29 de mayo de 2013

¡Mi Emeibaby!

Por Ileana Medina Hernández

Lactancia, colecho y porteo son tres gestos de crianza que haríamos bien en recuperar para la cultura occidental.  Mientras más trabajemos y más nos tecnologicemos, más falta nos hará volver al cuerpo (y no al revés). La crianza corporal es útil para compensar en algo a nuestras criaturas de tanta prisa y tanta ausencia y tanto electromagnetismo. No es incompatible con el trabajo, son actos de confort que nos hacen más fácil la crianza, favorecen el vínculo, y dan forma tangible al amor.

Ofrecer cuerpo a nuestros bebés es fundamental para su desarrollo físico, sensorial y emocional. Los niños criados sin contacto físico se vuelven ariscos, frígidos, acorazados, temerosos, y en última instancia, violentos. La relación entre la falta de placer corporal y la violencia ya fue demostrada hace años por Prescott. 

Pero lo más importante es que criar corporalmente es rico, y fácil. Abrirnos al placer de sentir, de disfrutar del contacto de los cuerpos, es sanador también para las madres y padres, porque sólo podemos ofrecer aquello que tenemos. Quitarnos primero nuestras propias corazas. Y entonces quizás descubrimos el placer y la sencillez de la vida en su más pura esencia.

El porteo era mi asignatura pendiente. Con mi hija mayor lo hicimos, pero poco y con una de esas mochilas que se venden en los toisarós. Ignoro por qué las marcas más comerciales de mochilas para bebés no utilizan los parámetros ergonómicos, para ellos sería igual de fácil. Pero lo cierto es que las mochilas que se encuentran en las tiendas no son adecuadas: el bebé descansa todo su peso sobre la pelvis, lleva la espalda recta y la cabeza colgando, con lo cual su espalda, su cuello y sus caderas sufren. Para portear hay que elegir las mochilas adecuadas, que garanticen el correcto desarrollo del niño.

Lo ideal para recién nacidos y bebés pequeños es la suavidad de un fular. Pero yo tenía un poco de miedo con los nudos, así que buscaba un portabebés que aunara la suavidad del fular y la rapidez de las mochilas. Y encontré la mochila Emeibaby.

Comparada con otras mochilas la Emei es muy suave, muy ligera, y las tiras son cómodas, se ajustan con mucha facilidad. Hasta yo que soy un poco torpona le cogí el truco enseguida.  Fue ponérmela y sentir que de verdad iba cómoda yo, como no había sentido con ningún otro portabebés. Mi hijo es muy grande, voy todo el día con los brazos agotados, y cuando me pongo la mochila siento que mis brazos y mi espalda descansan, como si no llevara niño.

Estoy contenta porque esta vez sí estoy porteando a gusto. Y de eso se trata, de estar a gusto :-)


