10 de febrero de 2015

No, nacer no es esto


Desde luego es muy revelador. 
Pero no de cómo nacen los niños, sino de cómo no deberían nacer.


El fotógrafo francés Christian Berthelot ha presentado "César", una colección de fotografías de bebés nacidos por cesárea que ocupan en estos días todas las noticias. 

"Lejos de los clichés y lugares comunes, quería mostraros cómo somos cuando nacemos", el fotógrafo explica en su declaración.

Una de las fotografías de Berthelot
Las imágenes son desde luego impactantes y perturbadoras. Si nos fijamos en los comentarios, hay opiniones para todos los gustos: que si son hermosísimos, que si nacemos así y es bello, que si parecen monstruos ensangrentados delante de un fondo negro... Cada opinión refleja lo que el opinante proyecta de sí mismo sobre esas imágenes en concreto, sobre el momento del nacimiento y hasta sobre la especie humana en general. 

Efectivamente: los bebés humanos nacemos con sangre, con vérnix... no limpitos ni envueltos en una manta de terciopelo. Y sí: los bebés recién nacidos pueden parecernos lo más hermoso... o lo más horrible del mundo.

Pero en mi opinión, lo que nos perturba conciente o inconcientemente en esas imágenes es que esos bebés ESTÁN SIENDO VIOLENTADOS en el momento más importante de nuestras vidas, igual que muy probablemente fuimos violentados nosotros mismos al nacer. Hemos interiorizado tanto esa violencia, que la mayoría de las personas lo consideramos "normal" y no la vemos, no hacemos referencia a ella. 

Ni inmediatos cortes de cordón, ni alzarlos en el aire, ni manos abiertas que buscan desesperadamente a mamá, ni gritos de horror, ni bebés desmadejados, ni un ejército de hombres uniformados y armados con tijeras...El nacimiento de un bebé humano, la imagen de un recién nacido humano nada tendría que ver con eso.

El bebé sano y feliz nace en el regazo de su madre y a su pecho debe ir directamente. Incluso en las cesáreas. 

Berthelot dice haberse inspirado en el nacimiento de sus propios hijos por cesárea para realizar este trabajo y me deja un pozo de tristeza. Desde luego es muy revelador. Pero no de cómo nacen los niños, sino de cómo no deberían nacer.

Muy diferente es lo que proyectan esas imágenes, de esta otra, por ejemplo: 

Foto tomada de Association des sages-femmes du cap bon

O lo que vemos en este vídeo:



Nacer es hermoso, lo más hermoso del mundo. No tiene que ver con envoltorios de encajes ni con niños repeinados. Pero tampoco con niños agarrados por los pies, que gritan, y se ponen morados y son separados de lo único que conocen: su madre. La forma en que llegamos al mundo, importa. 


2 comentarios:

  1. Ay qué cierto, mi hijo mayor nació por cesárea, pero gracias a que hablé y rehablé antes de que se quedaría conmigo y me dejaron la opción, no se separó de mi en ningún momento y aún siendo cesárea pudo estar al nada de nacer con mamá, el segundo nació por parto (que alegría) y tampoco se separó de mi. No deberíamos ver como nada normal la cesárea y mucho menos como una elección más cómoda que el parto, yo con eso no lo entiendo teniendo las dos vamos la diferencia es... no se puede ni explicar!
    Saludos.

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  2. El nacimiento y la muerte, los grandes olvidados. Desde luego estoy totalmente de acuerdo contigo en que nacer es lo mas hermoso del mundo. Aunque también a veces un 'buen' morir tiene un lado tambien hermoso...

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