendiéndome a mi y a mi hija muchísimo mejor. Espero que te sirva. Te mando un beso grande y un abrazo lleno de cariño para tu niña interna.

      Eliminar
  15. Gracias Ileana. Yo estoy perdida y algo saturada con tanto orgullo herido, bloqueos y apoyos incondicionales. Gracias.

    ResponderEliminar
  16. Soy una recién llegada, pero aplaudo la reflexión. Un saludo.

    ResponderEliminar
  17. Suelo pasare por a mayoría de los blogs sobre crianza, lactancia, etc, pero no soy asidua de ninguno. Evidentemente eso me mantuvo muy ingenua, y hasta pensé que cuando encuentre el tiempo iba a abrir mi propio blog para unirme a la tribu... Ya no, y me alegro de no haberme golpeado después, agregándome u a desilusión más en esta etapa en la que no salgo del puerperio y estoy tan vulnerable. Gracias, andaré con los ojos más abiertos y el pensamiento más crítico. Este post me inspira respeto y lo tendré en cuenta a la hora de a lectura crítica de cada día. Gracias.

    ResponderEliminar
  18. Como siempre, Ileana, absolutamente brillante. Me lo apunto para la reflexión, que es necesaria a menudo, y para la autocrítica, que es fundamental SIEMPRE!! Abrazos enormes.

    ResponderEliminar
  19. Otra cosa al hilo de este post es el tema de las redes sociales. Creo antes de escribir nada, deberíamos pensar en coger el teléfono primero o concertar una cita con esa persona y pensar si lo que escribimos, no atreveríamos a decirlo a la cara de forma constructiva solo a esa persona, sin hacerlo público. Lo más paradógico y simpático de esto es que no tengo ni idea de lo que hablas y a quien te refieres, para que veas lo out que estoy de todo...jajajajaja, pero sabes que soy fiel seguidora desde hace años anque no todo lo que me gustaría. Es solo por aportar esta reflexión. Yo cuando leo estas cosas de refilón me digo: con lo dificil que es criar hijos en condiciones, de donde se saca el tiempo para broncas?

    ResponderEliminar
  20. No hace mucho he comentado en otro blog donde hablaban sobre el mismo tema. No puedo estar más de acuerdo contigo. Si defendemos una crianza basada en el respeto, ¿Por qué no lo practicamos en todos los ámbitos de la vida, incluido entre nosotros los adultos?

    Así no es como vamos a conseguir llegar a más madres que necesitan visión...

    Un beso

    ResponderEliminar
  21. Ileana: siempre es un placer leerte. Post extremadamente lúcido. Desde luego, una cosa es vivir por un ideal, otra crear un 'club' social en el que sentirnos arropados y desde el cual atacamos a los demás. La línea es difícil de ver, pero por allí se han perdido muchos ideales nobles para convertirse en otra cosa. Saludos!

    ResponderEliminar
  22. Estoy de acuerdo. Y eso que has citado a Laura Gutman, que no me gusta nada :p

    Besos!

    ResponderEliminar
  23. Como yo me dedico al erotismo y la sensualidad digo que la via más potente para hacernos solidarias es hacernos más el amor carnal entre nosotras -no sólo con ellos, no siempre con ellos- para gozarnos y entendernos desde la piel, desde el placer, para querernos desde el cuerpo.
    Y es lo chungo del mundo de las ideas de internet, que no nos permite abrazarnos, olernos y acariciarnos.
    Besos Ileana, jopé, me encantaría abrazarte.

    ResponderEliminar
  24. hola. he llegado a este blog por casualidad, y no he profundizado demasiado para serte sincera. me he quedado en que como somos mamiferos hay que dar el pecho a nuestros hijos.....Estoy de acuerdo, es algo precioso, pero en la intimidad. Tambien los mamiferos se reproducen y no por ello hay que hacerlo en publico.... te imaginas como seria ir paseando con tu hijo y ver en un banco a una pareja reproduciendose? hay momentos y lugares para eso, y no creo que la calle sea uno de ellos. Evidentemente hay situaciones de necesidad donde el bebe necesita alimento, en ese caso puedes aprovechar los lugares destinados para eso en centros comerciales, o incluso en un banco de la calle de manera disimulada sin enseñar nada, y no las dos tetas al aire aprovechando para que se pongan morenas como yo he visto esta tarde, o entrar en primark comiendo un bollo con una mano y con la otra tu hijo agarrado de la teta.Un poco de por favor!! hay gente que no sabe lo que es la educacion, la clase, el recato..... hay derecho a alimentar a los hijos,pero tambien a que una persona vaya por la calle y no tenga que ver tetas por todas partes. Esta claro que si las cosas se hacen con educacion y con respeto, todo el mundo va a entender que se alimente a un niño. pero es que por desgracia, algunas guarras que,perdon pero no tienen otro nombre, han conseguido que se meta a todas las madres lactantes en el mismo saco.
    Yo tengo una tienda, y si una mami viene y me dice si puede pasar y dar el pecho en una habitacion pues se lo permito encantada, Y seguro que como yo, mucha gente con negocios, pero es que hay muchas que no quieren eso y les da igual ocho que ochenta.
    Espero no haber ofendido a nadie, porque no es mi intención. Sólo quiero dar mi opinion sobre un tema que nos afecta a todas y a mi en pocos meses tambien. Un saludo.

    ResponderEliminar
  25. Bien!!!, el apego no es una bandera, es una forma de crianza que se basa en el "respeto", y a veces se nos olvida esa palabra. Muy buen artículo felicidades :)

    ResponderEliminar
  26. vacunais a vuestros hijos?
    los que digan que si, pegaros un vistazo a esta pagina
    http://www.migueljara.com/tag/vacunas/

    ResponderEliminar
  27. La vacunación es un procedimiento médico que implica riesgos de efectos adversos para la salud, lesiones incluso la muerte.
    La vacunación por sus efectos adversos y múltiples complicaciones está catalogada como acto medico con Derecho al Consentimiento Informado pues es un Procedimiento Médico Peligroso.
    Ello implica que el paciente o responsable del menor debe recibir la información acerca de los efectos adversos al menos con 48 horas de anticipación, y que tienen derecho de aceptarlas o rechazarlas
    Si su pediatra o medico no le han informado previamente antes de la vacunación de dichos riesgos, sepa que esto a todas luces es un delito.

    ResponderEliminar
  28. Excelente blog, fue todo un gusto visitarte.

    ResponderEliminar
  29. Para ser padres no existe manual, existe instinto por ser el mejor para lograr lo mejor de los hijos, es en esencia na experiencia constante que dura para toda la vida.

    ResponderEliminar