 Información Oficial de la marca: 
La Emeibaby, debido a su sistema innovador y patentado*, es la única mochila ergonómica del mercado que se puede ajustar exactamente al tamaño del bebé, sea cual sea su edad, desde el primer día del nacimiento hasta el último día de porteo, y lo hace manteniendo siempre la postura correcta, cómoda y ergonómica, tanto para el niño como para el adulto que lo lleva.
La Emeibaby consigue una correcta postura tanto para un bebé recién nacido como para un niño grande, sin necesidad de complementos, reductores o suplidos. Su ajuste se basa en un concepto revolucionario aplicado por primera vez a una mochila ergonómica: la aplicación de la facilidad, versatilidad y soporte del ajuste de los los fulares, con la sencillez y atractivo para muchas familias de las mochilas como portabebés. 
El uso del fular permite respetar la postura fisiológica idónea (rodillas más altas que culo, piernas con una abertura de unos 90º y espalda redondeada) en todas las etapas. Las emeibaby ofrecen el confort y sostén del tejido de fular portabebé (tejido a mano) con el que se realiza el panel con el ajuste preciso de las anillas y la comodidad de las mochilas.
No solo ofrece todas las ventajas de un fular con la comodidad de una mochila, sino que su sistema de ajuste con anillas hace necesario ajustar tan solo una vez y realizar pequeñas modificaciones a medida que va creciendo el fular. Así, tenemos lo mejor de un fular sin tener que ajustarlo cada vez que nos lo ponemos.
La mochila tiene una capucha  para sostener la cabeza del bebé cuando se duerme. Además, se puede recoger en el bolsillo diseñado para tal efecto. Por otro lado, y pensando en los bebé más pequeños, la mochila tiene un ajuste en la base de la capucha de manera que se adapta al tamaño del bebé, dándole a la cabeza del bebé recién nacido todo el soporte que requiere sin necesidad de cubrirle con la capucha.
La mochila puede usarse delante (posición ventral) o detrás (en la espalda). Resulta ligera y fácil de manejar, y muy confortable: sus tirantes y cinturón acolchados permite portear a niños de hasta 15 Kg. cómodamente. 
Originalmente, la emeibaby fue diseñada por la fundadora de la empresa para su propio bebé, por lo que está especialmente pensada para adaptarse a las necesidades de un bebé-niño en crecimiento. Es una mochila diseñada por madres y para madres, fabricada en la Unión Europea con materiales de la mejor calidad y con rigurosos estándares de seguridad.
100% algodón, Oeko-Tex-Standard 100. Cinturón y tirantes acolchados con foal. Realizadas en la República Checa


Página de Emeibaby en Facebook

Todo lo que necesitas saber sobre porteo: Red Canguro

Emeibaby se vende en tiendas on-line como Mimos y TetaMonitos y Risas, Brazos y Abrazos, Porteo Natural,  Mami Koala, etc...

24 de mayo de 2013

El acto sexual de la lactancia

Será el tema sobre el que esta servidora hablará mañana en la Jornada On Line El Nuevo Paradigma de la Crianza, organizada por la Editorial Ob Stare y coordinada por Mónica de Felipe.



He aquí el resumen de mi conferencia:


La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se define como: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales."
Es fácil ver que la lactancia cumple perfectamente con todos o casi todos esos parámetros.
La sexualidad comúnmente queda reducida a lo genital, lo coital y lo falocéntrico, olvidando que la sexualidad está presente de manera global en nuestras vidas, desde el nacimiento hasta la muerte. La energía sexual y la energía vital no son cosas diferentes.
El embarazo, el parto y la lactancia forman parte del ciclo reproductivo de la especie humana, y por tanto, de nuestra sexualidad.
La sexualidad del bebé humano se satisface sobre todo a través de la lactancia. No es una sexualidad pecaminosa, ni sucia, ni incestuosa, sino la sexualidad sana primaria básica. Chupando el pecho materno el bebé satisface su necesidad de alimento, pero también lo que los psicoanalistas llamaron “fase oral”, le proporciona placer, confort y seguridad.
El doctor Michel Odent escribió un libro con el mismo título que el libro más conocido de Reich pero en plural: Las funciones de los orgasmos. En él dedica un capítulo a lo que él llama la "Vía Láctea", vía de sexualidad y también de trascendencia. Odent explica que no solo hay reflejo de eyección en la eyaculación, sino también en el parto (reflejo de eyección del feto) y en la lactancia (reflejo de eyección de la leche) y que ambos funcionan de manera similar a los orgasmos.
El parto y la lactancia son experiencias emocionales que pertenecen a la esfera sexual, reguladas por las mismas hormonas que se producen durante el acto sexual (oxitocina, adrenalina, prolactina, endorfinas...), y que son segregadas por el cerebro instintivo o mamífero.
La lactancia materna también debiera producir placer en las madres, y en muchas mujeres es así. El tabú sobre que la mujer pueda sentir placer sexual –y algunas incluso orgasmos- durante la lactancia es inmenso. Que los pechos sean órganos erógenos tienen que ver con su función primaria, con la lactancia, y no con la sexualidad coital.
Es por eso, que igual que cualquier otro acto sexual, la lactancia no puede ser prescrita, ni obligada, ni presionada. De hecho, la mayoría de la gente está convencida a nivel racional de que la lactancia es lo mejor para el bebé y para la madre, y aún así los índices de lactancia siguen siendo muy bajos. Podríamos preguntarnos por qué. Quizás tenga que ver con que no la vivimos como lo que es, un acto sexual, y por tanto para que funcione tiene que ser en un ambiente idóneo, relajado, sin estrés, en intimidad, sin reloj, sin medida, fluyendo en la entrega al bebé… fluyendo como un río, como la leche.


Si quieres saber más, no dudes en inscribirte. Aún quedan algunas horas. Desde cualquier parte del planeta. Podrás hacer preguntas en directo y habrá otros ponentes muy interesantes.




Bibliografía recomendada: 

-Gutman, Laura: "La lactancia salvaje", artículo, 2007.
-Odent, Michel: Las funciones de los orgasmos, Editorial Ob Stare, 2011.
-Rodrígañez, Casilda: "Amamantar por placer", Pulpos y Medusas, 2008. 
-Vega, Estibalitz: "Autorregulación y lactancia" Charla impartida en la Jornada sobre "Parto, Lactancia y Crianza para la mujer de hoy” , Hospital Monte Naranco, Oviedo, 2003.

17 de mayo de 2013

Ser madres con lo que tenemos

Por Ileana Medina Hernández



Con nuestros traumas.
Nuestras infancias heridas.
Nuestras miserias y nuestros miedos.
Con nuestras historias familiares de horror y misterio.
Nuestras rabias y nuestras fobias.
Nuestras imperfecciones.
Nuestros kilos de más.
Nuestros euros de menos.
Nuestros trabajos alimenticios, de supervivencia.
Nuestras mañanas desquiciadas.
Nuestros gritos y nuestras lágrimas.
Nuestras madres niñas. Nuestras suegras brujas.
Nuestras cicatrices.
Nuestras enfermedades.
Nuestros pueblos feos.
Nuestros vecinos ruidosos.
Nuestros políticos estúpidos, corruptos, repugnantes.
Nuestras escuelas decimonónicas, tristes, cuadriculadas.
Nuestros maridos currantes, intentando ser hombres, amantes, amables, y no morir en el intento.
Nuestros divorcios.
Nuestro estrés.
Nuestros años.
Nuestra soledad.
Nuestros partos robados, anestesiados, maltratados.
Nuestras lactancias agrietadas, dolorosas, imposibles.
Nuestra neurosis.
Con este mundo asfixiante que no está diseñado para tener hijos y no lo pone nada fácil, pero los niños son lo único que lo hace más habitable, más esperanzador.
Ser madres como podemos.
Ese es el mérito.

3 de mayo de 2013

La lactancia materna no produce caries.

Circulando de correo en correo, ha llegado hoy a mi buzón este documento. Lo reproduzco sin autorización de su autora, a quien no conozco, si a alguien le incomoda o infrinjo alguna norma, que me lo comunique y lo retiro inmediatamente.

Siempre he pensado que es ilógico que la lactancia materna produzca caries. Desde el punto de vista evolutivo, si nuestros antepasados han mamado 4 años o más, y los dientes "de leche" como su nombre indica coexisten con la lactancia, no tiene ningún sentido que la leche materna sea cariogénica.

Me sorprende que algunos profesionales de la odontología achaquen las caries a la lactancia "prolongada", con lo escasa que esta es todavía en la sociedad.

Al respecto, Gemma escribió un post muy bien documentado en su blog, y ahora contamos con este documento redactado por la odontóloga Irene Iglesias Rubio, que compartimos a continuación:

LACTANCIA MATERNA Y CARIES


Todos sabemos de los beneficios de la LM para la salud del niño, de la prevención de muchas enfermedades (diabetes, obesidad, asma…), además de la sensación de afecto y protección que proporciona al niño. También conocemos los beneficios sobre la madre, ya desde el mismo momento del parto pero también a largo plazo.
La OMS recomienda amamantar mínimo 6 meses y hasta los dos años, pudiendo prolongar la lactancia cuanto deseen madre e hijo.

Sin embargo, muchos profesionales consideran que las caries infantiles se deben a la “lactancia prolongada”, haciendo creer que esto es una moda, y que propicia el desarrollo de las caries de la infancia temprana. Muchos, de hecho, confunden caries de la infancia temprana con “caries del biberón” y para ellos es exactamente igual amamantar que dar el biberón.  Vuelven la vista hacia el hecho de que el destete natural en la especie humana ocurre entre los 2 y los 7 años, y que todo lo que sea destetar antes de los dos años es un destete precoz. ¿Podría ser que en esta ocasión la naturaleza se haya equivocado? ¿Podría ser que la naturaleza provea de dientes a los niños y sin embargo la LM los destruya poniendo en riesgo la salud y la vida de los niños?

Fijémonos en los animales: ¿hasta cuándo maman los animales? En su ambiente natural hasta que les parece oportuno. ¿Tienen caries los cachorros? No. Los veterinarios ven caries en animales cuya dieta se ha “humanizado”, con dueños que les proporcionan alimentos que no son propios para animales


Hablemos de las caries.

Para encontrar una respuesta, veamos qué son las caries: llamamos caries al proceso destructivo del diente que tiene lugar como consecuencia de la desmineralización de la superficie dental. Esta desmineralización ocurre debido a que las bacterias se alimentan de los restos de glucosa que se quedan depositados sobre la superficie dental. Las bacterias metabolizan la glucosa y como producto eliminan ácidos, que son los que van destruyendo el esmalte, primero produciendo una mancha blanca, que se puede remineralizar, y luego penetrando ya en el diente. Por tanto para que haya caries tienen que concurrir varios factores:

1.- que haya dientes: cuando aún no ha erupcionado ningún diente no se puede producir una caries. Aún así se insiste en que se limpien las encías con una gasita.

2.- que haya bacterias: sólo con que haya azúcar pegado en los dientes no se provoca caries. A un diente sumergido en un azucarero no le pasa nada. Pero las bacterias están, y no aparecen por generación espontánea: ¿de dónde proceden las bacterias que inician y hacen que progresen las caries? Pues de la madre y de los cuidadores: el hecho de probar la comida nosotros primero antes de dársela al bebé, el soplar la comida para que no queme y el dar besos en la boca al niño, sobre todo si la madre ha tenido o tiene caries activas en el último año está demostrado que es un factor de ALTO riesgo para la aparición de caries en niños menores de 3 años, ya que inoculamos involuntariamente las bacterias en la boca del niño.

Por otra parte, las bacterias sobreviven de los azúcares que introducimos en la dieta: nuestra dieta actual está plagada de azúcares refinados que ni nos damos cuenta que comemos. Los alimentos con más de un 14% de azúcar son de ALTO riesgo de caries. Cuando un niño empieza con la AC ¿qué comenzamos a ofrecerle? Normalmente plátano, papillas, galletas, zumos. Todos estos son alimentos de alto riesgo. Los dientes recién erupcionados tienen el esmalte aún sin terminar de mineralizar, por tanto son mucho más susceptibles a los ácidos. En ese momento precisamente es cuando más debemos evitar el contacto directo con sustancia azucaradas como zumos.

3.- el tiempo durante el cual las bacterias están adheridas al diente es fundamental: no es lo mismo comer un donuts y luego un puñado de frutos secos que al revés. Los alimentos duros realizan una labor de arrastre y ayudan, junto con la saliva, a eliminar los restos más pegajosos. Terminar de comer con un pedazo de tarta no es lo mismo que con un trozo de queso. De la misma manera, no es lo mismo que el ataque de las bacterias tenga lugar 5 veces al día que 17. El tiempo en el que el riesgo es mayor son los primeros veinte minutos tras haber comido. En esos primeros  minutos es cuando hay que lavarse los dientes. Pero la frecuencia con la que nos expongamos al riesgo es importante, así como el tiempo de contacto, aumentado en alimentos más pegajosos.

4.- Y finalmente, los factores de resistencia individual del paciente como la cantidad de saliva (reducida en ciertas enfermedades, o con el uso de medicamentos como corticoides comúnmente utilizados para el asma), un esmalte deficiente de forma congénita, una anatomía irregular de la superficie dental y otras circunstancias individuales pueden predisponer al niño a tener más caries. Aquí la higiene dental, el aporte de flúor y la conveniencia o no de colocar selladores oclusales juegan el papel más importante, pues estas medidas está demostrado que disminuyen drásticamente el número de caries presentes.


Entonces, ¿qué papel juega en todo esto la LM?

Vamos a ver qué factores juegan a favor de la LM en cuanto a la boca:
.- Al mamar el niño aprende a respirar por la nariz, lo que hace que se estimule el crecimiento del tercio medio de la cara.
.- La lactancia hace que al mamar la mandíbula se desplace hacia atrás y adelante, disminuyendo el retrognatismo mandibular fisiológico del recién nacido.
.- Los bebés cuanto más tiempo son amamantados menos se chupan el dedo o recurren a chupetes: hay una relación inversa entre el tiempo de lactancia y los hábitos bucales nocivos.
.- El bebé es capaz de controlar la longitud del pezón, su flexibilidad y el flujo de líquido, cosa que no puede hacer con tetinas ni chupetes.

Y concretamente, en cuanto a la caries:

.- El pezón se coloca al final de la boca, en el límite entre paladar duro y paladar blando. No toca los dientes, cosa que sí sucede con los biberones. 
.- Si el pezón no es ordeñado no sale leche de forma continua. Aunque el bebé se duerma con el pezón en la boca, la leche no sigue saliendo. No se queda leche desbordando la boca. En el mismo acto en que el pezón se exprime, la leche es ingerida. Con el biberón sí existe ese riesgo, y de hecho es el mayor peligro
.- La lactosa es el azúcar que tiene la leche. Este azúcar se metaboliza en los dos monosacáridos que lo componen gracias a la lactasa, una enzima que se sintetiza en el intestino delgado. De esta forma en la boca no hay glucosa, las bacterias no obtienen glucosa de la lactosa en la boca, sino que la obtienen de otros azúcares como la fructosa. El riesgo pues es debido a la alimentación complementaria, no a la LM. En cualquiera de los casos, la lactosa es el azúcar menos cariogénico que existe.
.- La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries.
.- La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. No causa una disminución significativa en el pH, al contrario de lo que piensan muchos dentistas. La leche humana no es cariogénica a menos que haya algún otro azúcar fermentable introducido por la dieta.

En un paciente que no mama, y más en los niños, el ver que el niño está “todo el día” comiendo induce a pensar que está sufriendo un ataque ácido detrás de otro. Al dormir disminuye la producción de saliva con lo cual el arrastre de restos de comida se reduce al mínimo, y de hecho cualquier resto se queda adherido al diente hasta la mañana siguiente. Esto supone aumentar muchísimo el riesgo de caries. El niño que se duerme sin cepillarse los dientes es el perfecto candidato para tener caries.  El dentista siempre ha de insistir en que hay que cepillarse los dientes antes de irse a dormir, tanto niños como adultos. Pero el niño que mama es diferente. No es un adulto chiquitito. No funciona igual. No es extrapolable. Si simplemente el único cambio en la conducta de la madre y el niño es suspender la lactancia, no va a mejorar ni a disminuir el riesgo de caries. Mamar por la noche no supone de ninguna manera el mismo riesgo que dejar el biberón colgado de la boca del niño por la noche.


Entonces ¿Por qué me hijo tiene caries? ¿Qué puedo hacer ahora?

Las caries aparecen porque el equilibrio entre desmineralización y remineralización se ha roto. La boca se ha convertido en un entorno ácido.  Hay que ver por qué. Hay que estudiar qué come el niño, cada cuánto, cómo están las bocas de sus padres y cuidadores, si come alimentos protectores contra la caries o no, y en cuyo caso introducirlos. Comprobar que la higiene bucal es buena y si es necesario aportar flúor en la pasta de dientes o en barnices o como sea mejor para él. Hay que estudiar muy pormenorizadamente todos los hábitos. Y mamar no es un hábito. Ni bueno ni malo. Mamar es una necesidad. Cuando se hayan controlado todos los factores externos anteriormente comentados, nos daremos cuenta que la LM no juega un papel decisivo en el inicio ni el desarrollo de las caries.

Es importante ser conscientes de que un niño con caries de aparición temprana (las que aparecen en menores de 3 años) es un niño con alto riesgo de caries, es decir, con riesgo de tener tres o más lesiones cariosas al año. Pero es más importante aún cuidar las piezas que no tienen caries, y de hecho eso es lo más fundamental, crear un entorno en la boca que permita que el resto de piezas libres de caries, incluyendo las que aún no han erupcionado, las definitivas, sigan libres de caries.

Irene Iglesias Rubio.
Odontóloga.
Nº Col. 40005606.



BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:

Ramos-Gomez FJ, Weintraub JA, Gansky SA, Hoover CI, Featherstone JD.
Bacterial, behavioral and environmental factors associated with early childhood caries.
J Clin Pedi Dent 2002;26(2):165-73.


Brambilla E, Felloni A, Gagliani M, Malerba A, García-Godoy F, Strohmenger L.
Caries prevention during pregnancy: Results of a 30-month study.
J Am Dent Assoc 1998;129(7):871-7.

Ercan E, Dulgergil CT, Yildirim I, Dalli M.
Prevention of maternal bacterial transmission on children’s dental caries development; 4-year  results of a pilot study in a rural child population. Arch Oral Biol 2007;52(8):748-52.

Isokangas P, Söderling E, Pienihäkkinen K, Alanen P.
Occurrence of dental decay in children after maternal consumption of xylitol chewing gum: A follow-up from 0 to 5 years of age.
J Dent Res 2000;79(11):1885-9.

Köhler B, Andréen I, Jonsson B.
The effects of caries preventive measures in mothers on dental caries and the oral presence of the bacteria Streptococcus mutans and lactobacilli in their children.
 rch Oral Biol 1984;29(11):879-83.

Erickson PR, Mazhari E.
Investigation of the role of human breast milk in caries development.
Pediatr Dent 1999;21(2):86-90

Reisine S, Douglass JM.
Psychosocial and behavioral issues in early childhood caries.
Comm Dent Oral Epidem 1998;26(suppl 1):32-44.

1 de mayo de 2013

Permiso de maternidad de 6 meses en España ¡ya!


Campaña por un permiso postnatal de 6 meses en Chile, que ya lo ha conseguido

Dado que:

-La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 6 meses de lactancia materna exclusiva

-Un bebé de 16 semanas aún no se sienta, ni come sólidos, ni está de ningún modo listo para que su cuidado sea institucionalizado

-La salud de los bebés, la salud primal, determinará en buena medida la salud física y psíquica de los futuros niños y adultos, con el consiguiente ahorro a medio y largo plazo en sanidad, educación, servicios sociales, justicia, etc...

-Los bebés y niños humanos no son un obstáculo para el trabajo, ellos son nuestro principal trabajo.

-La salud física y emocional de las futuras generaciones debería ser la prioridad número uno de cualquier sociedad que se llame civilizada.

-La conciliación familiar y laboral mejora el rendimiento de los trabajadores y las trabajadoras, el clima humano de trabajo en las empresas, y al final, la productividad y la felicidad social.

-Las últimas tendencias de la psicología valoran la riqueza de la sociedad más por sus cuotas de felicidad que por su producción material.

-La crianza y las labores de cuidado son el trabajo más importante de una sociedad, y debe ser valorado y remunerado.

-Los países con mayores índices de participación de la mujer en la vida pública y mejores resultados de igualdad, como Noruega, Finlandia, Suecia... etc, también tienen los permisos de maternidad más extensos.

Las mujeres trabajadoras españolas exigimos un mínimo de 6 meses de baja de maternidad remunerada (intercambiable con el padre, si así la familia lo desea).


¡YA!